Fue Modesto obispo de Treveris en el siglo V, en tiempo de los reyes Meroveo -fundador de la dinastía merovingia- y Childeberto, su hijo. Según algunas fuentes, Meroveo participó en la derrota de Atila a manos de Aecio y Childeberto gobernó como federado de Roma algunos territorios ocupados por francos salios. En cualquier caso, la labor difícil de conversión de los francos se debió a personajes como el santo que se celebra en este día, presentándolo como ejemplo de caridad y fe cristianas.