San León, obispo de Catania, nació en Rávena y se crió en el seno de una familia cristiana que le inculcó los valores morales. Habiendo entrado desde muy joven al servicio del obispo de Rávena, se distinguió por su actitud siempre solícita hacia los feligreses de esa diócesis, hasta el momento en que fue a sustituir al obispo de Catania por fallecimiento de éste. Sus obras y hechos extraordinarios le sirvieron para que alcanzara pronto una fama de milagroso. Es bien conocida su polémica con el mago Luidoro, a quien venció y puso en evidencia gracias a su sabiduría (hecho que se refleja en el grabado de Capuz para el Año Cristiano de Croiset editado por Gaspar y Roig). Después de haber ejercido su ministerio durante 18 años, falleció en el año 780, siendo considerado en Catania como un santo incluso antes de su muerte y venerándose su tumba a partir de los muchos sucesos milagrosos que tuvieron lugar junto a ella.