Toda la Sagrada Escritura está plagada de referencias crípticas o explícitas acerca de la venida del Mesías. Desde el Génesis (49,10) hasta el Apocalipsis (2,28;22,16), pasando por Miqueas (5,1), Isaías (9,5), Zacarías (9,9) y Ezequiel (21,32), la esperanza está en el Salvador y a él se consagra la fe del pueblo elegido. Una vez que tal acontecimiento sobreviene, sin embargo, empieza a ser rodeado por relatos e interpretaciones peregrinas que, aun no añadiendo nada esencial a la historia, tratan de completarla con anécdotas o explicaciones forzadas.
Veamos lo que dice San Lucas:
Y sucedió que se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma comarca unos pastores que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el ángel del Señor y la gloria del Señor les envolvió en su luz.
Y San Mateo continúa:
Nacido Jesús en Belén de Judea en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle...
CREENCIAS
Tan simbólico y sugerente relato no podía menos que inspirar, por su brevedad, una recreación de las circunstancias con fines líricos o plásticos. De este modo, al trascendente pero poco documentado hecho del nacimiento de Cristo se agregaron sucesivamente leyendas y escritos que pretendían certificar y ampliar detalles (como los Evangelios y Hechos apócrifos) utilizando para ello un estilo directo y popular. En estos escritos, la candidez e ingenuidad convivían milagrosamente con una cierta profundidad en la exposición, y, no hay duda de que la Iglesia tuvo que realizar entre los siglos III y IV una larga y difícil criba para poner un poco de orden sobre el cúmulo de datos acerca del nacimiento, vida y magisterio de Cristo. Al final hubo unos textos oficiales, llamados Canónicos o Sinópticos, pero no se pudo evitar que el ascendiente que ejercían los demás relatos, llamados Apócrifos o falsos -con toda su hiperbólica y fantástica carga-, creara una vía paralela que alimentó la piedad y el fervor populares durante siglos. Y a ello contribuyeron también en buena medida los libros de interpretación, desde la Leyenda Dorada de Santiago de Vorágine o el Vita Sanctorum de Bollandus hasta el Novísimo Año cristiano de Jean Croisset, pasando por la Historia Nativitatis et laudabilis conversationis intactae Dei genitricis, de la monja poetisa Rosvita de Gandersheim o la Vita Christi de Ludolfo Cartujano, que fueron traducidas a muchos idiomas, entre ellos el castellano, el catalán y el portugués.
EXPRESIONES
En cuanto a las canciones de esta época, se podría decir que casi todas reciben el apelativo, no siempre adecuado, de villancico. Aunque villancico es término que, a nivel popular, es sinónimo actualmente de canción navideña, no siempre fue así, describiendo en su origen a un tipo de composición con temática amorosa o devota cuyos autores -generalmente poetas y músicos cortesanos- pretendían darle algún matiz rústico. La temática actual está centrada en el ciclo navideño y particularmente en sus tres momentos más importantes, es decir, el período anterior al nacimiento (la Virgen y San José buscan posada y se les niega), el nacimiento en sí y, por último, la adoración de los pastores y los magos, amén de las maldades de Herodes que provocan la huída de los santos personajes. La mayor parte de los temas que aparecen en estas canciones sólo tienen su apoyo en leyendas antiguas de la tradición cristiana, como por ejemplo la creencia de que los ángeles prepararon el pesebre en el que iba a nacer Jesús, la certeza de los colores de los animales que estaban junto a él en el portal, el susto que se lleva la mula en el viaje al emprender el vuelo una perdiz, los pañales que lava la Virgen en el río. etc.
Al que en zapatillas va en Navidad, no le preguntes cómo le va.
AUDIO
Agnus Dei. Misa pastoril de Campaspero (Valladolid).
Cantado por el coro parroquial de dicha localidad en las navidades de 1994.
Grabado por Gonzalo Pérez y Ramón Marijuán.
AUDIO
Agnus Dei
ENLACES
LA FIESTA DEL REINADO DE NAVIDAD EN ALGUNOS PUEBLOS DE LA PROVINCIA DE BURGOS
Revista de Folklore nº 157