Los santos Engracia y Valentín, nacidos en el siglo VII, fueron hermanos de San Frutos y educados en una familia muy bien situada y con indudables posibilidades para ofrecerlos estudios y posición. Sin embargo, los tres hermanos prefirieron abandonar su casa a propuesta del hermano mayor, Frutos, y establecerse en las hoces del río Duratón, en un lugar que por lo inaccesible y escarpado sólo ofrecía cobijo a quienes tuvieran la valentía de afrontar el peligro y soportar la soledad. Vendieron todas sus pertenencias y, después de repartir lo obtenido entre los necesitados, fueron en busca de la oración y penitencia en sus celdas del eremitorio.
Una historia de San Frutos y de sus hermanos publicada en Valladolid en el siglo XVII refiere algunos de los milagros que obraron los hermanos, en especial el mayor, quien hizo que la tierra se abriera para conseguir protección frente a quienes iban a capturarlos: "El Santo hizo antes que llegasen a él una raya en el suelo mandándoles no pasasen de allí: porque les quería mostrar por razones bastantes la ceguedad grande y error de su ley en que vivían. Y al punto que hizo la raya con el báculo que llevaba, se abrió la tierra, y se hendió la peña, y se hizo tan grande abertura que no pudieron pasar adelante; mostrando nuestro Señor por este milagro ser verdad lo que el Santo les predicava". Dice Croiset que esta grieta se conoce como "la cuchillada de San Frutos".
San Valentín y Santa Engracia fueron decapitados al poco tiempo de morir Frutos y haber dado sepultura a su hermano en la propia cueva en que vivía.
CREENCIAS
Lorenzo Calvete, en la Historia de la vida del glorioso San Fructos, de la ciudad de Segovia (1610) asegura que una vez muerto San Frutos, los hermanos Valentín y Engracia pasaron al lugar de Caballar donde tras unos pocos años sufrieron el martirio y sus cuerpos se llevaron a enterrar junto a su hermano, aunque las cabezas quedaron en el lugar del suceso, en la iglesia, donde se veneran y sirven todavía para un ritual propiciatorio en el que se pide agua cuando hay una sequía, al tiempo que se introducen los restos de las cabezas de los dos hermanos en una fuente que se llama santa.
EXPRESIONES
Una novena a los santos Frutos, Engracia y Valentín publicada en Segovia a comienzos del siglo XIX, incluye unos gozos que pasaron a la tradición oral:
Llegáis al seno divino
en vuestras contemplaciones
y aprendéis allí lecciones
de humildad y de amor finos.
Satanás con su falacia
no os pudo cortar el vuelo:
Frutos, Valentín, Engracia
mandadnos vuestro consuelo.
ENLACES
LA MOJADA DE LOS SANTOS
Revista de Folklore nº 141