El pasado fin de semana, durante los días 13, 14 y 15 de mayo, se celebró una fiesta de cumpleaños muy especial. Asturias homenajeó a Joaquín Díaz, «coleccionista de vidas, culturas y tradiciones» y un castellano que se siente «orgulloso de tener sangre astur y de querer tanto a esta tierra». Toda la familia de su padre Germán procedía de Cabrales y, desde niño, vio en su progenitor ese amor a la tierra, cuando los días de lluvia se levantaba cantando canciones asturianas, acordándose, tal vez, de Inguanzo, del palacio en el que nació, de Villa Mier donde residió algunos períodos de su juventud, o de la iglesia de Santa Cruz de Inguanzo que un tío abuelo de Joaquín reconstruyó hace 150 años.
Joaquín, que dejó «el miedo escénico», los escenarios, las actuaciones en televisión, la fama y la miel del triunfo en gran parte del mundo, para «buscar lugares y vidas más discretas, aunque siempre ricas por su humanidad y por su contenido», ahora, al tiempo de cumplir sus 75 años, durante estos días ha señalado que «siente que eligió bien», al igual que lo sentimos y decimos los muchos que tanta sabiduría y buen hacer hemos recibido de él.
Realizándolo como suele hacer él las cosas, de una manera callada, entregando sin pedir nada a cambio, con suma discreción, aunque, cuando se vea lo hecho, se sepa que su mano en ello está. La mano silenciosa y generosa de Joaquín que tanta virtud tiene, al igual que su voz cuando se le oye cantar o escribir en esos ochenta discos, cincuenta libros, la Revista de Folklore, Parpalacio, la Fundación, los congresos y simposios, artículos, conferencias, exposiciones...
El fin de semana comenzó el pasado viernes 13 de mayo a las 19:00 horas en el Teatro Filarmónica de Oviedo, cuando según dijo Concha Fernández Pol: ASTURIAS CANTÓ A JOAQUÍN.
Con el título ASTURIAS EN EL CORAZÓN, se realizó un homenaje a Joaquín, organizado y coordinado por la mencionada Concha Fernández Pol y Chus Pedro Suárez Fernández, bajo el patrocinio de la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo y la colaboración de la Presidencia del Principado de Asturias, RTPA, Fundación SGAE, Fundación Nuberu y Teatro Filarmónica de Oviedo.
El acto, al que asistieron el Presidente del Principado de Asturias, la Consejera de Cultura, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo y director de la Fundación Municipal de Cultura, el director de la SGAE en el Noroeste, el director de la Fundación Joaquín Díaz, el director de la Radiotelevisión Principado de Asturias y el Presidente de la Fundación Nuberu, fue presentado por Pepa Fernández y José Ramón Pardo.
Durante tres horas, con la gente reunida al afecto de Joaquín, actuaron:
El concierto terminó con un cumpleaños feliz comenzado por Paco Ibáñez, convirtiéndose pronto en coro seguido por todo el público asistente que arropó a un emocionado Joaquín que no pudo por menos que decir: «Estos tíos me han enseñado a vivir, y a cantar en algunos casos. El «Jinete» de Paco me parecía el folklore de otro mundo... No me olvidaré en la vida, nos reuniremos otra vez a los cien años». Un concierto homenaje que, como Concha Fernández, su organizadora y coordinadora, manifestaba en la presentación del mismo a los medios de comunicación, dio muestras del gran cariño que se tiene a este «músico, etnógrafo, escritor, el padre del folk en España, una persona muy sencilla y con una labor muy callada».
Terminaron así las tres deleitosas y cortas horas de este concierto memorable, de estar con amigos. En él, Joaquín pudo oír palabras tan merecidas como las que pronunció Víctor Manuel: «No os hacéis idea de lo importante que ha sido Joaquín Díaz en la música española, y lo que será para las próximas generaciones... un maestro al que, los que nos dedicamos a esto, veneramos» o las que dijo Luis Delgado: «Joaquín es la persona más generosa que conozco, nos lo regala absolutamente todo» o las que declaró Amancio Prada: «Has conseguido, Joaquín, alcanzar y conjugar discreción con excelencia, ese ideal de vida», o las que se pudieron escuchar cuando, por pantalla, se mostraron Martirio o Carlos Núñez. En todos esos momentos, Joaquín no solo lloró por dentro sino que mostró ese saber estar en un emocionante reconocimiento no solo merecido sino esperado por todos, y en el que los recuerdos a las personas queridas, algunas presentes —como Elena Casuso, voz magnífica y amiga incondicional de Joaquín, o la hija de esta, Sonia de la Fuente Casuso, también gran voz y, junto con su madre, acompañante de Joaquín en algunos discos— y otros ausentes físicamente, pero que seguro estuvieron de espectadores invisibles en todo momento, dentro del corazón de Joaquín. Esta gran persona que, como Concha Fernández señaló, ha sabido «rescatar, mejorar y transmitir las joyas del tesoro de nuestro romancero y de tantas otras canciones tradicionales de distintos lugares de nuestra geografía, incluyendo las que los sefardíes se llevaron con ellos, junto con las llaves de sus casas, cuando fueron expulsados de España». La que supo llevarnos al gusto por el cantar tradicional, «allá por los años 70 y 80 (cuando) nos reuníamos para celebrar la amistad y cantar, guitarra en mano o sin ella, en torno a una botella de sidra, unos vinos o unas cañas» y la que «lleva más de 50 años cantando para los demás».
Si el viernes fue emocionante, el sábado no lo dejó atrás. El sábado 14 de mayo, día del 75 cumpleaños de Joaquín, estuvo repleto de sorpresas y agradecimientos.
La visita a Villa Mier, la que fue casa de la familia Mier y que Joaquín visitaba muchos veranos, fue de corazón abierto al recuerdo familiar, a la memoria de los seres queridos, evocando esos rincones donde posan tantas y tantas cosas que el tiempo no puede borrar porque se encuentran en lo más adentro del alma, en lo que está tatuado de forma imborrable. La atención que recibió Joaquín de los actuales propietarios fue de agradecer y reconocer.
Tras una comida posterior, un tanto familiar, en el pequeño restaurante Casa Julián, de Niserias, con tarta incluida y el cántico de cumpleaños feliz, transitaron hacia el Ayuntamiento de Llanes, en el que, después de pasear por el lugar, marcharon a la casa de cultura donde se proyectó el documental sobre su figura y legado, dirigido por Inés Toharia e Isaac García «El río que suena, reflejo del tiempo» y que hizo recordar a Joaquín la mirada a la tradición como «ese pie que dejamos atrás, cuando vamos a andar y con el que evitamos el desequilibrio», refiriéndose a «la necesidad de aprender de los valores transmitidos, de crear criterios y las advertencias de los antepasados que nos ayudan a vivir», como ese «aprendiz» que dijo ser, para «cada día recibir mucho de los demás».
Al finalizar la proyección, Amnistía Internacional y la Fundación Nuberu, tuvieron palabras de agradecimiento y una atención hacia Joaquín por su gran obra y su manera de ser, interviniendo, al final Laura Muñoz, de Nuestro Pequeño Mundo, cantándole al cumpleañero un muy emotivo cumpleaños feliz.
Al día siguiente, domingo 15 de mayo, en Inguanzo, pueblo en el que nació el padre de Joaquín, los cabraliegos le rindieron un emotivo homenaje que comenzó con el recibimiento de Honores de la banda de gaitas «Picos de Europa-DOP Cabrales», que en el pueblo le esperaba dirigida por Héctor Braga.
Tras escoltarlo, en un paseo andando con el alcalde de Cabrales y vecinos de Inguanzo, hasta llegar a la bella iglesia de la Santa Cruz, en ella Joaquín pudo hablar con algunos familiares al tiempo que se descubrió una placa que reza así:
«Aún late el pasado en nuestro pulso: las venas cantan los sones de la tierra con la voz de la sangre». Joaquín Díaz (castellano de nacimiento y cabraliego de corazón).
El recibimiento, encuentro y descubrimiento de placa, no hizo por menos que, más tarde, hacer expresar a Joaquín: «Me he encontrado con primas de mi padre, con primas mías que no conocía y con un pueblo maravilloso y cordial».
Posteriormente, en un ambiente de recibimiento y saludos cordiales y de bienvenida, acudieron a visitar el palacio del Mayorazgo de Inguanzo, lugar donde, junto a otros personajes ilustres, nació Germán Díaz, padre de Joaquín y vivió su abuela Fernanda. Más tarde, toda la comitiva se acercó hasta una carpa preparada para que todo el pueblo pudiera ver cómo el homenajeado recibía las credenciales del nombramiento como hijo adoptivo de Inguanzo y la colocación de la insignia del concejo en la solapa, dando las gracias el señor alcalde de Cabrales de tener tan ilustre hijo adoptivo «rescatador del folclore peninsular».
Las palabras siguientes de Joaquín, llenas de emoción y humildad, hicieron ver los recuerdos tan profundos que tenía hacia Cabrales y esa familia de su padre Germán Díaz —al que tantas veces oyó cantar a esa Asturias, patria querida—, manifestando que era «un honor y un orgullo haber sido nombrado hijo adoptivo de Cabrales. Ahora es una obligación para mí defender que esto siga siendo un paraíso... mi único mérito es ser hijo de mi padre. Pero el que llevaba Cabrales por dentro era él, por eso quiero dedicárselo». Ese padre que «siempre tuvo recuerdos positivos de su tierra hasta que murió... Ahora defenderé que mi familia viene de aquí, y que somos asturianos de pura cepa».
Con posterioridad, y tras recibir Joaquín numerosos cumplidos, se presentó el libro 'La sangre inútil', en el que Joaquín habla de sus raíces familiares y del que Concha Fernández dijo: «tuve ocasión de leerlo en 2020, cuando Joaquín nos lo pasó en formato digital, recién acabado, en aquellos primeros tiempos de confinamiento a causa de esta pandemia del coronavirus que aún se resiste a dejar de acompañarnos... en aquella primavera que no vimos florecer, su lectura me permitió bucear en los entresijos de su genealogía y su conexión con la revolución mexicana, con Emiliano Zapata y con la desafortunada historia de Nacho.
Y mientras me adentraba en ella, realizando anotaciones para no perderme en las ramificaciones de los Alonso y de los Mier, fui consciente de que lo que él narraba estaba cumpliendo una función similar a la que siglos atrás habían desempeñado los cuentos de 'El Decamerón' con aquellas personas que en el siglo XIV, huyendo de la peste negra, se habían aislado en una mansión campestre de Florencia compartiendo relatos para que se les hiciese más llevadero, menos angustioso, el tiempo de espera hasta que la muerte se decidiese a pasar de largo.
Porque eso es lo que, con la generosidad que te caracteriza, tú hiciste en aquellos momentos, Joaquín: compartir esta historia, además de regalarnos por vía telemática dos canciones grabadas en tu casa, haciéndonos sentir menos solos e indefensos mediante el poder sanador de la música y de la literatura». Concha Fernández finalizó su intervención dando las gracias porque «nos has mostrado una parte de tu trastienda familiar, esa que todas las familias tenemos, pero que se oculta porque es un tema tabú del que no se puede hablar. Y menciono esto por dos motivos: porque al hacernos partícipes de ello estableces una genuina comunicación, un camino de ida y vuelta, con quienes admiramos tu trabajo artístico y literario y, sobre todo, porque al hablar con naturalidad de las dolencias de tipo mental (y no es la primera vez que lo haces, en otro de tus libros, La cárcel blanca, ya realizaste una valiosa aportación) contribuyes a ayudar a otras personas en situación similar y a eliminar el estigma social que todavía llevan asociado las 'enfermedades del alma'».
Se cerró el día con la firma de libros por parte de Joaquín y un concierto en el que actuaron Héctor Braga, Xuacu Amieva y Nuberu, y, con el himno de Asturias, finalizaron estos tres días tan intensos y emocionantes para todos aquellos que seguimos a Joaquín viendo en él esa persona que, como Concha Fernández manifiestó, «tanto ha hecho y hace por el folklore y la cultura tradicional».
La Asociación de Amigos de la Fundación Joaquín Díaz, agradece el ímprobo esfuerzo realizado por nuestra compañera Concha Fernández Pol, por organizar y coordinar este homenaje tan emotivo e intenso que hasta última hora, tan solo a escasos cuatro días de comenzar, aún tenía tantas y tantas cosas que hilar y que, su buen hacer y esfuerzo, logró curtir en tan brillante y memorable concierto-homenaje que, en su momento, podrá verse en «a la carta» en la Radio Televisión del Principado de Asturias.
Cátedra de Estudios sobre la Tradición, Universidad de Valladolid | Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción
miércoles 4 de diciembre de 2024
Número 513
14 de noviembre 2024
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11 y 12 octubre de 2024. Messina-Mistretta (Italia)
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18 de septiembre > 24 de noviembre de 2024. Sala Revilla, Valladolid
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Número XVI de 2023