Juan Llorens, Palma de Santa Catalina 6, Barcelona
La aleluya comienza con tres versos que muestran a las claras la intención del autor, esto es, manifestar la admiración por la vida militar y dejar patente que buena parte de esa admiración se basó siempre en los hechos de armas: «Las páginas de la historia, al ejército español, le darán renombre y gloria». Descripción minuciosa de todos los cuerpos de ejército y los grados y jerarquías que lo componían.
Algunos autores consideran que el género de cordel pudo servir, antes del apogeo de los periódicos, para construir un entramado ideológico a favor del poder civil y religioso sin respetar en muchos casos la verdad de los hechos. En el siglo xviii, por ejemplo, pliegos e impresos alabaron con un cierto tinte propagandístico a la monarquía al tiempo que recuperaban héroes medievales como Bernardo del Carpio, los siete Infantes de Lara y El Cid o reforzaban el papel de los protagonistas de determinadas hazañas, como es el caso de Don Juan de Austria, el vencedor de Lepanto.