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16-11-2018

16 de noviembre, concierto en la Catedral de Valladolid: THE GREGORIAN CHANT CHOIR OF SPAIN

Actos conmemorativos del IX Centenario del fallecimiento del Conde Ansúrez

La Catedral de Valladolid acogió el día 16 de noviembre un concierto del Coro de Canto Gregoriano • Ismael Fernández de la Cuesta.




Día 16 de noviembre de 2018, 20:00h.

Coro de Canto Gregoriano
THE GREGORIAN CHANT CHOIR OF SPAIN


Coro de Canto Gregoriano
Ismael Fernández de la Cuesta


PROGRAMA

CANTANTIBUS ORGANIS. Procesión. Antífona y salmo. Modo II.
Antifonario romano

RORATE CAELI DESUPER. Introito per Adventum. Modo I.
Gradual romano

KYRIE. FONS BONITATIS. Tropo con discanto. Modo III.
Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos

GLORIA IN EXCELSIS DEO. Modo I. Kyriale nº. II.
Gradual romano

BENEDICTA ET VENERABILIS. Responsorio Gradual con
discanto. Modo IV. Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos. Siglo XIII

ALLELUIA. SALVE VIRGO. Modo VIII. Con discanto.
Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos.
Siglo XIII

RECORDARE. AB HAC FAMILIA. Ofertorio con discanto.
Modo I. Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas,
Burgos. Siglo XIII

SANCTUS. Cleri caetus. Tropo con discanto. Modo VI.
Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos.
Siglo XIII

AGNUS DEI. Exsultet hec concio. Tropo con discanto. Modo VII. Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas,
Burgos. Siglo XIII

BEATA VISCERA MARIAE. Antífona de comunión y cántico.
Modo I. Gradual romano
CONGAUDEANT CATHOLICI. Tropo de Benedicamus Domino. Modo I. Códice Calixtino. Siglo XII

ALMA REDEMPTORIS. Antífona mariana con doble motete.
Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos.
Siglo XIII.

Director: Ismael Fernández de la Cuesta
(*) Los discantos de todas las piezas han sido reconstruidos por el Director según diversos códices hispánicos y europeos.







El programa elegido para este concierto intenta reconstruir los cantos de la Misa de una de las celebraciones esenciales del culto cristiano, la de las fiestas de Santa María del Tiempo de Adviento que inicia sus cantos con el emblemático introito Rorate caeli desuper.
Se llama gregoriano este canto litúrgico latino de raíz romana porque, a fines del siglo viii, los clérigos franco-romanos atribuyeron su composición a San Gregorio Magno (+604) para extender el poder político del nuevo imperio carolingio y justificar la eliminación de todas las tradiciones litúrgico-musicales no romanas, incluida la hispano-visigótica.
En la carrera para introducir el canto gregoriano en toda la cristiandad, gracias al impulso interesado de los emperadores y de los papas, se produjeron los hechos que han sido capaces de diferenciar la música occidental con respecto a la de culturas tan elevadas como la árabe, la china y tantas otras más.

El nuevo canto pasó de la tradición oral a la escrita y, sobre todo, se ahormó a la teoría de la escala diatónica, produciéndose los siguientes transcendentales hechos histórico‑culturales: los sonidos musicales, hasta entonces flotantes en la memoria y en la voz de los intérpretes, quedaron fijos en la escala diatónico-cromática, inventada al efecto, que hoy usamos; se experimentó con éxito un código de escritura musical, el actual; nacieron de él nuevas formas y técnicas compositivas (el tropo y la canción trovadoresca, el contrapunto, la polifonía, las consonancias y sistema armónico) que el paso del tiempo y los autores perfeccionarían; quedó este canto como referente inexcusable de la composición durante muchos siglos, al menos hasta el siglo XViii; en fin, nuestros arquetipos auditivos, los de nuestra cultura occidental, se han formado en el diatonismo mientras nuestros ancestros cantaban y escuchaban día tras día durante más de diez siglos la misma música.

Para un historiador y músico profesional, el canto gregoriano es el que mejor define la cultura occidental de la música, la de los grandes compositores antiguos y modernos. Es la espina dorsal que ha hecho sostenible la prodigiosa evolución de la música durante el último milenio. El propio J. S. Bach, aun siendo fervoroso luterano, recibió una influencia decisiva de este canto en su gigantesca obra religiosa.

Los cantos que proponemos en este concierto pertenecen al repertorio tradicional del canto gregoriano, adornados varios de ellos con tropos y discantos.

Los discantos son ornamentaciones que, casi desde los orígenes de la liturgia cantada, realizaban los maestros cantores sobre la melodía del canto gregoriano, el cual quedaba invariable. Nuestro coro intenta recuperar, por tanto, un modo de cantar hoy perdido que dio origen de la polifonía occidental. Todavía en los siglos XViii y xix encontramos interesantes aunque muy tenues vestigios de estos discantos, por ejemplo, en la catedral de Toledo y, según cuenta Félix Mendelshon de su viaje a Roma en 1830, en la capilla Sixtina del Vaticano.

Los tropos son letrillas en verso latino que se introducían a modo de glosas en los melismas o largas ornamentaciones de las piezas de canto llano. La composición de tropos alcanzó un éxito extraordinario durante los siglos X al XII, de tal manera que afectó a la creación poética en lengua vulgar.

Así es como los tropatores se convirtieron en trovadores de canciones en lengua romance, occitana, francesa, mozárabe (muwashahas, jarchas, etc.) con temas de naturaleza satírica amorosa, etc.

Las grabaciones discográficas de canto gregoriano que realicé hace más de cuarenta años con el Coro de Monjes Benedictinos de Santo Domingo de Silos han contribuido a su difusión entre el gran público. Éste ha descubierto no sólo su valor testimonial histórico, sino sobre todo su hondura musical. Es irrelevante, en estas circunstancias, el natural desenfoque con que lo acepta la sociedad actual como música de concierto.

También hace mil años –coincidencia o providencia de la historia–, en el tránsito de los siglos X al xi, los escribas de los más importantes centros eclesiásticos se dedicaron febrilmente a la copia de esta música en los códices que hoy guardan nuestros archivos con el presentimiento de que el canto sagrado que había permanecido vivo en la tradición oral y en la memoria de los cristianos podría olvidarse para siempre.

Centrar, perfilar y ampliar la imagen sonora del canto gregoriano que la sociedad ha podido percibir a través de mis antiguas grabaciones discográficas con los monjes y de los registros con mi coro actual compuesto por seglares, es el mensaje que quiero trasladar hoy al público de Valladolid.
Ismael Fernández de la Cuesta


Tras los éxitos mundiales de sus grabaciones discográficas realizadas hacía más de 20 años con los Monjes Benedictinos de Santo Domingo de Silos, Ismael Fernández de la Cuesta fundó en el año 1994 un Coro para explicar mediante audiciones en directo que el Canto Gregoriano no es una música “pop”, sino un repertorio de cantos que durante más de un milenio ha sido el sustrato de la música culta Occidental.

Lo integran músicos seglares de la ciudad de Vitoria concertados por Julián Larrañaga.
Especializado en cantar el Gregoriano según sus diversas formas de interpretación a través de los siglos, el Coro de Ismael Fernández de la Cuesta busca resultados artísticos basados en el estudio de las fuentes orales y escritas antiguas, antes que su restauración arqueológica. Ha cantado en espacios religiosos y profanos de muchas de las más importantes ciudades de Europa, Estados Unidos, Iberoamérica y Australia, ante gentes de muy diversas culturas.

Entre las giras y conciertos internacionales más destacados de este Coro hay que señalar el ciclo dado en las principales iglesias y salas del Medio y Este de los Estados Unidos, principalmente en Nueva York, Boston, Washington, Philadelphia, Chicago, New Orleans (concierto-memorial con motivo del desastre que provocó el huracán Katrina), etc., en Italia, Bélgica, Francia, México, Venezuela, Ecuador, Quincena Musical de San Sebastián, Festival Internacional de Sidney (Australia), Festival de Arte Sacro de Madrid, Festival Internacional de Santander, Córdoba (mezquita), Burgos, Canarias, Vitoria, Salamanca, Murcia, etc.

Entre los conciertos de mayor impacto causado a los propios cantores intérpretes, destacan los que tuvieron lugar sucesivas veces en las Iglesias de las Misiones Jesuíticas del Paraguay en Chiquitanía (hoy Bolivia) y en las iglesias de la Compañía y de San Francisco en Quito (Ecuador).

El Coro ha sido el protagonista del programa televisivo “Songs of the Spirit” emitido por la cadena pública PBS para todos los Estados Unidos, y por TVE para España. También ha sido galardonado con el Certificado de Mérito del Gabriel Award de los Estados Unidos como mejor programa cultural y de contenido humanístico y religioso.

La crítica especializada ha destacado del Coro de Ismael Fernández de la Cuesta, cuando ofrece al público la fragilidad melódica del Canto Gregoriano en iglesias, teatros y auditorios, la perfección artística y la pureza musical de sus interpretaciones. Hay referencias suyas en los más importantes periódicos internacionales: EE. UU, New York Times, Chicago Tribune, Boston Globe, Philadelphia Enquirer, etc., Australia, Daily Telegraph, y en muchos otros del continente Iberoamericano y de Europa.