Acuérdate bien mío
Que cuando te ausentaste
Un alma me llevaste
Que no me has vuelto a dar
El aire que respiro
Lo debo a la esperanza
Mira si tu tardanza
Me dará en que pensar.
Un siglo me parece
El más pequeño instante,
Que un corazón amante
Jamás supo esperar.
Si por mi desventura
A verme no volvieres
La vida y los placeres
Sabré sacrificar.
En medio de las penas
Que me han acometido,
Te juro, no he tenido
Más consuelo que amar;
Porque tan sólo cifro
Toda la dicha mía
En estar noche y día
Amando sin cesar.
Si al dulce y blando sueño
Me rindo por un rato,
Al vivo tu retrato
Se viene a presentar.
Gustoso, entre mis brazos
Le estrecho con ternura
Y es tanta mi locura
Que no le sé dejar.
Despierto, y aunque veo
Que todo sueño ha sido,
El gusto que he sentido
Me vuelve a enajenar;
Te llamo y no respondes,
Te busco y no apareces
Y creo muchas veces
Que no ha sido soñar.
Si no consigo el verte
Por lo menos quisiera
Que el sueño eterno fuera
Y nunca despertar;
Porque al fin, los placeres
Aunque soñados sean
Entre tanto recrean
Y dejan descansar.
El que quisiera amando
Vivir sin pena
Ello es así, creedme a mí
Vivir sin pena.
Vivir sin pena
El que quisiera amando
Vivir sin pena (4).
Dices que me quieres mucho
Y es mentira, que me engañas
Que en un corazón tan chico
No pueden caber dos almas
Y tómalas alla
Toma las habas verdes
Que tómalas allá
Dalas a quien quisieres
Que nada se me da.
El que quisiera amando
Vivir sin pena
Ello es así, creedme a mí
Vivir sin pena.
Vivir sin pena
Ha de tomar el tiempo
Conforme venga (4).
Nunca fíes en palabras
Ni en cariñosos extremos
Porque en volviendo la cara
Si te he visto no me acuerdo.
Y tómalas allá
Toma las habas verdes
Que tómalas allá
Dalas a quien quisieres
Que nada se me da.
Ha de tomar el tiempo
Conforme venga
Ello es así, creedme a mí
Conforme venga.
Quiera querido
Y si le aborrecieren
Haga lo mismo (4).
Si me quieren sé querer
Si me olvidan olvidar
Si me desprecian, desprecio,
Que aqueste es mi natural.
Y tómalas allá
Toma las habas verdes
Que tómalas allá
Dalas a quien quisieres
Que nada se me da.
Y si le aborrecieren
Haga lo mismo
Ello es así, creedme a mí
Haga lo mismo.
Tú que no ignoras
Lo que es amor
Dime si es esto que tengo yo:
Dentro del pecho
Siento un ardor (bis)
Que martiriza
Mi corazón
Dulce bien mio
di si es amor
lo que padece
mi corazón.
En el extremo
Ya de morir
Alienta el alma
Vuelve a vivir:
Me inflamo todo
Me vuelvo a helar
Se mezcla el gusto
Con el pesar
Dulce bien mio
di si es amor
lo que padece
mi corazón.
Quiero una cosa
Mas yo no sé
A quién pedirla
Ni dónde esté;
Tiernos suspiros
Suelo lanzar
Y envuelta en ellos
El alma va.
Dulce bien mio
di si es amor
lo que padece
mi corazón.
Si te veo, si te hablo
Si te miro, si te escucho
Siempre digo: he de dejarte
Y siempre te quiero mucho.
Fuerte cosa es para un corazón
El querer a una hermosa mujer
El quererla y no dejarla ver
Hasta dónde llega una pasión.
De este modo, callando me muero
Aunque el pecho se abrasa de amor
Ay, ay ay, de mi corazón
Ay ay ay, ay ay ay, qué dolor.
Ay, ay, ay (bis)
Ay, ay, ay qué dolor.
Un imposible me mata
Por un imposible muero
Imposible es conseguir
El imposible que quiero
Fuerte cosa…
Tengo de morir callando
Pues por imposible veo
Que de mujer tan hermosa
Pueda ser yo sólo el dueño.
Fuerte cosa…
Alerta, muchachas,
Incautas, sencillas
Mirad que los hombres
Aman por rutina.
Yo que los conozco
Vivo prevenida
Contra sus engaños,
Tramas y perfidias.
Los escucho y dejo
Que gasten saliva (2)
Y a todo respondo:
Jesús, qué mentira.
A todas les hablan
De una suerte misma
Y éstas son sus frases
Las más favoritas:
Mi amable tirana
Mi dulce homicida,
Todos mis pesares
Calman a tu vista
Y el pecho parece
Que alienta y respira,
Y a todo respondo:
Jesús, qué mentira.
Me dan mil palabras
Sin fin de cumplirlas,
Ofrecen sin tasa,
juran sin medida;
Groseras lisonjas
Y obsequios prodigan.
Todo son halagos,
Todo son caricias
Que el hombre es humilde
Y a engañar aspira
Y a todo respondo:
Jesús, qué mentira.
Me llaman su diosa
Me nombran divina,
Cruel unas veces,
Otras homicida;
En tanto soy ángel
Como soy harpía.
Ya les doy la muerte
Ya les doy la vida.
De diversos modos
Cada cual delira
Y a todo respondo:
Jesús, qué mentira.
De amor la pasión activa
Mi esclava al fin vino a ser (bis)
Y libre ya de sus lazos (bis)
Me río de su poder
Porque el amor es vencido
Cuando se quiere vencer
Quien no rompe las cadenas
De esclavitud tan cruel
Adormecido en su mal
No sabe gozar del bien.
Así yo a la libertad
Consagro desde hoy mi fe
Que no hay placer en amor
Que se iguale a su placer.
Amadores infelices,
Dejad ya de padecer
Y esos lazos insufribles
Con resolución romped.
Su bien dorado veneno
El pecho pudo beber (bis),
Mas también supo vengarse (bis)
De su dolo y mala fe.
Porque el amor es vencido
Cuando se quiere vencer.
Quien no rompe las cadenas
De esclavitud tan cruel
Adormecido en su mal
No sabe gozar del bien.
Así yo a la libertad
Consagro desde hoy mi fe
Que no hay placer en amor
Que se iguale a su placer.
Amadores infelices,
Dejad ya de padecer
Y esos lazos insufribles
Con resolución romped.
Si amistad se vuelve amor
Adiós, adiós quietud de la vida
Que alternan gusto y dolor
Si amistad se vuelve vuelve amor.
Huyamos pues del rigor
De la simpática herida
Que amor vuelto en amistad
Adiós, adiós quietud de la vida (bis)
Si amor se vuelve amistad
Adiós, adiós placer de la vida
Qué insulsa tranquilidad
Si amor se vuelve amistad.
Gozad de él, pues que es imán
Que al lazo os convida
Que amor vuelto en amistad
Adiós, adiós placer de la vida (bis)
Muchas veces una niña
Está llorando y gimiendo
Y tal vez está diciendo
Que te adora sin cesar
Y tú sabes que con otro
Te la pega sin piedad.
Tú te quejas y ella jura
Que es muy grande falsedad
Porque nunca las mujeres
Decir pueden la verdad.
Devorando fingimientos,
Fraudes, traiciones y engaños
Pierde sus mejores años
Quien se llega a enamorar.
Tú te abrasas, y ella en tanto
Triunfa de tu necedad,
Y que quieras o no quieras
Sufrirás más de un rival
Porque nunca a las mujeres
Se les puede replicar
Si en éxtasis amoroso
Ves a tu dama oficiosa
Ofreciendo cariñosa
Su amistad a tu rival,
No pretendas con tus celos
Su conducta reprochar
Pues te dirá con frescura
Que fue pura urbanidad.
Porque siempre las mujeres
Mal o bien, te harán callar.
El inmortal fingimiento,
La traición, la felonía
Y una eterna tiranía
Logra el que llega a adorar.
Amantes alucinados,
Salid de esa ceguedad
Que el pecho de una mujer
Jamás arde en realidad,
Porque al fin, de las mujeres
Nada bueno hay que esperar.
El convencer a una ingrata
De su fementido amor
Es luchar con un error
O empeñarse en delirar.
Para alejar tus sospechas
Sus lágrimas vertirá
Y adormecido con ellas
Tu amor volverá a inflamar
Porque siempre a las mujeres
Se les debe perdonar.
Si tu vista en otra dama
Un instante se ha fijado
No podrás este pecado
Ni aun con tu sangre lavar
Y ella de dos mil amantes
El incienso admitirá.
Y tú debes confundirte
Y su conducta alabar
Porque siempre las mujeres
En la lid han de ganar.
Desde el instante
Niña que vi
Tus bellos ojos
Muero por ti.
Tu gracia amable
Me enamoró
Y alma y potencias
Me cautivó.
Si quieres darles
Tierna expresión
Tras sí me arrastran
El corazón (3).
Ora que en calma
Fijos estén
Ora amorosos
O con desdén
Ora los juegues
Con altivez
Ora los pongas
Con languidez
Ora que giren
Sin dirección
Ora se muevan
Por distracción (3).
Tus ojos niña
Flechas de amor
Siempre me inspiran
Un tierno ardor.
Cuando los llegas
En mí a fijar
Todo su encanto
Me haces probar.
Muero a tus ojos,
Ten compasión
Y paga tierna
Mi fiel pasión.
No más rigores,
No más sufrir
Si es que no quieres
Verme morir (3).
Tus ojos niña
Flechas de amor
Siempre me inspiran
Un tierno ardor.
El amor que oculto vive
Sin llegar a declararse
Mal puede encontrar alivio
En quien la pasión no sabe.
En vano son quejas
En vano son ayes
Que mudos expliquen
afectos amantes.
Siendo mejor muchas veces
En amorosos combates
Excederse de atrevidos
Que no morir de cobardes
Ay tirana de mi vida
Ay tirana de mis males
Ay de mis males (2)
Ay, ay.
Yo las falacias
No sé de amor
Que mi sistema
Es sí o no.
Por lo que siempre
Quiero exigir
Resueltamente
O no o sí.
Te quiero niña
Con fino amor
Templa este fuego
Con sí o no.
Si no quisieres
Verme morir
Despacha y dime,
O no o sí.
Yo las falacias
No sé de amor
Que mi sistema
Es sí o no.
Depón resuelta
Todo temor
Y dime al punto
O sí o no.
¿A qué es pensar
y discurrir
cuando es más breve
o no o sí?
Yo las falacias
No sé de amor
Que mi sistema
Es sí o no.
Vaya, negra de mi vida
Vaya, hechizo adorao,
Sal ya, que por verte sólo
A tu reja estoy pegao.
Ay, ay, ay de mí, ay de mí, ay de mí
Mira que mi afecto
Si lo consideras
De ser muy constante
Te ha dao mil pruebas
Ay, ay, ay, ay cruel
Déjame morir, déjame morir, déjame morir
Déjame, déjame morir, déjame morir, déjame morir.
Tu gracejo y tu salero
Y tu chiste agitanao
Me han robao las potencias
Y me tiene ajacharao.
Ay…
Permita Dios que onde pongas
Todos tus cinco sentíos
Que te paguen tu querer
Como tú pagas el mío.
Ay…
Ayer tarde por flores
Mi amado bien salió
Con su vista a las plantas
Dando nuevo verdor
Seguíala contento
Su manso recental
Que la hermosura arrastra
Hasta lo irracional.
Oculto entre unas ramas
Yo la quise acechar
Mas vengose Cupido
De mi curiosidad
Vi que en un arroyuelo
Lavarse pretendió
Donde un descuido suyo
Mil cuidados me dio.
Quise dejar de verla
Conociendo mi mal
Pero huyendo su vista
La volví a mirar.
Sin poder contenerme
Salí lleno de ardor
Mas con una mirada
Inmóvil me dejó.
Animado de nuevo
La quería abrazar
El tacto de su nieve
Aumentó mi volcán.
Entre dulce y severa
Culpando mi pasión
Quiso cubrirse el pecho
Y el alma descubrió.
Volvió airada y furiosa
A mostrarse cruel
Pero es mujer Felisa
Y fue por fin mujer
Cuando más irritada
De mis brazos huyó
Con una amable risa
En ellos se arrojó.
Enlazada a mi cuello
Entre suspiros mil
De mi súplica amante
Contestó con un sí
Entregada a un desmayo
Felisa se quedó
El resto de la escena
Júzguelo quien amó.