Dice el sabio Salomón
que el que besa a una mujer,
no tiene perdón de Dios,
si no la besa otra vez.
Dice el sabio Salomón,
que el que engaña a una doncella
no tiene perdón de Dios,
si no se casa con ella.
Dice el sabio Salomón
que el que engaña a una casada
no tiene perdón de Dios,
si la dejara preñada.
Dame la mano mi paloma,
para subir a tu nido.
Me han dicho que duermes sola
vengo a dormir contigo.
En la mar hay una torre
en la torre una ventana
y en la ventana hay una hija
que a los marineros ama.
Si la mar fuera de gliche
los barquitos de canela,
yo me marcharía entero,
por salvar a mi bandera
Corrido va el abad
por el cañaveral.
El abad de Oriejo,
viendo que aparejo
tiene la de Alejo
para oir su mal,
váse allá derecho,
le dá de su pecho
en amor deshecho
bastante señal.
Ella se lo oía
y le respondía,
que le curaría
su llaga mortal.
El, con esperanza
dentro se abalanza,
sin tener mudanza
de mal temporal.
El que se lanzaba,
y Alejo que entraba
que entonces llegaba
desde su higueral,
viendo Alejo al zote,
asió de un garrote,
y del pie al cogote
le hizo cardenal.
<
Quién te pudiera tener
tres horas a mi servicio.>>
<
<
Al dar el reloj las doce
Gerineldo se ha vestido;
calza zapatos de seda,
para andar sin ser sentido.
Tres vueltas le da al palacio,
y otras tantas al castillo.
<
<<¿Quien sois vos el caballero,
que así llamáis al postigo?>>
<
Le ha agarrado de la mano
y en su cuarto le ha metido,
y entre juegos y caricias
los dos se quedan dormidos.
Ha despertado el buen rey,
dos horas del sol salido;
tres veces había llamado,
ninguna le han respondido.
<
o con la Infanta dormías,
o el Alcázar me has vendido.>>
Toma la espada en su mano,
de gran cólera encendido,
y al subir de una escañera,
les ha pillado dormidos.
<
y si mato a la Princesa,
dejo mi reino perdido.>>
Puso la espada por medio
porque sirva de testigo,
y al despertar la Princesa,
la espada del rey ha visto.
<
que la espada de mi padre,
de nuestro yerro es testigo.>>
Gerineldo va a su estancia,
le sale el rey de improviso.
<<¿Dónde vienes, Gerineldo,
tan mustio y descolorido?>>
<de coger flores y lirios,
y la rosa mas fragante
mis colores ha comido.>>
<
Testigo de ello, mi espada.
En su filo está el castigo.>>
Yo me enamoré de un ayre;
de un ayre de una mujer.
De una mujer muy hermoza
linda de mi corazón.
Yo me enamoré de noche,
y la luna me engañó.
Si otra vez yo me enamoro,
sea de día y con sol.
Chapirón de la Reina,
chapirón del rey.
Mozas de Toledo,
ya se parte el Rey,
quedaréis preñadas,
no sabréis de quién.
Mozas de ciudade
guardaros de él,
que aún ni en moneda
podréisle tener.
En tanto que entre,
poneros en pie,
mas otros primores
no habréis de poner.
Tres hijas tenía el rey
todas tres como la plata,
y la más pequeña de ellas,
Delgadina se llamaba.
Un día al ir para Misa,
su padre la reparaba:
<
<
Ser yo mujer de mi padre.
De mis hermanos madrastra!>>
La agarra por los cabellos,
y a una torre la arrastrara.
No la daba de comer,
más que pez y agua salada.
Delgadina con gran sede
se asomara a la ventana
y viera abajo a su madre,
en silla de oro sentada.
<
que el alma tengo en un hilo,
y la vida se me acaba.>>
<
que va para cuatro años,
que me tienes malcasada.>>
Delgadina con gran sede
se asoma a otra más alta,
y viera allí a sus hermanas,
lavando paños de Holanda.
<
que el alma tengo en un hilo
y la vida se me acaba.>>
<
pero si padre lo sabe,
la cabeza nos cortara.>>
Delgadina con gran sede,
asomóse a otra más alta,
y viera abajo a su padre,
con gran jueguito de barra.
<
que el alma tengo en un hilo,
y la vida se me acaba.>>
<
<
<
Unos van con jarros de oro,
otros con jarros de plata.
Mas por mucho que corrieron,
Delgadina muerta estaba.
A los pies de Delgadina,
una fuente que manaba.
El primero que llegase,
la vida tiene ganada,
el último que llegase,
la vida tiene jugada.
La cama de Delgadina,
de ángeles está rodeada,
y la cama de su padre,
de serpientes y cosas malas.
Estaba la Catalina
sentadita en su balcón.
Pasó por allí un soldado,
de buena o mala intención.
<
<
<<¿Y si su marido viene,
y nos pilla de traición?>>
<
Mi marido fue a cazar,
a los montes de Aragón,
y ahora para que no vuelva,
le echaré la maldición
Cuervos le saquen los ojos
y águilas el corazón.
Los perros de mi ganado,
le traigan en procesión.>>
Aún no había dicho esto,
y él a la puerta picó.
<
Que te traigo un conejito,
de los montes de Aragón.>>
Bajaba por la escalera,
mudadita de color.
<
Que reñi con los criados,
con mucha de la razón,
que me perdieron las llaves,
del más alto corredor.>>
<
que tengo un hermano en francia,
que las haría mejor.
¿De quién es aquel caballo,
que en mi cuadra relinchó?>>
<
<
y cuando no los tenía,
el no me los daba , no.
¿De quién es aquella capa,
que en mi percha se colgó>>
<
<
y cuando no las tenía,
él no me las daba, no.
¿Y qué es lo lque hace un momento,
en mi cama resonó?>>
<
y que ha venido a llamarte
pa las bodas del mayor.>>
<
<
<
Pero que tu padre tenga
noticia de tu traición.>>
La agarrara por la mano,
y a su casa la llevó.
<
Si la tié mal enseñada,
enséñela Usted mejor.>>
El perro de San Roque
no tiene rabo,
porque Ramón Rodríguez
se lo ha robado.
El perro de San Roque
no tiene cola,
porque se la ha comido
la caracola.
La vida dó por el rakí
no puedo yo dejarlo.
De bever nunca me artí,
de tanto amarlo.
Cuando está en el barril,
él no había del todo.
Cuando me hago yo candil
tomo baños de lodo.
El ya mos haze divorzar
casamientos de oro.
La vida mos haze pasar
con risas y con lloros.
Me sento yo hijo varón
me sento yo primario.
Sin tener liras al cajón
me sento millonario.
Este ceguiño que vedes cantando,
déntrambos ollos d´a cara cegó.
Mais por agora vase gobernando,
c´o otro ollo qu´inda lle quedó.
Esto que vos digo, contáronm´a mín
volvendo da feira de Portomarín.
Con otras cosiñas que vos contaré
si son ou non certas, eu non vo lo se.
Como so vello e fáltam´a vista,
quando una moza me ven a falar,
pra me dar conta sé grosa o e fraca,
teño por forza qu´as hay que se rín,
e otras moy oquiñas, que foxen de mín.
A maor parte d´elas xaman po las nais,
pro xaman baixiño, e arrímanse mais.
Ana Marica quedóse soliña,
porque o seu home pra Cuba marchó.
E tal desgosto colléu a rapaza,
que gravemente a coitada enfermó.
E solo quería qu´a fora cuidar ,
un primo que tiña no mesmo lugar.
E despois dicía quando xa sanó.
Gracias as pretiñas que Manuel me dó.
Mucho vestido blanco
mucha parola,
y el puchero en la lumbre
con agua sola.
Arrión,
cara de ladrón,
si vas a Valencia,
¿dónde vas, amor mío
sin mil licencia’
Tanto reloj de oro,
tanta cadena,
luego vas a su casa
y allí no hay cena.
Arrión,
cara de ladrón,
si vas a la Italia,
¿dónde vas amor mío,
que yo no vaya?
Llevan los señoritos
en el zapato,
un letrero que dice,
no tengo un cuarto.
Arrión...
Por no tener un cuarto
para un espejo,
en un cubo de agua
se mira el necio.
Arrión...
Decía que la quería, y no la podía ver.
Era cierto que se amaban, sólo por el interés.
Se iban a casar en Junio, cuando llegara el calor.
El calor les llegó antes, y ella de fiebres murió.
El estuvo en el entierro, pero sólo a pasear,
y la dejó bien tapada, no fuera a resucitar.
Derechita se fue al cielo, a rendir cuentas a Dios,
y como había sido buena, San Pedro la recibió.
El en cambio por sus obras, mereció condenación,
y con Don Pedro Botero, está a partir un piñón.
La moraleja del cuento, no la vayas a olvidar:
Es, que sálvese el que pueda, y el que no pueda a callar.
En la provincia de Huelva
había un molinero honrado,
que ganaba su sustento con un molino arrendado.
Y era casado con una moza, que era una rosa
y era tan bella, que el Corregidor,
madre, se prendóde ella.
La regalaba, la prometía, hasta que un día,
la pidió los favores que pretendía.
Responde la molinera: <
mi marido en el garlito; porque el maldito
tiene una llave, con la cual cierra,
con la cual abre cuando es su gusto.
Expuesto es que nos pille y nos dé un gran susto.>>
Responde el corregidor: <
Según lo digo, ¿será de trigo porción bastante?
Que lo muela esta noche, que es importante
para una idea que tengo oculta,
bajo la multa de doce duros.
Así será del modo estemos seguros.>>
Allí por aquel molino ha pasado un pasajero,
que entendía de moler tan bien como el molinero.
<
Ha salido el molinero y ha su casa ya se ha ido,
les ha encontrado a los dos como en harina metidos.
Vete tranquilo, buen molinero, ve a tu molino.
No dejes que el vecino te muela el trigo.