Fundación Joaquín Díaz

Colección de Discos de 78 RPM

Colección de discos de 78 r.p.m.

Grabaciones de pulso y púa

Digitalización y proceso de audios, textos y documentación: Luis Delgado

Cuarteto Aguilar

Soporte: Disco de 30 cm. a 78 r.p.m.

Fecha: Ca. 1927

Victrola

Cara A: Tres Caprichos para Vihuelas (siegle XV)

Autor: (G. de Mena)
Estilo:

Nº de catálogo: 9396 A



Etiqueta

Colección: Carlos Beceiro

Cara B: Orgía - Danza Fantástica

Autor: (Turina)
Estilo:

Nº de catálogo: 9396 B



Sello: Victrola

Cuarteto de Laúd.

Victor Talking Machine Co. Sucursal Argentina (Grabado en Europa). Subsidiaria de la «Victor Talking», fue el tercer sello importante en operar en Argentina después de Columbia y de Odeon.

La compañía inuagura una fábrica de discos y un estudio de su propiedad en Buenos Aires en enero de 1922.

La "Sucursal Argentina" comienza a aparecer en 1923. Existen grabaciones anteriores de artistas argentinos, en el sello Victor desde 1908, que grababan en el extranjero, como se acredita en este.

En 1931, Radio Corporation Of America, después de haber adquirido a Victor, cambió el nombre de la empresa a RCA Victor Argentina, Inc.

Observaciones

En la cara B de esta grabación el cuarteto interpreta la Orgia de Joaquín Turina, transcrita por el autor expresamente para ellos, de la misma forma que en 1925 compuso para los Aguilar su célebre Oración del Torero que luego adaptaría a Orquesta.

En 1923, cuatro de los seis hijos del doctor Francisco Aguilar, Paco, Ezequiel, Pepe y Elisa, nacidos en Murcia crean un cuarteto de laúdes. Son reconocidos en Europa y América​ y en un año llegaron a ofrecer más de 200 conciertos. Cuando en los años cuarenta se disuelve el Cuarteto, solo Paco, acompañado al piano por Donato Colacelli, seguirá dando conciertos.

Una de las características más llamativas del Cuarteto Aguilar es su formación con instrumentos españoles de púa: laudín o bandurria (Ezequiel Aguilar), laudete (Pepe Aguilar), laúd (Elisa Aguilar) y laudón (Paco Aguilar). Su calidad, empaste y efectos llevó a grandes creadores de la época a escribir y adaptar numerosas partituras para ellos. El Cuarteto llegó a recorrer el mundo entero en salas de concierto, con unos instrumentos frecuentemente considerados incapaces de satisfacer en principio unas notables exigencias musicales.