Joaquín Díaz

La fiera Cuprecia
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La fiera Cuprecia

Romances de allá y de acá (Costa Rica y España)

Vinilo
1989 - Movieplay
Intérpretes: Guitarras y voz: Joaquín Díaz
Productor: Joaquín Díaz
Técnico de sonido: Sonoland

Reedición:



Una historia más antigua
ni en Africa ni en Grecia
se ha visto fiera tan mala
como la fiera Cuprecia.
Este monstruo sanguinario
se vió por primera vez
por una joven de España
valiente y noble mujer
En Melilla se encontraba
la mandó muy descuidada
cuando se halló de improviso
por la Cuprecia atacada
su padre y un hermanito
se hallabán cortando leña
a los cuales destrozó
y aquella maldita fiera
su hermano quiso escapar
pero la fiera enseguida
también se apoderó de él
destrozandole la vida
la joven pudo escapar
a dar parte decidida
y al pueblo pudo llegar
angustiada y afligida.
En casa del señor juez
aquella joven hermosa
al punto parte le dio
de aquella fiera horrorosa
el señor juez le pregunta
por las señas de la fiera
y ella con dulces palabras
le dice de esta manera
tiene boca de león
los cuernos de toro bravo
pelo como una mujer
las aletas de pescado
las uñas como puñales
las orejas de carnero
y en el rabo una cruceta
que causa terror y miedo
yo descuidada me hallaba
cuando la fiera salio
del río dando bramidos
y a mi padre destrozó
mi hermano quiso escapar
pero la fiera enseguida
también se apoderó de él
destrozándole la vida.
Entonces el señor juez
oredená con ley severa
que salgan cincuenta moros
por ver si matan la fiera
cansados de caminar
por todas aquellas sierras
ya se iban a retirar
sin encontrarse la fiera.
Cuando de unos matorrales
sale aquel monstruo feroz
y a cuarenta y siete moros
con las garras destrozó
y los otros que quedaron
huyen con miedo fatal
asustados y aturdidos
de aquel terrible animal
va entonces la morería
a casa del señor juez
a matar ese animal
no nos mande ustéd otra vez
entonces el señor juez
con grande serenidad
no os queda otro remedio
que matar ese animal.
Entonces la morería
con ilusión verdadera
saca cuatrocientos moros
por ver si matan la fiera
pero la fiera furiosa
dando terribles bramidos
a cientocincuenta moros
dejó en el suelo tendidos
y los otros que quedaron
a Mahoma suspiraban
y por correr más deprisa
las escopetas tiraban.
Entonces el señor juez
dió parte al gobernador
de los destrozos causados
por aquel monstruo feroz
el gobernador ordena
con grande serenidad
dar mil duros como premio
al que la pueda matar
entonces aquella joven
que todo lo estaba oyendo
se presenta al señor juez
éstas palabras diciendo
si usted tiene la bondad
de darme lo que le pida
yo le doy muerte a esa fiera
si no me quita la vida
necesito una escopeta
y un machete bien cortante
para dar muerte a esa fiera
terrible y horrorizante.
Entonces la morería
gritaba con grande alar
señorita no se atreva
mire que la va a matar
callad moros del demonio
no gritéis con tanto alarde
que sois más falsos que Judas
asquerosos y cobardes
caramba con la blanquita
dicen todos ofendidos
que aunque somos de color
también somos bien nacidos.
Luego la joven se lanza
sin atender nada más
y toda la morería
la iba siguiendo detrás
detrás de un arbol se pone
la española decidida
y hace un disparo certero
cayendo la fiera herida
luego coge su machete
con arrogante valor
y le corta la cabeza
a aquel animal feroz.
Viva la gente española
gritaba la morería
que jamás se ha visto en ella
bajeza ni cobardía.