Había una vez un rey que, al casarse su hija, llamó
al herrero Panicatorce para que le hiciese una
cama, y le amenazó de muerte si no se la terminaba
en un día. El herrero, que sabía que no iba a poder
terminar, viéndose perdido, llamó alos demonios
para que le ayudaran.
Iremos con la condición de que si hacemos la
cama, te vienes con nosotros al infierno.
Como Panicatorce no tenía otra solución dijo que sí,
De modo que se presentaron allí unos cuantos
demonios y se pasaron toda la noche trabajando.
Por la mañana estaba la cama terminada; se la
llevaron al rey y el rey quedó muy contento.
Pero al día siguiente se presentaron los demonios a
por Panicatorce, y como él no estaba muy
conforme con irse al infierno, les dijo:
Mirad, mientras yo me preparo, os subís a unas
higueras que tengo ahí en el huerto, y os comeis los
higos.
Cuando ya estaban todos en los árboles, desde una
ventana llamó a los chicos que salían de la escuela
y les dijo:
Os dejo que tireis todas las piedras que querais a
las higueras. Los chicos, qué más querían; se
llenaron las carteras de piedrasy pin pan, pin, pan,
no dejaron un demonio sano.
Pero al otro día llegaron muchos más demonios y
se le llevaron. Al llegar al infierno dijo Panicatorce:
¿Pero cómo vivís en estas casuquillas? Traer hachas
que vamos a cortar árbolespara hacer una buena
casa.
Se pusieron a trabajar, y cuando Panicatorce llegó a
un árbolmuy grande llamó a todos los demonios y
les dijo:
Mientras yo corto el árbol, sujetarle fuerte pa que
no se caiga.
Conque, pusieron los demonios las manos en el
árbol y cogió Panicatorce un hacha muy grande y
¡zas! dio un golpe tan fuerte, tan fuerte que les dejó
a todos sin manos y se fue de allí para no volver
más. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.