Joaquín Díaz

Diego León
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Diego León

Kantes Djudeo-espanyoles

Compact Disc
1985 - Tecnosaga
Intérpretes: Guitarra y voz: Joaquín Díaz
Productor: Macario Santamaría
Técnico de sonido: Macario santamaría

Reedición:


En la ciudad de Toledo / y en la ciudad de Granada
ahí se criara un mancebo / que Diego León se llama.
El era alto de cuerpo, / morenito de su cara,
delgadito de cintura / mozo criado entre damas.
De una tal se enamoró / de una muy hermosa dama;
se miran por una reja / también por una ventana
El día que no se ven, / no los aprovecha nada;
ni les aprovecha el pan, / ni el agua de la mañana.
Un día que estaban juntos, / dijo León a su dama:
- “Mañana te he de pedir, / no sé si es cosa cercana.”
- “Aunque mi padre no quiera, / eso negociado estaba.”
Lo que la dama responde / al mozo le agradaba.
Otro día en la mañana, / con Don Pedro se encontrara;
de rodillas en el suelo / los buenos días le daba:
- “ Don Pedro dame a tu hija, / a tu hija doña Juana.”
- Mi hija no es de casar, / que aún es niña y muchacha.”
Por hacer burla del caso / a su hija lo contara.
- Hija, León te ha pedido, / ¡váyase en hora mala!
Ese es hombre que no tiene / de caudal para una capa;
el que mi yerno ha de ser / ha de menester que traiga
de caudal cien mil ducados, / y otros tantos de oro y plata,
y otros tantos te daré, / hija mía y de mi alma.”
- Padre, casaime con él, / y aunque nunca me deis nada,
que los bienes de este mundo / Dios los daba y los quitaba.”
Allí conoció don Pedro / que de amores se trataba.
Alquiló cuatro valientes, / los mayores de la playa,
que ande encontren a León, / que le sacaran el alma.
A la subida de un monte / con los cuatro se encontrara;
a los tres dejara muertos, / y uno mal herido estaba.
León que se vio sin armas, / a la mar se tira y nada;
unos dicen que murió, / Dios le perdone su alma;
otros dicen que le vieron / a la otra parte del agua
No son tres días pasados, / León en la playa estaba;
¿Por dónde fuera a pasar? / Por la calle de su dama.
Alzó tres chinas del suelo, / rónjalas a la ventana:
- “Mi dama que no responde, parece que está trocada.”
- “No estoy tracada, León / que aún estoy en mi palabra.”
Abajó las escaleras / como una leona brava.
y otro día en la mañana / las ricas bodas se armaran.