30-08-1981
Podríamos definir la Tradición como el fenómeno por el cual se transmiten y conservan múltiples y populares conocimientos a través de generaciones y generaciones
Ernest Manheim dice que "una práctica iniciada por imposición autoritaria puede, en determinadas circunstancias, llegar a hacerse tradicional; pero en sentido estricto, la tradición no puede ser decretada, ya que su aceptación se basa en la convicción tácita de que su perduración a través de los tiempos acredita su valía y justifica su mantenimiento".
Es posible que, durante los últimos años, esa convicción se haya debilitado por un cúmulo de circunstancias adversas, pero debemos reconocer que la Sociedad no ha cambiado tanto que no acepte los valores de la tradición por faltos de funcionalidad o trasnochados. Una de las características que más ha acentuado la perdurabilidad de la cultura tradicional ha sido el arquetipo: La idea universal que, escondida tras la tramoya más o menos anecdótica de la forma, sirve en cualquier época al ser humano; y le sirve por diversas razones de orden espiritual y material, religioso y profano.
Será interesante estudiar profundamente si los cambios que la Sociedad ha experimentado en las últimas décadas afectan únicamente a las costumbres, a los estilos de transmisión, o también a esas "razones", a esa jerarquía de valores que sirvió de base durante milenios a tantas civilizaciones.