Joaquín Díaz

Editorial


Editorial

Parpalacio

30-06-2007



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Durante los diferentes períodos que constituyen el proceso evolutivo de la sociedad y la cultura de la denominada “Grecia clásica” se va formando un modelo artístico y estético del cuerpo humano que prevalecerá muchos siglos después de aquella época. Tal vez el primer pensador que repara en la proporción armónica de las medidas del cuerpo es el arquitecto Marco Vitrubio Polion quien, en su obra De Architectura libri decem observa la relación entre las construcciones y sus medidas y la constitución física del individuo. Aunque Vitrubio no obtuvo demasiada atención de la sociedad de su tiempo, sus trabajos fueron posteriormente muy valorados en el Renacimiento, sirviendo de base a muchas de las investigaciones de personajes como Leonardo da Vinci quien traza, siguiendo las indicaciones del arquitecto romano, una figura humana encajada perfectamente en un círculo y un cuadrado. Esos estudios dan pie a innumerables interpretaciones, algunas cientificas y otras esotéricas, en las que el cuerpo es el principal protagonista y el número áureo su medida principal. Sin embargo estas visiones “artísticas”, geométricas o esteticistas no son las únicas ni mucho menos las más interesantes, pues a lo largo de muchos siglos y de forma paralela se va formando una corriente en la que se manifiesta claramente una preocupación antropòlógica por el propio cuerpo y una visión determinada sobre el cuerpo de los demás, constituyendo una forma muy interesante de considerar nuestro físico como el centro del universo y el eje sobre el que gravitan fuerzas o giran determinadas dinámicas de la naturaleza.


Precisamente porque la tradición oral y escrita ha conservado numerosas miradas sobre el cuerpo humano, la Fundación ha pensado en realizar una exposición -que durará aproximadamente un año- y un catálogo sobre el tema.