30-03-1997
Traemos hoy a las páginas centrales de nuestro Boletín un curioso documento que, casualmente, ha venido a caer en nuestras manos. Se trata de una especie de diario o anotaciones realizadas por el maestro de niños de Urueña don Paulino Fernández Matallán, quien primero por curiosidad y después por auténtico amor a la Villa fue interesándose progresivamente por las características físicas y económicas, amén de las circunstancias históricas o legendarias de las que Urueña está sobrada. Muchos de los párrafos de este texto son, en realidad, una traslación de referencias tomadas de distintos libros pero hay una parte muy personal en la que don Paulino expresa sus deseos, sus ilusiones con respecto a la Villa y se permite hacer, ¿por qué no decirlo?, un augurio positivo con respecto al futuro turístico de Urueña. La fecha en que estas líneas fueron escritas evidencia la rapidez con que la Villa se ha transformado, dotándosele de buenas carreteras, teléfono en cada casa y otros servicios que parecían una utopía en medio de una crisis tan grave como la de los años sesenta.