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Se cumple este año el séptimo centenario de la muerte del rey Alfonso X, cuya figura brilla con luz propia en la Edad Media española. El soberano de Castilla y de León, nacido en Toledo, hizo gala a lo largo de toda su vida -no sólo durante su reinado de una exquisita sensibilidad que le acredita como conocedor aventajado de la lírica de su época, notable músico y mecenas digno de ser recordado. Sus trabajos, ya fueran bajo su dirección o encomendados a un equipo de expertos, son base fundamental para los estudios actuales sobre los repertorios litúrgico y popular alto medievales, así como una aportación valiosísima para el conocimiento de la organografía del siglo XIII gracias a la rica y variada iconografía que acompaña alguna de sus obras
La universalidad de la temática abarcada -literatura, música, derecho, mineralogía, cinegética, etc.- justifican el calificativo de sabio con que popularmente se le evoca. Esperamos que este séptimo centenario no pase inadvertido y sirva de ocasión propicia para que las instituciones de Castilla y León se ocupen ampliamente de su obra, procurando acercarla a nuestros días y a nuestra Sociedad.