Joaquín Díaz

EDITORIAL


EDITORIAL

Revista de Folklore

Degeneración del viaje cultural

30-10-2007



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El urbanismo o el turismo masivo han ido creando durante todo el siglo XX en pueblos y ciudades de España nuevas necesidades que han desvirtuado una jerarquía de valores tradicionalmente aceptada y han ido degenerando la filosofía del “viaje cultural”. El problema actual de sobredimensionar el turismo para considerarlo sólo fuente de ingresos surge desde el momento en que el interés de quienes lo gestionaban empezó a desplazarse desde la órbita de lo cultural al terreno de la economía. En ese proceso, sufrido a lo largo de los últimos setenta años, la idea de que el nivel superior debería estar ocupado por el respeto al tesoro patrimonial y de que ese tesoro tendría que estar adecuadamente custodiado y expuesto, pasó a ser sustituida por la evidencia de que todos esos valores se nutrían y mantenían por sí solos pues parecían tocados por la mano del rey Midas. Eso, unido al hecho de que los potenciales destinatarios de la contemplación de esos tesoros se incrementaron en número y de que comenzaron a acercarse a ellos más por ocio que por necesidad íntima, fue deteriorando la filosofía original. El objetivo de quienes se encargaban de gestionar al mismo tiempo el patrimonio y el turismo fue decantándose poco a poco hacia unas preferencias claramente populistas: el público importaba o preocupaba más que el monumento y éste podía ser por tanto sacrificado en aras de aquél. Se confundieron así las palabras mejoría y mayoría y de ese modo transcurrió el siglo XX, creando espejismos culturales que parecían representar avances en el cultivo de la sensibilidad o del interés en los individuos y en la sociedad, pero que en el fondo sólo atendieron a la abundancia en las estadísticas o a la autocomplacencia. Se impone, pues, una reflexión sensata de la sociedad entera sobre este tema para que se mantenga la prelación de lo artístico o lo patrimonial sobre otros intereses, legítimos, eso sí, pero menos importantes desde el punto de vista histórico o cultural.