Joaquín Díaz

ANDARAJE


ANDARAJE

Para un disco del grupo Andaraje

30-11-2011



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Andaraje está desde hace muchos años en permanente celebración y no es para menos, habida cuenta de su larga trayectoria y de su prolongado esfuerzo, reconocido en todos los ámbitos, en favor de lo popular. Estoy seguro de que en ese largo periplo ha habido momentos de reflexión y momentos de expansión. Toda reflexión es positiva aunque asuste o incomode. Hay un miedo antiguo en el ser humano a estudiarse; un temor a contemplarse en el espejo que refleja defectos y virtudes. Es cierto que el individuo queda sobrecogido y exhausto al comprobar toda la problemática de esa terrible ocupación que le hace cobrar experiencia de sí mismo y enfrentarse en solitario con su propio destino. Y sin embargo ahí está el verdadero sentido de la vida en sociedad. En dar opinión personal y contrastar esas conjeturas con las de quienes nos rodean para compartir con ellos creencias y sueños. Porque en ese intercambio de formas y contenidos se forja la identidad, ese conjunto de referencias que, ante nosotros mismos y ante los demás, nos caracteriza y distingue de alguna forma. En ese sentido, Andaraje tiene el enorme mérito de haber ayudado a muchas personas a reconocer su origen y a mirarlo con especial cariño. En esas miradas, que están por encima de una actitud o un repertorio, Andaraje ha traspasado los límites de una rica complejidad. Y es que esas miradas, ya tengan la fuerza del asombro o la serenidad de la contemplación, factores ambos que van implícitos en el verbo “mirar”, constituyen una fuente donde poder beber el hechizo del pasado o saciar la eterna sed de lo futuro.
En los otros momentos, en los períodos de crecimiento, de creación, de expansión también se hacen necesarias las miradas atentas, que incidan sobre los hechos y sus causas, y las voces que transmitan el eco de otras voces que claman, desde los trasabuelos hasta las generaciones que han de venir y todavía ignoran en qué lenguaje transmitirán su propio clamor. En ese aspecto de la comunicación y de los mensajes Andaraje ha contribuido asimismo al nacimiento de un idioma musical que se caracteriza por tener los pies bien plantados en la tierra –en su tierra- y la cabeza muy alta atisbando los horizontes del mundo.
Pero aún me queda un detalle más. Todo eso lo ha construido Andaraje haciendo honor a su nombre y añadiendo a su rueda los canjilones de cientos y cientos de amigos que ahora, con la admiración por un trabajo de tantos años, serio y eficaz, lo festejamos afectuosa y cordialmente. No hace falta ser un Cicerón para saber que la amistad es el don más precioso para los hombres.