Joaquín Díaz

TECNOLOGÍA, EL FUTURO IMPERFECTO


TECNOLOGÍA, EL FUTURO IMPERFECTO

Sobre la endeblez de la tecnología mal empleada

15-06-2013



-.-


Nadie sabe explicar por qué desaparecen culturas o cuál es la causa de la caída de civilizaciones prósperas. Una de las respuestas podría provenir de un principio que sería aplicable también a los individuos que formaron parte de esas mismas civilizaciones: hay que conocer las fuerzas propias y saber calcular las posibilidades si se quiere ir más allá. Citius, altius, fortius, decía el barón de Coubertin a los deportistas que cifraban en su esfuerzo el avance para sus respectivas marcas pero recomendaba prudencia e inteligencia en el empeño. Cuando Columela quiso explicar por qué escribía un libro sobre agricultura –libro que por otra parte sirvió durante siglos para el aprendizaje de cientos de miles de agricultores - lo primero que se le vino a la mente fue que la culpa de que no hubiese frutos no era de la tierra sino de quien la cultivaba, por haber ido abandonándose y abandonando el cuidado de la misma. ¡Qué razón tenía el escritor gaditano y eso que aún estaba lejos la decadencia del imperio romano! La negligencia y la desidia son los mejores materiales para edificar la ruina, pero reconocerlo y evitar caer en ellas puede ser el mejor antídoto contra la herrumbre y el olvido. En esta tierra necesitamos una revitalización y una poda a fondo. Las nuevas tecnologías parecen llenar la boca de los emprendedores y de quienes venden el porvenir pero hay que conocer las propias fuerzas. Castilla y León tiene una superficie inconmensurable y esas tecnologías llegan a puntos muy concretos y muy escasos del territorio. Tal vez el progreso vaya por esos derroteros pero antes de embarcarse hay que conocer muy bien los mares que se cruzarán y las tormentas que nos sobrevendrán. El puerto al que nos dirigimos parece ser el futuro, pero si quien puede hacerlo no nos proporciona una nave adecuada y de sólida construcción –léase ancho de banda real para las empresas del medio rural- el futuro será imperfecto y el presente una mentira desesperante.