27-01-2006
1. Más que infravalorada lo que pasa es que es poco conocida. La música popular española tiene una variedad y una tradición histórica que en pocos paises se puede encontrar. No es que seamos más listos ni más guapos, es que en nuestra península se producen encuentros de culturas, se genera mucha música porque hay dinero durante varios siglos y las variantes culturales a partir del siglo XVIII –que es cuando se pasa de la música modal a la tonal- engendran nuevas e interesantes formas rítmicas y musicales que no existen en Irlanda, por ejemplo, donde, además, se ha simplificado en los últimos años enormemente el repertorio, pasando a ser bastante reducido el número de canciones “populares” para poder difundirlo a través de discos o medios de comunicación. Similar fenómeno se produjo en Cataluña en el siglo XIX cuando los intelectuales nacionalistas impusieron desde las ciudades una cultura “oficial” catalana que redujo por exclusión (para que fuese más sencillo “reconocer” lo catalán) una enorme variedad de formas que existían en pueblos y pequeñas poblaciones.
2. La diferencia –empezaría por definir folklore- es que se llama folklore a toda aquella manifestación o expresión popular que, partiendo de una creación individual, refleja un estilo cuya identidad puede ser común y que sirve para contestar a los problemas que al ser humano le plantea su entorno o su convivencia. Entre ese catálogo de respuestas está la música tradicional, constituida por un repertorio muy amplio de baladas, canciones y danzas que representan a un grupo o colectivo después de haber sido populares durante varias generaciones. La línea entre lo popular y lo tradicional, sin embargo, no lo marca exclusivamente el tiempo sino más bien el estilo. Un creador puede “hacer” una canción tradicional y que ésta sea considerada como tal sin necesidad de que pase el tiempo para darle ese carácter ya que “nace” en ese estilo y posee unas cualidades que inmediatamente le adjudican un lugar en el repertorio de la tradición.
3. “Lo local bien entendido te comunica con cualquier lugar del mundo”, es una frase que no sólo alude al origen común de los conocimientos tradicionales (a los que luego se les ha dado una carta de naturaleza localista) sino a que el ser humano piensa y reacciona de igual modo ante situaciones de la vida, de modo que las identidades pasan a segundo plano ante el origen común del pensamiento. La música abstracta es igualmente comprendida por cualquier individuo. En la medida en que esa música se concreta, se localiza, requiere un esfuerzo su comprensión y un período de tiempo su aprendizaje.
4. Las canciones de la Santa Misión fueron compuestas por individuos –jesuitas, franciscanos, etc- que no siempre acertaron a crear en el estilo tradicional. Algunos temas, los que sí responden a ese principio, pasaron a la tradición oral que los trajo hasta nuestros días. Los temas que no pasaron, entraron en la categoría de música histórica y por tanto se pueden estudiar desde esa perspectiva.
5. La música personal –la creada por Beethoven, Mozart, etc- puede ser popular. Su cultura musical fue muy amplia y les permitió sin embargo crear una música conocida y reconocida por amplios sectores de público en diferentes épocas. Ambos recurrieron en muchos casos a melodías tradicionales para crear ciclos de canciones populares o para usarlas como tema en alguna de sus obras. No siempre hay contraposición por tanto entre culto y popular sino que muchas veces se complementan los términos.