Joaquín Díaz

MARIANA DE PINEDA, HEROÍNA POPULAR


MARIANA DE PINEDA, HEROÍNA POPULAR

Acerca de la heroína popular

18-02-2005



-.-


Todos los héroes populares, cualquiera que sea su origen o extracción, basan su celebridad en la encarnación de determinados valores cuya asunción y defensa ha decidido una parte importante de la sociedad. Esa misma sociedad es la que coloca y mantiene en un pedestal a los personajes que han sacrificado sus existencias o incluso pagado con su vida la demostración de aquellos grandes valores cuya posesión les permitirá esgrimirlos en el minuto supremo contra quien sea necesario. Mariana de Pineda forma parte de ese grupo escogido de personajes cuyo encanto radica en su correcto comportamiento de acuerdo a un elevado patrón ético y social. Además, su historia ha entrado en la mitología popular de la mano de juglares anónimos que transmitieron textos y melodías con mensajes clarísimos, algunos propiamente históricos y otros imaginados por sus seguidores y partidarios. Los textos de los que hablamos proceden, probablemente, de una misma fuente –un pliego de cordel- transmitida e impresa (o al revés) a lo largo y ancho de la Península y de América. Esta es otra de las características que distinguen a los héroes populares: que superado el momento y la ocasión que los elevaron, siguen siendo útiles y ejemplares para todos pues sus virtudes no tienen fecha de caducidad ni sus valores prescripción. Para escribir estas líneas he estado consultando más de cien versiones distintas, como he dicho todas más o menos cercanas a ese pliego original que, por conocido, no transcribo. Sí me interesa señalar alguno de esos valores que hicieron posible que Mariana y su caso aún sean recordados para ejemplo de todos. Los hay personales, sociales e incluso culturales Entre éstos y como influencia del liberalismo –hay también un toque de Jansenismo- está la defensa de la libertad por encima de cualquier otro bien, anteponiéndola incluso a la propia vida o a la estructura familiar:
La presentan delante sus hijos / por si algo pudiera ocurrir
Y ella dice tranquila y serena: / -No declaro, prefiero morir...
Como valores sociales destacaría la valentía y la fidelidad. Mariana expone su vida pese al aviso casi escénico que le llega en los primeros versos y que posiblemente responde a la equivocación social tan extendida de que una mujer no podría ser tan firme como un hombre ante el peligro:
Marianita salió de su casa / y al encuentro salió un militar
Que le dijo: -¿Dónde va usté sola / hay peligro, vuélvase usté atrás...
En cuanto a la fidelidad, se destaca como ejemplo contrario la deslealtad de Pedrosa y su actitud interesada:
-Oh Pedrosa ¿cómo me has vendido? / oh, Pedrosa, no fuiste leal...
así como la negativa de Mariana a desvelar quién le encargó bordar la bandera:
Oh qué día tan triste en Granada / que a las piedras se oyeron llorar
Por Mariana no querer decir / quién le dio la bandera a bordar...
Finalmente la generosidad y la defensa de una ética natural, presentes a lo largo de todo el texto, destacan y enaltecen los valores personales de una mujer que pudo ampararse en la comodidad de su posición, en la condición de su género, en favores de gente importante de su entorno, pero prefirió morir por no traicionar un ideal elevado.