PRESENTACIÓN DE FRANCISCO RICO EN LA UVa
Para el curso La Tradición plural
12-05-1998
Presentar a Don Francisco Rico es siempre un honor y un placer aunque le ponga a uno en un brete. El trabajo abrumador y la influencia de una personalidad como la suya en el universo literario, personalidad tan rigurosa como crítica, descartan de entrada una presentación basada en la lectura selectiva de su biografía o de su bibliografía. Rico es catedrático, académico y escritor, pero además de todo eso es un maestro al que deben su vocación o el adecuado desarrollo de su vocación, miles de estudiosos de todo el mundo. Su conocimiento de la literatura clásica española y su rigor en la interpretación filológica de la misma le ha permitido, por ejemplo y entre otras cosas, superar las absurdas disputas en las que había caido el cervantismo desde hace más de cinco décadas. Su edición del Ingenioso Hidalgo es ya un punto de partida seguro para quienes deseen tener una información preciosa y exhaustiva acerca de las impresiones de la obra, acerca de sus enmiendas, de los criterios de su propia edición y de la inmensa bibliografía que la obra ha suscitado a lo largo del tiempo. En suma, Rico se convierte por derecho y esfuerzo propio en el mejor y más objetivo conocedor de la obra cervantina, contribuyendo a realizar una edición moderna a la que ha podido aportar su magisterio en la renovación de la historiografía literaria y su conocimiento profundo de la historia del lenguaje y de las ideas. No en vano Don Francisco Rico es uno de los más exactos estudiosos de la utopía humanista, que se inicia en Petrarca y se cierra con Erasmo de Rotterdam después de dos siglos de sueño inconcluso para la belleza, el arte y la inteligencia; sueño que, pretendiendo el retorno a los valores de las culturas griega y romana, fue la base de una nueva civilización.