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Son abundantes las referencias literarias a las castañetas o castañuelas desde el siglo XV; en ellas se alude, desde luego, no sólo al instrumento (hecho de madera, hueso o metal), sino al ruido producido por los dedos al resbalar el pulgar sobre el índice o corazón. Todas esas alusiones, tan frecuentes como ricas en datos, justificarían un estudio histórico y técnico sobre este instrumento, tan ligado al estereotipo de lo español. Los libritos del padre Fernández Rojas o de Barbieri, o incluso algunos más recientes como el de Udaeta, abordan el tema con más o menos documentación e interés pero siempre desde una perspectiva parcial. Falta en todos ellos la faceta de la castañuela en el medio rural y, principalmente, se echa de menos una tipología que ayude a conocer la gran riqueza de formas y modelos que la tradición española conserva en sus muchas áreas. El intento actual de reducir todos los tipos de castañuela a uno solo -el utilizado desde el siglo XVII en la escena, adoptado después para el baile español y para el flamenco-, hacen cada vez más necesario este esfuerzo que redundaría en beneficio de la organología española y ayudaría a recuperar una gran diversidad de modelos, por no mencionar los estilos peculiares, tan distintos de unas comarcas a otras.