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La nación española es la más rica en manifestaciones del saber popular y entre estas expresiones de folklore ocupan los refranes relativos a la agricultura un lugar primordial.
El refrán agrícola es de exclusiva creación del pueblo, de su saber, de su sentido y experiencia. Su germen es un dicho individual fundado en una observación reiterada consuetudinariamente por la repetición de un determinado trabajo, aunque, a veces, el pueblo ha sacado sus refranes de fuentes literarias o de narraciones históricas, porque en ellas vio una frase que contenía una sentencia, un conocimiento que podía aplicar, y entonces la sacó, la destacó y la convirtió en refrán.
El pueblo toma de los refranes verdaderas normas para sus actividades concretas, ya que los considera totalmente ciertos e infalibles, llegando a denominarlos evangelios chicos o abreviados.
Aunque los refraneros no se publicaron, sistemáticamente hasta el siglo XIX, puede decirse que su recopilación la inicia en España, en la primera mitad del siglo XV el Marqués de Santillana; en su refranero recoge las primeras sentencias de los rústicos basadas en su conocimiento de las labores campesinas.
En Tierra de Campos abundan, como es natural, los refranes alusivos a la agricultura, muchos de los que inserto a continuación los he recopilado de viva voz en el partido judicial de Medina de Rioseco.
MESES AGRICOLAS
Enero helado, febrero trasnochado, marzo airoso y abril lluvioso sacan a mayo florido y hermoso.
Enero y febrero hinchan el granero.
Enero y febrero meses barbecheros.
El buen enero, frío y seco.
Enero, claro y helero.
Enero hierbero, año cicatero.
Por enero florece el romero.
En enero flores, en mayo dolores.
En febrero mete tu obrero, tu pan te comerá, pero tu laborcica te hará.
Mal año espero, si en febrero anda en mangas de camisa el jornalero.
En marzo, si cortas un cardo, te nacen cuatro.
En marzo sale la hierba, aunque la den con un mazo.
En marzo florecen todos los campos.
El sol de marzo, de riego le sirve al campo.
Marzo los almendros en flor, y los mozos en amor.
Por abril aguas mil.
En abril espigas mil, en mayo espigas y grano.
Abril y mayo componen el año.
En abril, da la cara el año ruin.
Frío en abril, a las peñas hace reír.
Cuando abril es muy malo, no puede ser bueno el año.
Abril mojado, mayo rociado.
Si abril fuere frío, habrá pan y vino; y si fuere frío y mojado seguro está el año.
Sale marzo y entra abril, nubecitas a llorar y campos a reir.
En abril flores, olores y predicadores.
Agua de mayo, pan para todo el año.
Calor de mayo, valor da al año.
Mayo entrado, un jardín en cada prado.
Mayo hortelano, mucha paja y poco grano.
Mayo caliente y lluvioso, ofrece bienes copiosos.
Agua de mayo, el bien deseado.
Mayo oscuro y junio claro, pan para todo el año.
Mayo mojado, del buen barbecho hace prado.
Mayo frío cría trigo; pero si es muy frío, ni paja ni trigo.
Mayo, cual lo halló, tal lo granó.
Lo que no se ve en mayo, no lo trae el año.
Junio brillante, mayo abundante.
Campos por marzo atrasados, se ven por junio colmados.
Junio brillante, año abundante.
Por junio el mucho calor, nunca asusta al buen labrador.
Julio, la carreta y el yugo.
Agosto todo lo seca, menos el mosto.
El mes de las cabañuelas es el mes de higueras.
Septiembre benigno, octubre florido.
La otoñada verdadera, por el Cristo de Villanueva.
Octubre vinatero, padre del buen cuero.
En diciembre la tierra se duerme.
BIBLIOGRAFIA
GORREAS, G.: Vocabulario de refranes y frases proverbiales. Madrid, 1924.
HOYOS SAINZ, L: "Bases metódicas y técnicas para un refranero agrícola", en Revista de dialectología y tradiciones populares. Madrid, 1951.
MARTINEZ KLEISER, L.: Refranero general ideológico español. Madrid, 1953.
SANTILLANA, Marqués de: Refranes que dicen las viejas tras el fuego. Ed. Amador de los Ríos, Madrid, 1944.