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1. Resumen
El presente artículo tiene por objeto la recopilación de materiales sobre la religiosidad popular propia de Montesclaros (Toledo). Para ello, tras una necesaria aproximación conceptual e histórica, se procede a la exposición de las manifestaciones más peculiares de piedad popular de la villa, con un breve análisis desde puntos de vista religioso, antropológico e histórico.
2. Aproximación conceptual a la piedad popular
El Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos define este concepto de forma clara del siguiente modo:
El término «piedad popular», designa aquí las diversas manifestaciones cultuales, de carácter privado o comunitario, que en el ámbito de la fe cristiana se expresan principalmente, no con los modos de la sagrada Liturgia, sino con las formas peculiares derivadas del genio de un pueblo o de una etnia y de su cultura.
Y este mismo documento destaca a continuación que «es un verdadero tesoro del pueblo de Dios», propia de la gente sencilla, que despierta actitudes como el desprendimiento, apertura a los demás, sentido de la cruz en la vida cotidiana, devoción, etc. Continúa señalando que no está exenta del peligro de equívocos, sincretismo y secularización de tradiciones. Así es, sin el debido cuidado pastoral, la piedad popular puede caer en meras manifestaciones folclóricas e identitarias o, peor aún, en la contradicción o incongruencia con la fe[1].
El Papa San Juan Pablo II abordó la cuestión del encaje de la piedad popular en la Iglesia, buscando su conservación pero siempre cuidando que los gestos fuesen en consonancia con la fe:
Esta piedad popular no puede ser ignorada ni tratada con indiferencia o desprecio, pues es rica en valores y expresa de por sí la actitud religiosa ante Dios; pero tiene necesidad de ser evangelizada continuamente, para que la fe que expresa llegue a ser un acto cada vez más maduro y auténtico[2].
La antropología, por su parte, relaciona las creencias populares con el desarrollo de las sociedades:
La religión ha servido en Europa como un fuerte catalizador de la conciencia étnica. […] En la vida campesina europea los ritos precristianos impregnaron las prácticas religiosas, lo que produjo una simbiosis entre la liturgia cristiana y las creencias populares. Los ritos de fertilidad, así como las plegarias para obtener lluvias o una cosecha favorable, se mezclaron con el calendario y los ritos cristianos. […] el catolicismo permitía símbolos y ceremonias populares con interpretaciones cristianas[3].
Esta ciencia divide a los ritos precristianos vinculados a las festividades católicas en función de su finalidad, señalando que pueden ser de muy diverso tipo, pero destacando los ritos de paso y los ritos de intensificación[4].
3. Montesclaros y su parroquia
Montesclaros es un pequeño pueblo de la provincia y archidiócesis de Toledo. Se ubica en lo que el profesor Fernando Jiménez de Gregorio denominó comarca natural de El Alcor, la que situó entre los valles del Tajo y el Tiétar, a las estribaciones de Gredos. Pertenece al partido judicial de Talavera de la Reina y al arciprestazgo de El Real de San Vicente.
Fuertemente afectado por la despoblación (la escuela cerró sus puertas hace años), actualmente cuenta con menos de 400 vecinos, la mayoría de ellos jubilados.
La actividad económica es escasa y se limita a una cantera de mármol, una farmacia, un par de comercios, una panadería, algunos bares y algunas explotaciones ganaderas.
La villa cuenta con más de cinco siglos de antigüedad (fue fundada en 1491) y tradicionalmente su medio de vida fue la agricultura, la ganadería y especialmente la producción de cal.
Esta protoindustria permitió al arquitecto Ventura Rodríguez conocer el mármol de la localidad, que utilizó para la construcción del Santuario de San Pedro Alcántara en la cercana villa de Arenas de San Pedro y también las fuentes de Cibeles y Neptuno, hoy auténticos iconos de Madrid.
Centrándonos en lo eclesiástico, como otros pueblos toledanos, Montesclaros perteneció a la diócesis de Ávila hasta la promulgación del decreto subsiguiente al Concordato de 1953, por el que pasó a integrarse en la Archidiócesis de Toledo.
La iglesia parroquial de Ntra. Sra. de los Remedios (s. xvi) es un edificio construido en granito, de estilo gótico popular, con una sola nave, cuyo presbiterio o capilla mayor está cubierta por bóveda de crucería simple de piedra arenisca.
Adosada a ésta, se encuentra la torre campanario de tres cuerpos, a los que se asciende por una escalera de caracol. En el bajo se encuentra la sacristía, en la planta intermedia hay cuarto que, en tiempos, sirvió de vivienda y en el superior el campanario, con dos campanas de bronce de las cuatro que llegó a tener. Se remata con una cornisa con bolas abulenses y gárgolas en las esquinas.
El retablo del altar mayor es de nueva factura, aunque conserva cuatro tablas del antiguo retablo, que representan los martirios de San Sebastián y Santa Águeda, la presentación de Jesús en el Templo y la adoración de los Reyes Magos. Cuando se desmontó el antiguo, apareció tras de él un mural de iconos muy deteriorado.
Algunos hitos históricos destacables de la parroquia son los siguientes:
En el siglo xviii se encargó al maestro de obras Fray José Fernández O.Carm. la reforma y embellecimiento del templo, que incluyó solado, escalinata del altar mayor, tribuna de madera, portalillo con columnas, instalación de vidrieras, etc. Poco después, un devoto de la cofradía del Santísimo Sacramento donó un toro para la compra del retablo del altar mayor.
El 26 de febrero de 1809, las tropas de Napoleón incendiaron y saquearon el pueblo, profanando la iglesia parroquial, a la que entraron quemando la puerta para robar un cáliz, crismeras, un incensario y la cruz parroquial, todo de plata[5].
Pasadas unas décadas, buena parte de su patrimonio fue desamortizado por el régimen liberal.
Durante los primeros meses de la Guerra Civil, estando el pueblo en zona republicana, la iglesia fue transformada en almacén de grano y encarcelado el párroco (al que, sin embargo, se protegió frente a milicianos forasteros que pretendieron llevárselo).
En 1951, estando la iglesia con la techumbre de madera totalmente arruinada, se ejecutaron obras de construcción de una bóveda de cañón en la nave central, sustituyendo las columnas del portalillo por arcos y construyendo dos cuartos en ese espacio, así como bajando el púlpito, al que se quitó el pretil de piedra y el tornavoz. También se cegó la puerta norte de la iglesia, que luce en su dovela central el blasón de los Luna. La ejecución de las obras no fue muy afortunada, pues enseguida aparecieron grietas en la bóveda que obligaron a construir dos arcos interiores de refuerzo, que hoy también presentan grietas. Para costear las obras se vendió un inmueble y se supone que también las tallas de Santa Águeda, San Miguel y San Antonio, el cuadro de Ánimas, el órgano, un altar colateral, un confesionario de madera labrada y la balaustrada salomónica de la tribuna.
El otro edificio religioso de la localidad es la ermita de San Sebastián (s. xvii), situada a las afueras, en el antiguo camino Real que unía Talavera con Arenas de San Pedro, junto a la cruz de término, es de planta cuadrada y parece una obra inacabada, dado el gran arco de medio punto cegado que se aprecia en su fachada Oeste. La puerta es también un arco de medio punto, en cuya clave luce un escudo de piel de toro con las iniciales Ŝ.S., correspondientes a San Sebastián. En estado ruinoso por siglos, fue restaurada gracias al trabajo personal y aportaciones económicas de los vecinos en el año 1986. Posteriormente, se añadieron la espadaña y la campana, también donaciones.
Aunque en Montesclaros existe una calle denominada «Monjas», no hay constancia que haya existido nunca un convento, lo que quizás nos remite a una pequeña comunidad de religiosas exclaustradas o vírgenes consagradas.
Además de la cruz de término que se sitúa junto a la ermita de San Sebastián, se conoce que existieron, al menos, otros tres cruceros más, hoy desaparecidos, que dan nombre a los parajes en los que se ubicaban: La Cruz de las Eras (de la que queda solamente la basa de la columna), la Cruz de Palo (de madera y quizás pintada de verde) y la Cruz de Simón, que parece remitirnos a la Quinta Estación del Viacrucis, donde Cristo es ayudado por Simón de Cirene. Ésto nos sugiere una pregunta: ¿Existió un Viacrucis con las estaciones distribuidas por los caminos del pueblo?
4. San Antón o San Antonio Abad
Origen: Como en otros pueblos ganaderos, la fiesta de San Antón o San Antonio Abad, era muy celebrada, pues se pedía la intercesión del santo para la protección de los animales. Por las costumbres que lleva aparejadas, especialmente las cabalgadas y cencerradas nocturnas, generalmente se le supone una fiesta de invierno cristianizada.
La imagen actual, de escayola, fue regalo de una familia de ganaderos. Es la típica imagen del santo y la jabalina que, según la leyenda, acompañaba al santo desde que éste curó milagrosamente la ceguera de sus jabatos.
Tiempo: Preparación la noche del 16 de enero y celebración a las 00:00 horas del 17 de enero.
Espacio: Calles de la localidad.
Organización: Mozos del pueblo y donante del «guarro» de San Antón.
Elementos y desarrollo:
El «guarro» de San Antón
Hasta hace unas décadas se observaba esta costumbre, que consiste en la crianza colectiva por todos los vecinos de un buen ejemplar de cerdo regalado por un devoto, que estaba suelto por el pueblo, distinguido por lucir un lazo rojo al cuello, y que, como decimos, era alimentado por los vecinos. El animal era rifado el día de la fiesta y sus ingresos iban destinados al sostenimiento de la parroquia. Se dejó de realizar porque el animal fue sistemáticamente robado durante años sucesivos.
«Correr el San Antón»
La segunda tradición de esta fiesta, también extendida en muchas otras localidades, es la cabalgada que comienza a las 00:00 del día de la fiesta, a caballo o burro y haciendo sonar cencerros al tiempo que se recorren las calles de la localidad. Originalmente, se congregaban en la fachada norte de la iglesia y, a las doce de la noche, tras rezar un Padrenuestro, comenzaban a cabalgar por las calles del pueblo, haciendo sonar los cencerros, mientras tocaban las campanas de la iglesia. No había más protocolo, ni trajes de fiesta para los jinetes, ni jaeces de gala para las caballerías.
Simbolismo: No he encontrado significación religiosa para la cabalgada con los cencerros, más allá del gesto de rezar el Padrenuestro antes de su inicio, y de que parta de la iglesia parroquial. Por tanto, como dijimos, se trata de unas fiestas invernales cristianizadas, pues las cencerradas se vinculan a ritos para ahuyentar malos espíritus, proteger a la comunidad y el ganado.
En época reciente esta costumbre devino en un acto improvisado, que no revestía las características de un acto de religiosidad popular, sino más bien de desinhibición social. La falta de jóvenes y caballerías ha hecho que la costumbre se perdiera, y ya sólo se haga algún año de forma esporádica.
5. San Sebastián
Origen: San Sebastián es copatrón de Montesclaros junto con la Santísima Virgen María en su advocación de Ntra. Sra. de los Remedios. La tradición oral nos cuenta que el voto a San Sebastián se implantó en acción de gracias por librar al pueblo de una epidemia de peste, lo que coincide con otras muchas localidades. Es considerada, desde el punto de vista etnológico, una de las principales fiestas de la provincia de Toledo[6].
Constan registros de dos visitas del entonces obispo de Ávila Fray Pedro de Ayala OP., en los que dejó constancia de su celo pastoral, al dar precisas y contundentes instrucciones para depurar la religiosidad de la celebración de San Sebastián. Así, en la visita de 1730 prohibió la participación en la procesión y la entrada en la iglesia de personas «con ridículos y extraordinarios disfraces». Y en la visita de 1734 prohibió que se repartieran «con título de caridad» pan, vino u otra cosa, ni el día de San Sebastián, ni el de Santa Águeda, ni el de la Concepción.[7] Sin estas prohibiciones, posiblemente la fiesta tendría un elemento más folclórico y colorista, como lo mantienen el Corpus Christi de Camuñas o la romería de la Virgen de la Natividad de Méntrida.
Tiempo: 20 de enero.
Espacio: Iglesia parroquial, ermita de San Sebastián y las calles de la localidad.
Organización: Parroquia, Mayordomo de San Sebastián, miembros de «la Caridad».
Elementos y desarrollo:
Imagen de San Sebastián
La imagen del santo es una talla muy antigua, en la que San Sebastián es representado con las características propias de la escultura gótica: Ingenua sencillez, carácter narrativo de la escena, exaltación del sentimiento noble, idealismo majestuoso, sereno y melancólico, encaminado a despertar la emoción[8]. Así es, San Sebastián aparece como un joven hierático, imberbe y con cabello largo, vestido solamente con indumenta[9] dorada, color que la iconografía asocia a lo sagrado. Está atado al tronco de un árbol (que la tradición considera un naranjo) y atravesado por nueve flechas. El día de su fiesta, a la imagen se le impone una banda con los colores nacionales, como símbolo de su patronazgo sobre la villa, y se sujeta una rama frutada de naranjo al tronco al que está atado el santo.
Los bollos de la Caridad del bendito San Sebastián
Elaborados con harina de trigo y granos de anís, son bendecidos el día de la fiesta en la iglesia parroquial. Antiguamente, los bollos eran sellados con frases alusivas a San Sebastián como «Viva San Sebastián Bendito» y similares.
En la tarde del día de la fiesta se procede a su reparto casa por casa, a razón de un bollo bendecido para cada miembro de la casa, ya esté presente o ausente ese día. Ésta es la principal diferencia respecto otras localidades, donde suelen repartirse a los asistentes a la misa votiva.
La mayordomía
Se trata de un cargo honorífico anual que se obtiene por subasta el día de la fiesta, al igual que los banzos. Entre las obligaciones del mayordomo de San Sebastián están la decoración floral de la ermita e iglesia parroquial para el día de la fiesta, la limpieza de la ermita durante el año que se es mayordomo. También organiza y sufraga el coste de un refresco privado, pues se invita a quién considera conveniente. En la iglesia, el mayordomo suele ofrecer al sacerdote una tarta. También paga y se encarga de lanzar cohetes de pólvora durante la procesión, así como comprar, repartir y lanzar al santo tostones y confeti.
La procesión
Finalizada la misa, comienza la procesión, que discurre desde la iglesia parroquial hasta la ermita de San Sebastián. Durante la procesión, se tocan las campanas de la iglesia y de la ermita, al tiempo que el mayordomo, o persona en quién delegue, lanza cohetes y reparten tostones.
Una vez en la ermita del Santo se produce la subasta de los banzos de las andas y la mayordomía para el año que viene. Durante la procesión, y especialmente tras la subasta de los banzos y la mayordomía para el año próximo, la imagen es vitoreada con el grito de «Viva San Sebastián» o «Viva San Sebastián bendito».
El reparto de los bollos y convite de la caridad
Por la tarde, normalmente en las Escuelas Viejas, se organiza el reparto de los bollos a los vecinos. Cada vecino que quiere participar de la «Caridad» debe entregar el número de bollos que se fijen para cada año (22 o 25 los últimos años), un chorizo y una cantidad para comprar vino y otras bebidas (últimamente son tres euros). Los miembros de «la Caridad», que no es ninguna hermandad erigida canónicamente, lo son simplemente por su aportación cada año. Al tiempo, se forman los equipos de reparto y las rutas. Por la tarde-noche, todas las personas están invitadas por «la Caridad» a comer bollo de San Sebastián con chorizo y vino. Actualmente, se pueden encontrar otras bebidas y alimentos.
Simbolismo:
Se destaca la propia talla del santo, que posee una simbología tan potente que, en mi opinión, lo aleja radicalmente de otras interpretaciones artísticas que presentan a San Sebastián como el «Apolo cristiano». Destaca su hieratismo, pues a pesar de estar atravesado por flechas, el santo no muestra signos de dolor ni agonía, sino que permanece con la cabeza alta mirando al frente, ni al cielo ni al suelo, como otras representaciones del mártir. Interpela directamente a quien lo contempla. La actitud del asaetado vivo expresa artísticamente lo que la Teología indica que le sucede al mártir, que muere por rechazar a un falso dios (el César) pero alcanza la vida eterna al confesar su fe por el único y verdadero Dios.
El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Pues el que quiera salvar su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la salvará... (Mateo 16, 24-25)
Se observa que su mano derecha mantiene tres dedos extendidos (pulgar, índice y corazón) y que ésta permanece atada a la altura de su cabeza. No es un gesto casual o capricho del artista, es el schwurhand, el gesto del juramento de la tradición militar germánica, en el que cada dedo representa una persona de la Santísima Trinidad, y que continúa vigente en diversas instituciones europeas, v.gr. las juras de la Guardia Suiza Pontificia. El significado de este gesto es que el mártir, militar profesional, entra a formar parte de un nuevo ejército, el del Señor.
Toma parte en los padecimientos como buen soldado de Cristo Jesús. (2 Timoteo, 2,3)
La simbología no acaba ahí, pues podemos observar un clásico de la iconografía hagiográfica. Nueve son las flechas que atraviesan al santo, número que pretende vincular el martirio de San Sebastián con la muerte de Nuestro Señor en la cruz, que se produjo en la hora nona, según la numeración que utilizaban griegos, romanos y judíos para la actual hora de las tres de la tarde.
Y a la hora nona, Jesús clamó con voz potente: Eloí Eloí, lemá sabaqtaní (que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»). Algunos de los presentes, al oírlo, decían: «Mira, llama a Elías». Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber diciendo: «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo». Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. (Marcos 15, 34-37)
En cuanto a la bendición de los bollos de anís, se trata de un sacramental por el que se produce su transfinalización y transignificación[10]. Posiblemente esta bendición en el templo posibilitó la autorización a su reparto, tras la prohibición impuesta en la visita episcopal de 1734 de la que hemos hablado. Con su posterior reparto se procedía, en tiempos pretéritos de mayor carestía, a cumplir con la obra de misericordia de dar de comer al hambriento.
El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».Él les contestó: «Dadles vosotros de comer». (Lucas, 9,12-13)
6. Santa Águeda
Origen: La devoción de los montesclareños por Santa Águeda es tal que muchos piensan equivocadamente que es la patrona de la localidad. Eso sí, la mártir siciliana es patrona de las mujeres, de las enfermedades de pecho y da nombre a la asociación de mujeres y al antiguo colegio público del pueblo.
La antigüedad de su celebración es inmemorial y no hay tradición oral acerca del motivo del voto o la causa de la devoción del pueblo, en una zona que parece haber elegido a San Blás como santo protector. Una conjetura es que su devoción se introdujo por soldados que sirvieron en los tercios españoles de Sicilia. Si parece forzada y sin fundamento, señalaré dos datos en su favor:
- Hasta la guerra civil, se observó la costumbre de disparar salvas de escopeta al paso de la imagen en la procesión, gesto con un claro origen militar.
- La antigua talla de Santa Águeda era adornada con joyas cedidas por las mujeres del pueblo, para que saliera en procesión enjoyada, tal y como lo hace el relicario de la santa en la ciudad de Catania (Sicilia). Esta costumbre desapareció cuando la talla fue sustituida por la imagen de escayola actual.
Tiempo: 4 (víspera) y 5 de febrero (fiesta).
Espacio: Plaza Mayor y resto de calles de la localidad.
Organización: Parroquia, quintos, Ayuntamiento y vecinos.
Elementos y desarrollo:
El leño
El leño, denominado en singular, es realmente un conjunto de leños de alcornoque secos, recubiertos de ramas y destinados a arder la noche de la víspera de la festividad de Santa Águeda en la plaza Mayor. Tradicionalmente, el leño era una hoguera de menor tamaño, compuesta por algunos ejemplares, pero la competición entre quintas ha llevado la situación a que los leños tengan dimensiones monumentales y pueda arder durante días.
El primer leño se cortaba tras la festividad de San Antón y su corte y custodia duraban semanas.
Las luminarias
Al igual que los quintos cortan el leño para la plaza, el resto de vecinos acude al campo a cortar tomillos para realizar una luminaria en su puerta, que arderán al tiempo que el leño. Actualmente, las luminarias en la puerta de la vivienda se han sustituido, en muchos casos, por una luminaria en cada calle.
La víspera
Como ya he comentado, el leño arde la víspera de la fiesta, desarrollándose del siguiente modo: Sobre las ocho de la tarde, al anochecer, el mayordomo de Santa Águeda acude a la iglesia parroquial para tocar las campanas. Esa es la señal para que los quintos puedan prender el leño en la plaza mayor y los vecinos las luminarias en su puerta.
El espectáculo que ofrece el pueblo es sobrecogedor, al poder contemplar múltiples luminarias de tomillo ardiendo en las puertas de las casas y una gran hoguera ardiendo en la plaza, al tiempo que el agradable olor del tomillo invade el aire.
Desde fechas recientes, se reparte vino y embutidos a los asistentes.
La imagen
La imagen de Santa Águeda, como se ha dicho, es relativamente nueva, de escayola. Presenta a la santa como una joven vestida con túnica de color rosa, remarcando su feminidad, y portando los atributos propios de su martirio, sus pechos en una copa y la palma.
Misa y procesión
El día de la fiesta es la misa votiva, y tras ésta se desarrolla la procesión, que discurre por la carrera clásica y habitual, ésto es: Calle Iglesia, Plaza María de Luna, calle Enmedio, Plaza Mayor, calle Puerta de Abajo, calle Tambor, calle Real y nuevamente plaza María de Luna y calle Iglesia, para que la imagen entre de la vuelta a la iglesia parroquial, para entrar nuevamente.
Pero antes de entrar de nuevo en el templo, se produce la subasta de banzos y mayordomía para el año siguiente. Lo dicho en apartado dedicado a San Sebastián sobre los mayordomos y los banzos es idéntico para la fiesta de Santa Águeda.
Aspectos musicales:
Existen dos canciones, con algunas estrofas repetidas, cuya autoría y antigüedad se desconocen, que se entonan en la misa votiva. He aquí las letras.
Himno de Santa Águeda
Gloria a ti querubín de este pueblo,
tú de Italia el más puro blasón,
en tu pecho hizo Dios otro cielo
y en un pueblo encerró el corazón.
Gloria, gloria Aguedita que brillas,
como el sol de una raza en su altar,
sol de Italia encendido en Sicilia,
tú la luz de su templo y su hogar. (bis)
Esa luz que tu frente ilumina,
como un rayo encendió un resplandor,
es el fuego de tu alma divina,
hecho llama en incendio de amor.
Fuiste mártir Águeda bendita
y que grande sería tu dolor.
Hoy queremos nosotros tus hijos,
ofrecerte una ofrenda de amor. (bis)
Una ofrenda con nuestras tristezas,
una ofrenda con nuestro dolor,
una ofrenda llena de oraciones,
una ofrenda con esta canción.
Te ofrecemos a nuestras familias
y a nuestros hijos que Dios nos mandó.
Te ofrecemos nuestras ilusiones,
alegrías, trabajo y amor. (bis)
De mujeres eras la más bella
y todos te imploramos con fe.
Vuélvete hacia nosotros tus hijos,
que siempre te sepamos querer.
Gloria, gloria Aguedita que brillas
como el sol de una raza en su altar,
sol de Italia encendido en Sicilia,
tú la luz de su templo y su hogar. (bis)
Ofertorio
Gloria, gloria Aguedita que brillas
como el sol de una raza en su altar,
sol de Italia encendido en Sicilia,
tú la luz de su templo y su hogar.
Fuiste mártir Águeda bendita
y que grande sería tu dolor.
Hoy queremos nosotros tus hijos,
ofrecerte una ofrenda de amor.
Te ofrecemos a nuestras familias
y a nuestros hijos que Dios nos mandó.
Te ofrecemos nuestras ilusiones,
alegrías, trabajo y amor.
De mujeres eres la patrona
y todas te imploramos con fe.
Vuélvete hacia nosotras tus hijas,
que siempre te sepamos querer.
Simbología: Respecto la simbología, la tradición oral nos enseña que tanto el leño como las luminarias representan la forma en que fue martirizada, arrastrada por carbones ardiendo que sus verdugos dispusieron por las calles de Catania. El toque de campanas, señal para prender el leño y las luminarias podrían significar la gloria de la mártir. El aroma producido por la quema de los haces de tomillo vendría a tener la misma función purificadora que el incienso (el tomillo fue utilizado en ritos religiosos por Griegos y Romanos). Por tanto, la víspera sería una gran representación del martirio de la santa, en la que se reviven los hechos del martirio en Catania.
Como otras fiestas de invierno, la antropología ve en las hogueras un ritual precristiano para propiciar el fin del frío invernal, la llegada de la primavera con sus frutos y la purificación del pueblo. A su vez, los quintos desarrollan un rito de paso, que consiste en cortar el leño que arderá la víspera. Acerca de las fiestas de quintos señalar que «la progresión social no viene determinada sólo por la edad, sino fundamentalmente por diferentes rituales colectivos, que señalan tanto la admisión en el ciclo como el paso de una etapa a otra. […] El ritual de iniciación puede dar lugar la formación de grupos de edad, que asumirán numerosas funciones productivas, defensivas y políticas...[11]»
7. Jueves Santo
Origen: Se trata de uno de los días más importantes del calendario litúrgico, porque se conmemora la Última Cena del Señor, en la que instituyó el sacramento de la Eucaristía.
Tiempo: Jueves Santo.
Espacio: Parroquia.
Organización: Parroquia, Alcalde y Juez de Paz.
Elementos y desarrollo: Después de los Santos Oficios de la Cena del Señor, se produce la reserva del Santísimo en un sagrario situado en un altar colateral. Es en este momento cuando se produce el ofertorio de los bastones de mando por los representantes del poder temporal municipal, ésto es, el alcalde y el juez de paz, que entregan al párroco sus varas para que éste las coloque sobre el altar colateral en que se reserva el Santísimo, tradicionalmente formando un aspa.
Simbología: El ofertorio de los bastones de mando es símbolo de que toda autoridad procede de Dios, como así se recoge en la Carta Encíclica Pacem in Terris de S.S. Juan XXIII y el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, que expresa:
46. [...]En efecto, como Dios ha creado a los hombres sociales por naturaleza y ninguna sociedad puede conservarse sin un jefe supremo que mueva a todos y a cada uno con un mismo impulso eficaz, encaminado al bien común, resulta necesaria en toda sociedad humana una autoridad que la dirija; autoridad que, como la misma sociedad, surge y deriva de la naturaleza, y, por tanto, del mismo Dios, que es su autor.
8. Viernes Santo
Origen: Es la primera de las dos procesiones que hay en la Semana Santa de Montesclaros. La procesión del Viernes Santo también es conocida como procesión del silencio, porque la tradición manda, no sólo que no se hable, sino que no vaya acompañada por música de ningún tipo.
Esto no siempre fue así, hasta la Guerra Civil, esta procesión del silencio llevaba el ritmo de un toque de tambor y el Cristo (que lo portaba un único devoto al no haber andas), era escoltado por un piquete de alabarderos vestidos con capa negra de lana con embozo de terciopelo blanco y bordes exteriores dorados. Los asistentes seguían la imagen con velas en la mano.
Tiempo: Viernes Santo.
Espacio: Calles de Montesclaros.
Organización: Parroquia y grupo de penitentes.
Elementos y desarrollo: Desde hace algunos años un grupo de personas acompañan a la procesión vestidas de penitentes nazarenos, y son los encargados de esta procesión.
Se portan las imágenes de Cristo crucificado y la Virgen Dolorosa que se lleva en andas. Actualmente el Cristo se lleva en unas andas de hierro sobre las que se sitúa inclinado, a diferencia de las anteriores andas de madera, en las que el Cristo se situaba en posición vertical.
Ahora, en ocasiones rompen el silencio el sonido de una saeta.
Algunos de los elementos presentes actualmente en esta procesión, unido a la circunstancia de que no se haya recuperado ni el piquete de alabarderos, ni el toque de tambor, demuestra que es una fiesta fuertemente afectada por un proceso de aculturación con elementos propios de la Semana Santa andaluza. En algunas casas de la carrera procesional sí se conserva la tradición de colocar velas encendidas en los alfeizares de las ventanas.
Simbolismo: Como en otros lugares, esta procesión exterioriza el luto por la muerte de Jesús en la cruz. En la versión original de la procesión, el piquete de alabarderos escoltando es el reconocimiento público y solemne de la regia divinidad de Jesucristo.
9. Domingo de Resurrección o Pascua Florida
Origen: No se conocen datos acerca de la antigüedad de esta costumbre. En Montesclaros se afirma que se viene repitiendo cada Domingo de Resurrección «desde siempre», y nos gusta pensar que eso significa desde 1491, aunque no hay base para afirmarlo. Es considerada, desde el punto de vista etnológico, una de las principales fiestas de la provincia de Toledo[12].
La procesión conmemora la aparición de Jesucristo Resucitado a su madre la Virgen Santa María, que conocemos a través de la revelación y la tradición de la Iglesia, pues nada mencionan las Sagradas Escrituras respecto este episodio.
Sobre el origen remoto, algo podemos deducir gracias a los adornos, que son productos agrícolas (centeno verde) y ganaderos (huevos). Es imposible no traer a colación una fiesta tan cercana, geográfica y cronológicamente como las Mondas de Talavera de la Reina, originariamente un festival agrícola de culto a la diosa Ceres y posteriormente cristianizadas para honrar a Ntra. Sra. Del Prado, el domingo siguiente al Domingo de Resurrección.
Desde un punto de vista antropológico, dentro de los ritos de intensificación, se encuadran los de multiplicación, aquellos encaminados a evitar la escasez, y las ofrendas de primicias. Recurrimos a una cita literal para su explicación:
[...] pueden señalarse la existencia de rituales específicos relacionados con las estaciones, especialmente cuando, tratándose de una comunidad agrícola, tal cambio trae consigo la alteración de actividades, con lo que se dan diversos tipos de ritos, como los de la siega, los de preparación del campo para la siembra o los destinados a atraer la lluvia para beneficio de una cosecha en la fase de crecimiento. De carácter más general es, por le contrario, el llamado rito u ofrenda primicial, cesión ritual a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse[13].
Tiempo: Domingo de Pascua.
Espacio: Plaza Mayor de Montesclaros.
Organización: Quintos.
Elementos y desarrollo:
Los cascarones
Las familias de los quintos recogen los cascarones de huevo de gallina que adornarán la plaza el Domingo de Pascua durante meses. Para que la cáscara del huevo conserve su estructura y sirva como adorno, debe extraerse el huevo practicando dos pequeñas oberturas en los polos, de modo que se pueda soplar por una obertura para que el huevo salga por la practicada en el polo opuesto (lo que frecuentemente conlleva la rotura de la yema, que se aprovechará para una tortilla).
La bandera
Cada quinto dispone de una pequeña bandera, que colocará junto a su trenza en un balcón de la plaza. La forma es de corneta o cola de golondrina, a veces con los picos redondeados y la parte de mayor longitud de la bandera suele ir al mástil. Normalmente son de tela blanca, bordadas por ambos lados, recubriendo un cartón, para darle rigidez. La decoración se compone de motivos florales, patrióticos, religiosos, detalles personales del quinto como su nombre o sus iniciales, el año, etc. Y al mástil se añaden cintas, escarapelas y flores. Antiguamente también se realizaban de papel, con motivos florales pegados (también de papel).
La preparación de los adornos y el judas
El Sábado Santo, o en los días previos, son elaboradas trenzas de centeno verde y reforzadas con nudos de cuerda. También se sumergen en agua los cascarones de huevo para que queden limpios. Posteriormente, los cascarones se irán ensartando en hilo de bramante, a través de los agujeros que tienen en los polos. En los extremos se atan dos tablillas para evitar que se salgan los cascarones.
Reunidos los quintos, elaborarán un muñeco que representará a Judas. Se elabora, como en otros lugares, rellenando ropa vieja con paja.
Vestir el Rollo
Antes del amanecer del Domingo de Pascua, los quintos, acompañados de sus familias y amigos, se reúnen en la Plaza Mayor con sus respectivas trenzas y cascarones. Las trenzas de centeno eran atadas al Rollo de Justicia que existe en el centro de la plaza y hoy en una estructura metálica que sirve para que el monumento (que es Bien de Interés Cultural) no sea dañado.
Una vez atadas las trenzas al Rollo, se van formando sobre ellas las guirnaldas de cascarones y completado el adorno se atan a los balcones de los edificios de la Plaza Mayor. Junto al extremo de la trenza atado al balcón se coloca la bandera del quinto.
Seguidamente, los quintos colocan una última trenza de centeno, esta vez sin adornos, que va desde uno de los árboles de la plaza hasta una casa de la Calle Real, y en la que será colgado «el judas».
La procesión
A las doce de la mañana se produce la Procesión del Santo Encuentro, del siguiente modo:
- Salen de la Iglesia Parroquial Ntra. Sra. de los Remedios las imágenes de Jesucristo Resucitado y la Virgen Dolorosa (con mantilla negra).
- En la Plaza María de Luna se separan en dos procesiones, una con Jesucristo Resucitado acompañado de los hombres, que discurre por la Calle Real; y la otra con la Virgen Dolorosa acompañada de las mujeres, los niños y el sacerdote, que discurre por la Calle Enmedio.
Ambas imágenes se encuentran en la Plaza Mayor. Cuando las imágenes están cara a cara, los miembros de las dos procesiones se arrodillan tres veces, del siguiente modo: Se arrodillan una vez y avanzan unos pasos, repitiendo la operación hasta que, cercanas las imágenes y frente a frente se arrodillan por tercera vez, momento en que se le quita el velo negro a la Virgen de los Dolores, que aparece vestida totalmente de blanco.
En ese momento, las dos procesiones se hacen una sola, que discurre de nuevo por la Calle Real (la misma por la que llegó a la Plaza Mayor la imagen de Jesucristo Resucitado) en dirección contraria, esto es regresando a Iglesia Parroquial para celebrar la Santa Misa.
Una vez la procesión da la espalda al judas, éste es quemado por los quintos y los niños del pueblo, provistos con largas varas proceden a romper los cascarones.
El hornazo
Es tradición que el Domingo de Pascua se celebre comiendo en el campo el hornazo (aunque actualmente se ha trasladado al sábado para poder alargar la jornada hasta tarde). Antiguamente podía estar relleno de embutido (como los de Salamanca) y más habitualmente, confeti y chocolate. En el centro, un huevo que se cuece en el horno al tiempo que la masa.
Simbología: Se puede apreciar en esta tradición una gran riqueza catequética.
El huevo representa en las culturas paganas el resurgir de la naturaleza y que con el cristianismo simbolizó la Resurrección de Jesucristo, retornado a la vida tras abandonar el sepulcro. De aquí procede la costumbre de los huevos de Pascua.[14].
El huevo esta aparentemente inerte, pero de su interior se abre paso la vida. Los cientos de cascarones de huevo vacíos que adornan la Plaza Mayor pueden simbolizar las tumbas vacías de los fieles difuntos en el momento de la resurrección de los muertos. Así es, «en el cristianismo, el huevo es símbolo de resurrección, porque Cristo surgió de la tumba como el polluelo maduro del huevo; el huevo de pascua, que ya había jugado un papel importante en las fiestas paganas de primavera (fertilidad) adquirió de este modo un carácter cristiano específico»[15].
Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda esto porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio. (Juan 5, 26-29)
Las banderas de los quintos, colocadas sobre las trenzas de centeno verde, adornos primitivamente paganos, son el deseo de compartir la victoria de Jesucristo Resucitado, que también porta una bandera o estandarte. Pues, «en el simbolismo del arte cristiano, Cristo o el Cordero portan una bandera como señal de la resurrección o del triunfo sobre las fuerzas de las tinieblas»[16].
Izará una enseña hacia las naciones,| para reunir a los desterrados de Israel,| y congregar a los dispersos de Judá,| desde los cuatro extremos de la tierra. (Isaías 11,12)
E igualmente, la trenza de centeno puede ser asimilada a una guirnalda, que en el cristianismo tiene el significado de haber alcanzado la salvación.[17]
Cuando se van acercando ambas procesiones en la Plaza Mayor, todas las personas que acompañan a su respectiva imagen (incluidas las que las portan) se arrodillan tres veces. Es un claro reconocimiento del dogma de la Santísima Trinidad.
La Iglesia expresa su fe trinitaria confesando un solo Dios en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo». (48. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica)
Y en ese momento se procede a retirar el velo negro de luto que viste la imagen de la Virgen Dolorosa, quedando a la vista un vestido blanco. Simboliza que Jesucristo Resucitado, ha vencido a la muerte.
Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? 1 Co (15,55)
Seguidamente las dos procesiones se convierten en una sola y regresan a la Iglesia Parroquial por la Calle Real, el mismo camino por el que llegó a la Plaza Mayor la imagen de Jesucristo Resucitado. El simbolismo es aún más patente, por la topografía del terreno. La imagen de Cristo Resucitado «baja» a la plaza Mayor (la vida terrena) y dirige a los fieles hacia la Iglesia Parroquial (la Casa del Padre, el Cielo), subiendo una cuesta.
Yo soy el camino y la verdad y la vida. Juan (14,6)
Y el orden del regreso de la procesión, encabezado por la imagen de Jesucristo Resucitado, simboliza la llamada a seguirle, que el Señor hace a diferentes personas en los Evangelios, y que también nos hace a cada uno de forma personal.
Al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo «Sígueme». Él se levantó y lo siguió. Mateo (9,9)
La quema del judas, tradición muy extendida, representa la existencia real del infierno y el pecado. Se materializa cuando la procesión está subiendo por la Calle Real hacia la iglesia, y ha dado la espalda al muñeco que representa a Judas.
El Hijo del hombre se va como está escrito de él; pero, ¡Ay de aquel por quien el Hijo del hombres es entregado!, ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido! Mateo (26,24)
Verdaderamente original es que los niños de la localidad, provistos de largas varas proceden a destruir los adornos de la plaza, los cascarones (las tumbas, que son la muerte) y derriban las trenzas de centeno (la ofrenda de primicia de la religión pagana, que no da la vida eterna).
Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Marcos (10,14.)
10. Altares del Corpus Christi
Origen: Los altares del Corpus Christi tienen su origen en el siglo xvi. En los pueblos de la comarca son muy habituales, destacando notablemente el Corpus de Largatera. Debió ser grande la devoción al Santísimo Sacramento en Montesclaros, pues consta la existencia de una cofradía que poseía estandartes de tela de damasco y alabardas para la procesión, así como lo ya dicho acerca de que en el año 1744, gracias a la donación de un toro por un vecino devoto del Santísimo Sacramento, se compró a los PP. Dominicos de Talavera el retablo mayor. [18]
Tiempo: Festividad del Corpus Christi.
Espacio: Calles de Montesclaros (carrera procesional clásica).
Organización: Vecinos y Ayuntamiento de Montesclaros.
Elementos y desarrollo: El engalanado de las calles corre a cuenta de los vecinos y del Ayuntamiento. Los vecinos cuelgan manteles bordados, mantones y pañuelos de los balcones y ventanas, así como sacan plantas a la acera. El Ayuntamiento corta ramas verdes de árboles y esparce plantas aromáticas por las calles de la carrera procesional.
Los altares propiamente dichos son instalados generalmente por los vecinos, bien individualmente, bien por barrios. En algunas ocasiones incluso el Ayuntamiento ha instalado su propio altar.
Simbología: El conjunto de calles adornadas, el perfume de las plantas aromáticas y los altares, tiene como finalidad dar honra pública y solemne al Santísimo Sacramento que sale a las calles.
11. Ntra. Sra. de los Remedios
Origen: La patrona de Montesclaros y titular de su parroquia es la Virgen Santa María, en su advocación de Nuestra Señora de los Remedios. A ella se le dedican las fiestas patronales y también las rogativas para pedir lluvia (la última vez en 2023).
Sin duda, el origen de su patronazgo se debe a la devoción que le tenía el linaje de los marqueses de Montesclaros. Ésto es fácilmente deducible por los datos que conocemos acerca de la protección que ejercía la familia Mendoza sobre la iglesia, convento y colegio de Ntra. Sra. de los Remedios en Guadalajara[19].
Tiempo: Asunción de la Virgen, 15 de agosto. Cualquier momento en época de sequía.
Espacio: Parroquia, calles de Montesclaros, campos en casos de rogativa para lluvias.
Organización: Parroquia, Hermandad de Ntra. Sra. de los Remedios y Ayuntamiento.
Elementos y desarrollo:
La imagen de Ntra. Sra. de los Remedios
Se trata de una talla de estilo gótico tardío que representa a la Virgen María entronizada y sosteniendo al Niño Jesús en su manto. Ella se presenta vestida con velo blanco, túnica roja y manto azul, colores típicos de representaciones de la iconografía de la Madre de Dios (v.gr. María Auxiliadora). La Virgen es hierática, mira al frente, pero en cambio, el Niño Jesús es representado vestido en pañales y en movimiento, mirando a su Madre.
La celebración
Tras la celebración de la misa, se procede a la procesión por la carrera procesional, generalmente acompañada de banda. Las andas son portadas libremente por las personas que desean efectuar esa función, bien por devoción, bien por promesa.
Desde tiempo inmemorial se observa estricta prohibición de celebrar festejos taurinos el 15 de agosto, lo cual no deja de ser sorprendente, porque ese día posiblemente es uno de los que más corridas de toros pueden celebrarse en España. En Montesclaros se celebran los días posteriores.
Para las rogativas por la lluvia que de forma extraordinaria se realizan en época de sequía, consisten en sacar la imagen en procesión, no sólo por el pueblo, sino también por los campos, impartiendo la bendición por los cuatro puntos cardinales.
Aspectos musicales: Existen unas coplas para las rogativas por lluvia cuya letra transcribo.
¡Oh! Virgen María
madre de consuelo
pídele a tu Hijo
que se riegue el suelo.
Virgen de gracia adorada
llena de amor y delicia
oye piadosa y propicia
a esta villa angustiada.
A tus manos Virgen Santa
nuestras oraciones van
preséntalas a tu Hijo
y así, las escuchará.
Mis votos a ti se ensalzan
con gran amor y dulzura
por si esforzados alcanzan
vuestro amparo, Virgen pura.
Hombres, mujeres y niños
de rodillas a tus pies
llorando el agua te pedimos
no nos dejes perecer.
¡Oh! Virgen de los Remedios
socorre a los labradores
que se ahogan con el polvo
que sale de los terrones.
Si consiste el no llover
señora, nuestra soberbia,
desde hoy seremos humildes
hasta el polvo de la tierra.
¡Oh! Virgen de los Remedios
he de rezar una salve
seguro de que mañana
corra el agua por las calles.
Los prados todos se secan
y la hierba ya no nace
y los pobres corderitos
todos se mueren de hambre.
Con esa mano derecha
tienes echadas las llaves
a las fuentes de las aguas
haciendo falta en los panes.
Quédate a Dios Virgen pura
en tu sagrada mansión
que os tengo madre mía
siempre aquí en mi corazón.
Mira a nuestros pequeñuelos
que llorando piden pan
¡Agua! Reina de los Cielos
para podérselo dar.
María tiene las llaves
del rocío de los Cielos
abre la puerta Señora
para que se riegue el suelo.
Agua de consolación
se pide en esta novena
que se rieguen nuestros campos
que está sequita la tierra.
¡Oh! Virgen del Remedio
que estás metida en tu ermita
échanos tu bendición
que esa mano bendita.
¡Oh! Virgen de los Remedios
que devoción te sentimos
cuando hay mucha falta de agua
todos a ti recurrimos.
¡Oh! Virgen de los Remedios
que tienes el manto azul
a los campos dales agua
y a nosotros danos luz.
Señora danos el agua
agua de consolación
que se rieguen los campos
con el agua del Señor.
El agua está amenazando
y no acaba de caer
por que los muchos pecados
los vuelven a detener.
Pobrecitos labradores
todo el año con desvelos
y ahora por falta de agua
todo se va perdiendo.
Como Madre de consuelo
y remedio de nuestro mal
mándanos Señora el agua
que es mucha necesidad.
Como patrona de España
y de tu Hijo el más amado
tenemos el gran consuelo
de que iremos a tu lado.
Agua pide el sacerdote
agua pide el labrador
agua mujeres y niños
¡Agua, Divino Señor!
Te clamamos en la Tierra
te clamamos en el Cielo
te clama el soldado en la guerra
te pide amparo y consuelo.
Pídelo María
pídelo azucena
a Jesús el agua
que no te lo niegue.
Si a ti te lo niega
pronto nos verá
muertos en la calle
de necesidad.
Adiós Virgen del Remedio
Adiós Estrella Brillante
Adiós patrona del pueblo
Mira por tus habitantes.
Simbología: La talla de Nuestra Señora de los Remedios es una Theotokos o Maiestas Mariae y su trono está pintado de jaspe y oro, materiales con gran importancia simbólica. Sólo hay que atender a la antigua costumbre de que los altares mayores contaran con un ara o piedra de jaspe consagrada para colocar el Santísimo Sacramento, así como que el cáliz para la celebración de la Eucaristía debe ser de oro, o de otro metal pero con su interior dorado, así como que entre las letanías de la Virgen María se encuentran los apelativos de Vaso espiritual, Vaso digno de honor y Vaso de insigne devoción. Todo ello nos puede llevar a concluir que la talla es una clara alegoría eucarística, presentando a la Virgen María sentada en su trono como ara y cáliz que contiene a Cristo (el Niño Jesús).
Una posible explicación a la prohibición de celebrar festejos taurinos el día de la Virgen de los Remedios puede estar en que sea un residuo cultural consecuencia de la observancia en la villa del Breve Exponis Nobis del Papa Clemente VIII (25-08-1575) que, mitigando la prohibición de las corridas de toros del Papa Paulo V, las consintió para los laicos, pero siempre que no se celebraran los días festivos[20].
12. Las capillas ambulantes
Origen: Se especula acerca de su origen, si surgieron por las predicaciones de las órdenes religiosas o como reacción del catolicismo a la iconoclasia protestante.[21]
Es una institución eminentemente femenina, pues esta costumbre es mantenida casi exclusivamente por mujeres de la localidad. La capilla ambulante, básicamente, es una imagen sagrada guardada en un cajón de madera, con una hornacina de cristal para que pueda verse la imagen, dos puertas para proteger el cristal cuando se transporta. Habitualmente tienen una pieza de madera que se eleva con unas bisagras y simula un cimborrio rematado con una cruz. A los pies de la imagen hay una ranura para depositar limosnas, que caen a un cajón. En la parte superior suele haber un asa para facilitar su transporte. En la parte posterior se coloca el listado de las casas que deben recibir la capilla.
Tiempo: Todo el año.
Espacio: Las viviendas de particulares de las hermanas de las hermandades informales.
Organización: Parroquia y la comunidad parroquial, siendo hasta ahora casi exclusivo de mujeres.
Elementos y desarrollo: Vinculan a un grupo de laicas, que se unen en oración y piedad en torno a la imagen que representa una advocación, recibiéndola en la intimidad del hogar por tiempo mínimo de 24 horas, para rezar, mantener una vela encendida ante ella y depositar limosna, antes de llevarla a la casa siguiente, en el orden estipulado en el listado existente en la parte posterior.
Las actuales capillas ambulantes son relativamente nuevas, imágenes de escayola del Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen del Carmen, la Virgen Milagrosa y la Sagrada Familia. Todas ellas son advocaciones de Jesucristo y su madre Santa María, especialmente invocadas para la protección de la familia.
Simbología: Las capillas ambulantes representan la presencia de lo sagrado en el hogar. En este sentido, tienen una doble finalidad, tanto la protección de la familia como el acrecentamiento de la fe por medio de la oración.
También tienen un interés social, pues en torno a ellas se conforma una especie de cofradía o hermandad informal, casi exclusivamente femenina, que tiene como finalidad el culto a la advocación titular y la celebración de una misa anual por las almas de las hermanas difuntas.
13. Las mandas
Una manda es la «oferta que una persona hace a otra de darle algo»[22]. Es la forma en la que los montesclareños llaman a las promesas hechas a Dios, la Virgen María o los santos, que pueden ser de agradecimiento por alguna circunstancia positiva (curación de una enfermedad, nacimiento de un hijo, etc) y súplica para salvar algún mal (obtener la gracia de la curación de una enfermedad, habitualmente). Las mandas generalmente suelen implicar un bien para la fe y, en mayor o menor medida, un sacrificio material y económico, y pueden ser de estos tres tipos:
- «Sacar un banzo»: Es decir, pujar y ganar en las subastas de los banzos de San Sebastián y Santa Águeda el derecho a portar uno de los banzos de las andas en la procesión del siguiente año. Es, sin lugar a dudas, la manda más popular de todas.
- Encargar una misa, que se ofrecerá al santo o advocación al que se ha realizado la manda. En la que el sacrificio económico es mínimo.
- Regalar algún objeto para el culto (imagen, cuadro, campana, etc) o contribuir al pago de alguna obra o cubrir una necesidad material de la iglesia. Pueden ser anónimas o no.
14. Rezo diario del rosario en el mes de mayo (las flores)
Se denominan «las flores» al rezo diario del rosario que se realiza en la parroquia de la localidad durante el mes de mayo, mes de María, al que las mujeres acuden con flores para colocar ante la imagen de la Virgen María (generalmente la Inmaculada Concepción). Es también un elemento de piedad eminentemente femenino. Y anteriormente también de los niños.
15. Peregrinaciones
Por su situación geográfica y su pretérita vinculación con la Diócesis de Ávila, Montesclaros tradicionalmente ha mantenido un mayor contacto con dos peregrinaciones de esa diócesis: La romería del Cristo de la Luz (Hontanares) y la romería de San Pedro Alcántara (Arenas de San Pedro), ambas consideradas fiestas de Interés Turístico Regional de Castilla y León.
Hoy día, la participación en estas peregrinaciones no es colectiva e institucional, sino individual, por parte de los vecinos de Montesclaros que así lo sienten, por costumbre y devoción.
Romería del Cristo de la Luz (Hontanares - Ávila)
El llamado «Rocío abulense» es una de las romerías más antiguas de España, con más de 400 años de historia. Según la tradición, se originó cuando la imagen del Cristo de la Luz fue encontrada en Hontanares, a las orillas del Tiétar, por unos pastores del vecino pueblo de Lanzahíta, que la llevaron a su localidad. Comoquiera que la imagen se trasladaba milagrosamente desde Lanzahita hasta Hontanares, lugar donde fue hallada, se decidió que la imagen quedara en dicho pueblo y que los vecinos de Lanzahíta fuesen en romería todos los años, con un cirio como ofrenda.
Así se cumple, dependiendo del año, en el último domingo de mayo o primero de junio, en el que hombres y mujeres a caballo y en carruaje se dirigen desde Lanzahíta, y también desde otros pueblos de la zona para participar en la romería.
Montesclaros siempre participó en esta fiesta, como atestigua un informe catastral de 1752, en el que se reseña que el Ayuntamiento de Montesclaros invertía 135 reales para ofrecer un cirio al Santísimo Cristo de Hontanares «por voto que tiene hecho la villa desde su aparición, incluido en el dicho gasto la misa cantada y refresco que se da a la justicia que asiste y lleva dicho cirio»[23].
Lanzahíta sigue cumpliendo con el voto del cirio, pero no podemos decir lo mismo de Montesclaros, que hace muchas generaciones dejó de cumplirlo, de modo que, como sucede en tantas romerías, el carácter festivo ha superado al religioso. Hoy en día esta romería está muy secularizada y es una verdadera concentración de aficionados al caballo.
Peregrinación al Santuario de San Pedro de Alcántara (Arenas de San Pedro - Ávila)
El famoso arquitecto Ventura Rodríguez utilizó mármol blanco de Montesclaros para la construcción del Santuario de San Pedro de Alcántara y la tradición oral sostiene que los vecinos de Montesclaros extrajeron y transportaron esa piedra de forma gratuita. Ahí se justifica parte del vínculo de la villa con el santuario, que ahora está francamente debilitado.
La romería se celebra el 19 de octubre, festividad del santo monje franciscano, amigo de Santa Teresa de Jesús, cuyo apostolado y ejemplo de vida dejaron profunda huella en todo el Valle del Tiétar, en el cual se mantienen leyendas acerca de la protección milagrosa que Dios ejercía sobre su persona, no permitiendo ni tan siquiera que le lastimasen las espinas de las zarzas.
16. Prácticas desaparecidas
Pedro Guerrero Ventas, en su libro «La piedad popular en la Diócesis de Toledo. Ensayo para la investigación.», publicado por el Instituto Teológico San Ildefonso en 2004, señalaba algunos elementos de la antigua religiosidad popular de Montesclaros, hoy desaparecidos:
«Celebran el voto a Santiago y el de Santa Ana, y el concejo aportaba seis velas a la Candelaria. Por el voto de Santa Águeda, que vienen celebrando cada 5 de febrero, pagaban 273 reales; 205 para el predicador de la Cuaresma; 100 para la fiesta del Corpus y 136 por el voto al Cristo de Hontanares (Ávila)».
También en el informe del Catastro de 1752 se recogen algunos gastos de la villa en el ámbito pastoral y de caridad que nos dan una imagen fiel de la religiosidad en ese momento. Son los siguientes:
- Para las fiestas de Santa Águeda que se celebran por voto anual, se gastan 273 reales en sermón, fuego y caridad.
- Para los religiosos que vienen «de vereda» a predicar, 134 reales.
- Para la festividad del Santísimo Sacramento, 100 reales.
- Para la romería con ocasión de la festividad del Cristo de Hontanares, que incluye cirio, misa cantada y refresco para la Justicia, 136 reales.
- Para conjurar la oruga del monte y el refresco para el cura, sacristán y la Justicia, 87 reales.
- Para mudar pobres, enfermos y dar de comer a los que se traen de otros pueblos y mudarlos a otros, 120 reales.
- Para los Santos Lugares de Jerusalén, 29 reales y 14 maravedís.[24]
Votos a Santiago y Santa Ana (25 y 26 de julio)
El voto de Santiago nace por iniciativa como consecuencia de la intervención milagrosa de Santiago Matamoros en la batalla de Clavijo (844 d.C.). Supuso la potenciación de la devoción al santo y una considerable fuente de ingresos para la iglesia compostelana.
Hay que señalar que Montesclaros nació vinculado a tierras abulenses. Antes de la división provincial, perteneció jurídica y políticamente al Reino de Castilla, no al Reino de Toledo.
E igualmente la villa se sometía a la jurisdicción eclesiástica de la diócesis de Ávila (hasta mediados del siglo xx) y de la provincia eclesiástica de Santiago de Compostela (hasta mediados del siglo xix). Por ello le correspondía cumplir con el voto a Santiago, que incluía el pago del voto a la Catedral de Santiago de Compostela y la celebración de la misa votiva el día de la fiesta del Apóstol.
La inclusión del voto a Santa Ana, seguramente por preservar a la villa de alguna calamidad, se conserva en otras localidades castellanas, como la ciudad de Cuenca.
Derogado el pago del voto de Santiago por las Cortes de Cádiz, la fiesta quedó reducida en muchos lugares a la mera liturgia de la conmemoración de Santiago Apóstol, como día de precepto que es.
La Candelaria (2 de febrero)
El 2 de febrero se celebraba la fiesta de la Candelaria, que conmemora la presentación en el Templo del Niño Jesús y la Purificación de la Virgen. Este episodio evangélico está representado en una de las cuatro tablas antiguas del retablo actual, procedentes del antiguo.
Eran ofrecidas seis velas que eran llevadas en procesión a la iglesia parroquial por autoridades y cargos locales[25].
La etimología del nombre de la fiesta es claramente alusiva a que la Virgen María, al presentar a Cristo en el Templo, está llevando la luz a los hombres. Y esto precisamente es lo que se quería rememorar en la procesión efectuada por las autoridades portando seis velas hasta la iglesia.
Jesús les habló de nuevo diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida». (Juan, 8,12)
Ofertorio a las Ánimas del Purgatorio (Martes de Carnaval)
Costumbre muy extendida en la zona occidental de la provincia de Toledo, consiste en la celebración de una procesión o desfile (pues aúna elementos militares y religiosos), asociada a la conmemoración de las ánimas del purgatorio, denominados soldadescas, escuadras de ánimas, sargentos, etc. que cada martes de carnaval sale por las calles de la localidad.
Hay varias teorías acerca de su origen. Unos sostienen que es una burla de la institución militar, otros que es heredera de los alardes celebrados anualmente por las milicias locales o incluso el acto coercitivo por el que estas milicias hacían cesar el carnaval, para dar comienzo a la cuaresma.
En Montesclaros, en cuya iglesia había un cuadro de ánimas, se dejó de celebrar tras la guerra y sabemos que tenía un carácter más sobrio que en otras localidades. Consistía en una procesión de varios alabarderos, un tamborilero y un abanderado que portaba la bandera nacional previo pago de una cantidad. No consta que existieran graduaciones, ni que portaran adornos carnavalescos de cintas y bandas, y tampoco consta que se bailara la bandera.
Tras la procesión, se realizaba un ofertorio en la puerta del Ayuntamiento y después se rifaba lo aportado. La finalidad, pues, era recaudar dinero para sufragar misas para las almas del purgatorio[26].
211 ¿Cómo podemos ayudar en la purificación de las almas del purgatorio?
En virtud de la comunión de los santos, los fieles que peregrinan aún en la tierra pueden ayudar a las almas del purgatorio ofreciendo por ellas oraciones de sufragio, en particular el sacrificio de la Eucaristía, pero también limosnas, indulgencias y obras de penitencia. (Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica)
San Marcos (25 de abril)
A pesar de que San Isidro Labrador es el patrón de los agricultores españoles, en Montesclaros era San Marcos quién concitaba la devoción de este colectivo, casi todo el pueblo. Por ello, cada 25 de abril se procedía a la bendición de los campos, en los que ya estaban creciendo las cosechas[27].
Todos los Santos y Todos los Fieles Difuntos (1 y 2 de noviembre)
Se trata de dos fechas muy señaladas en el calendario litúrgico en las que se cumplen generalmente costumbres muy arraigadas en el mundo hispánico. En la actualidad se sigue conservando la costumbre de visitar el cementerio, limpiar las tumbas, llevar flores y rezar por los familiares difuntos. En cambio, se ha perdido una costumbre bastante peculiar consistente en tañer las campanas al toque de difuntos desde que caía el sol el día de Todos los Santos hasta que amanecía el día de Todos los Fieles Difuntos. Para ello, se organizaban turnos de voluntarios a los que el párroco regalaba castañas.
Otra tradición secular, que se mantiene todavía, es la de salir a comer castañas el día 1 de noviembre, el denominado calbote en otras localidades y aquí simplemente «las castañas».
Natividad de la Virgen María (8 de septiembre)
La Natividad de la Virgen María era celebrado por todo lo alto en Montesclaros. Es un misterio como a partir de la segunda mitad del siglo xx esta fiesta va perdiendo fuerza, cuando antiguamente sus celebraciones, que incluían bailes públicos y festejos taurinos, rivalizaban con las fiestas patronales de Ntra. Sra. de los Remedios.
Ángelus
También se ha perdido la costumbre del toque y rezo del Ángelus, que marcaba un interrupción de las actividades cotidianas para rezar tres veces al día, a las 6:00, 12:00 y 18:00 horas.
Tradición perdida en gran parte de España, gracias a la tecnología se ha recuperado en algunas localidades sin que sea necesario contar con la continua disponibilidad de campaneros.
Cofradías desaparecidas
Está documentada la existencia histórica de las siguientes cofradías: Ntra. Sra. del Rosario (1591), Santa Veracruz (1646), Ánimas (1678), Santísimo Sacramento, San Sebastián, Ntra. Sra. de la Concepción y del Cristo de las Barandas[28].
Ninguna de ellas existe en la actualidad y no sabemos si se extinguieron o fueron suprimidas por algún motivo, pero podemos ver la identidad entre las cofradías y las costumbres de piedad popular que hemos examinado:
Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario: Recordamos lo dicho acerca de «las flores», es decir, el rezo diario del rosario durante el mes de mayo en la localidad, que se ha preservado por la mera costumbre de las mujeres de la localidad. No se puede descartar que esta costumbre sea una reminiscencia de la actividad de esta cofradía.
Cofradías de la Santa Veracruz y del Cristo de las Barandas: Me remito a lo mencionado acerca de la procesión del silencio el Viernes Santo y la antigua y ya desaparecida intervención de un piquete de alabarderos, que sin duda, tendría su origen en una cofradía.
Cofradía de las Ánimas: Idem respecto lo mencionado acerca del ofertorio para las ánimas.
Cofradía de San Sebastián: Posiblemente la organización de la Caridad de San Sebastián se hacía en el marco de una cofradía reconocida canónicamente.
17. Conclusiones
Las manifestaciones de piedad popular de Montesclaros, aún enmarcándose en el ámbito cultural de su entorno geográfico, presentan pecualiaridades, siendo muy destacadas las celebraciones de Pascua Florida, Santa Águeda y San Sebastián.
Se observa un buen encaje entre el simbolismo religioso y las probables reminiscencias de costumbres campesinas precristianas (ritos de paso, ritos de intensificación, ritos de protección, festejos de invierno…) que han sido sacralizadas, llegando algunas a tener una riqueza notable.
Hay evidencias de que ha existido históricamente un acatamiento de la comunidad a las directrices de la jerarquía eclesiástica para depurar la religiosidad popular.
Es preocupante tanto la desaparición de algunas costumbres con valor religioso y etnográfico (lo cual podría repetirse en el futuro), como la aculturación de algunas manifestaciones de piedad popular.
Debe trabajarse en la recuperación de las costumbres religiosas perdidas y el mantenimiento de la pureza de las existentes. Para ello, será esencial conservar su auténtico significado y trabajar para la puesta en valor de su riqueza etnológica, fomentando su conservación sin permitir la aculturación de nuestras tradiciones. Entre las primeras iniciativas útiles para estos propósitos podrían encontrarse la refundación de las cofradías desaparecidas, lo cual puede hacerse incluso fusionando algunas de ellas.
NOTAS
[1]Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos: https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccdds/documents/rc_con_ccdds_doc_20020513_vers-direttorio_sp.html
[2] Carta Apostólica Vicesimus Quintus Annus del Sumo Pontífice Juan Pablo II en el XXV aniversario de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia (4 de diciembre de 1988).
[3] JOSEPH Mª PRATS (Coordinador) Las Razas Humanas. Volumen 3 Pueblos Asiáticos y Europeos. Ed. Océano- Instituto Gallach, Barcelona, 1985, pp. 500-503.
[4] JOSEPH Mª PRATS (Coordinador) Las Razas Humanas. Volumen 6 Instituciones Culturales. Ed. Océano- Instituto Gallach, Barcelona, 1985, p. 1080.
[5] ELISEO R. ALBARRÁN. Montesclaros cinco siglos de vida. Autoedición, Talavera de la Reina 1983, pp. 109-110.
[6] CONSOLACIÓN GONZÁLEZ CASARRUBIOS, Folklore toledano: Fiestas y creencias. Ed. IPIET (Diputación Provincial de Toledo), serie Temas Toledanos, Toledo, 1981, p.56
[7] ELISEO RODRIGUEZ ALBARRÁN, Montesclaros, cinco siglos de vida. Autoedición, Talavera de la Reina, 1983, p. 89.
[8] JOSÉ MARÍA DE AZCÁRATE RISTORI. Historia del Arte. Editorial Anaya, Madrid, 1987, p. 255
[9] Los romanos denominaban indumenta a toda la ropa interior.
[10] MIGUEL NICOLAU S.I. Iniciación a la Teología. Ed. Estudio Teológico de San Ildefonso, Toledo, 1984, pp. 142 y 143. «Sin duda que cuando el pan profano se cambia en pan eucarístico se da un cambio de significado (transignificación) y un cambio de finalidad (transfinalización); como también se da una transignificación y transfinalización cuando el pan profano se hace pan bendito. Pero este mismo ejemplo muestra que la mera idea de transignificación y transfinalización no basta para explicar el dogma de la transubstanciación, mientras no se llegue a admitir el cambio de substancia».
[11] JOSEPH Mª PRATS (Coordinador) Las Razas Humanas. Volumen 5 Prehistoria. Tipos culturales. Ed. Océano- Instituto Gallach, Barcelona, 1985, p. 893.
[12] CONSOLACIÓN GONZÁLEZ CASARRUBIOS, Folklore toledano: Fiestas y creencias. Ed. IPIET (Dip. Provincial de Toledo, serie Temas Toledanos, Toledo, 1981, pp. 29 y 34.
[13] JOSEPH Mª PRATS (Coordinador) Las Razas Humanas. Volumen 6 Instituciones Culturales. Ed. Océano- Instituto Gallach, Barcelona, 1985, p. 1086.
[14] Jacinto García L, Un convento de aromas. Ed. JCCM, Toledo, 2002.
[15] Purificación Murga, Diccionarios Rioduero Símbolos, Ediciones Rioduero, Madrid, 1983, pp. 122-123.
[16] Purificación Murga, Diccionarios Rioduero Símbolos, Ediciones Rioduero, Madrid, 1983, p. 33.
[17] Purificación Murga, Diccionarios Rioduero Símbolos, Ediciones Rioduero, Madrid, 1983, p. 115.
[18] ELISEO R. ALBARRÁN. Montesclaros cinco siglos de vida. Autoedición, Talavera de la Reina, 1984, pp. 107-110.
[19] ADOLFO CARRASCO MARTÍNEZ. «Los Mendoza y lo sagrado. Piedad y símbolo religioso en la cultura nobiliaria.» Cuadernos de Historia Moderna, Ed. Universidad Complutense de Madrid, 2000, n.º 25, pág. 245.
[20] BEATRIZ BADORREY MARTIN. Otra Historia de la Tauromaquia: Toros, Derecho y Sociedad (1235-1854). Ed. Boletín Oficial del Estado, Madrid, enero 2017. p. 337.
[21] M.ª JOSÉ MANZANARES Y ROSARIO GALLEGO. «Religiosidad Popular: Capillas domiciliarias». Tesela, n.º 28, Ed. Patronato Municipal de Cultura de Alcázar de San Juan, 2009. TESELA38.pdf (alcazardesanjuan.es)
[22] REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea]. <https://dle.rae.es> [13 de marzo de 2022]
[23] ELISEO RODRIGUEZ ALBARRÁN, Montesclaros, cinco siglos de vida, Autoedición, 1983, p. 77-78.
[24] ELISEO RODRIGUEZ ALBARRÁN, Montesclaros, cinco siglos de vida. Autoedición, Madrid, 1983, pp. 77- 78.
[25] ELISEO RODRIGUEZ ALBARRÁN, Montesclaros, cinco siglos de vida. Autoedición, Madrid, 1983, p. 77.
[26] ELISEO RODRIGUEZ ALBARRÁN, Montesclaros, cinco siglos de vida. Autoedición, Madrid, 1983, p. 143.
[27] ELISEO RODRIGUEZ ALBARRÁN, Montesclaros, cinco siglos de vida. Autoedición, Madrid, 1983, p. 144.
[28] ELISEO RODRIGUEZ ALBARRÁN. Montesclaros, cinco siglos de vida. Autoedición, Madrid, 1983, p. 107.