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Escribe San Juan –Evangelio, 1-1– que «Al principio era el Verbo, /y el Verbo estaba en Dios, /y el Verbo era Dios». Y en el versículo 2, añade de nuevo que «Él –el Verbo– estaba en Dios». ¿Y qué es el verbo sino la palabra que a través de la evolución llegó al hombre para diferenciarlo del gruñido de los cerdos o de los perros, del rugido del león o del tigre o del bramido de los cérvidos u otros animales salvajes? ¿Entonces fueron Adán y Eva los primeros en usar el verbo –la palabra–, que se iría extendiendo a través de sus hijos, nietos –que debieron tenerlos–, hasta llegar a nosotros en el lenguaje coloquial que ahora usamos, aunque en algunas comunidades –como Extremadura– ese verbo se convirtiera en dialecto representado con el tradicional «Quien no diga, jacha, jornu, jigu y jiguera no es de mi tierra», dicho que vuelve a repetirse con los montañeses cántabros en «Quien no diga jacha, jucha, jisu y jiguera, no es de mi tierra»? Aunque debe reconocerse que no exista un dialecto predominante, ni una variedad estándar, aunque sí en algunas zonas comarcales lo locales. Como las variantes de a fala en el Valle del Jálama: Lagarteiru –Eljas–, manhegu/mañegu –San Martín de Trevejo– y valverdeiru –Valverde del Fresno–. Amén de las variantes lingüísticas en otras Comunidades Autónomas.
Y con el verbo vinieron los chistes, las canciones, los apodos, el cotilleo, los cuernos, los versos… englobados todos dentro de un zascandileo oral que a todos nos alcanza. Veámoslo, aunque sea en el desorden mejor organizado para que la traslación no resulte tan monótona.
Por ejemplo, en chistes tan simples como:
—Cariño, ¿trajiste las lechugas que te encargué?
—No, Chiqui. Estaban muy verdes.
— ¡Señor, o te lo llevas o te lo mando!
Claro que también los hay más complejos:
—La familia de tu marido tiene un acento raro. ¿De dónde vienen?
—La mayoría, del bar.
—Mi mujer es muy tímida.
—¿Cuánto de tímida?
—Imagínate, no empezó a salir con chicos hasta después de casarse conmigo.
¿Cuáles son las cinco palabras que teme oír de su marido cuando está haciendo el amor?
—Cariño, ya estoy en casa.
Versos populares relacionados con una acción corporal tan humana como la defecación:
De los goces sin pecar
el primero es el cagar.
Mas si vas al cagatorio
teniendo dura la masa
se puede decir que pasas
las penas del Purgatorio.
-.-
La diarrea
me marea
cuando sale
a borbotón.
Y si es duro,
¡ay!, qué apuro
hasta que sale
el mojón.
-.-
A mí me gusta
cagar en alto
pa ver la mierda
pegando saltos.
A mí me gusta
cagar-cagar,
pa ver la mierda
saltar-saltar.
En el maloliente WC de un vagón de ferrocarril alguien plasmó su «ingenio poético» en estos versos, tal vez mientras le daba gusto al cuerpo…
En este mismo vagón,
y en este mismo retrete
le di por culo al factor,
al jefe de la estación
y al que pica los billetes.
Versos –con alusión a alguno los macarrónicos del Tenorio– que en aquellos tiempos fueron comentados y hasta celebrados, quizá tanto como aquellos otros, debidos a la inspiración estudiantil, la primera vez que aparecieron, y que aún aparecen a veces:
Dada la estrella polar
y el logaritmo de pi,
averiguar si es aquí
donde se puede cagar.
En un pueblo del que sobra el nombre, dicen que en cierta ocasión que despidieron a un sacerdote que se mudaba de parroquia, lo despidieron con «Adiós, madre, adiós, padre».
Y parece ser que alguien le oyó murmurar: «Padre no de todos, pero sí de algunos».
Y desde entonces comenzó a decirse: «Nunca digas que ese cura no puede ser tu padre»…
Veranillo de los membrillos, Veranillo de San Andrés. Veroño, verano en otoño.
Una mujer llega a casa después del trabajo y se encuentra a su marido en la cama con una desconocida.
—Pero ¿quién es esta tipa, Manolo?
Y el hombre, dirigiéndose a la amante, le pregunta:
—¿Cómo decías que te llamabas?
Ahora va de versos lanzados al voleo:
Aunque me pidan que toque
porque sé solfeo,
a mí, más que tocar,
me gusta el toqueteo.
—Oye, ¿tu esposa grita cuando hace el amor?
—¿Que si grita? A veces la escucho desde el bar.
Un chico español, durante el verano, entabla amistad con una húngara y una tarde, mientras toman unas copas en un chiringuito de la playa, le pregunta a su amiga:
—¿Y en Hungría hay bares?
—¡Muchos» Donde quiera que vayas, hay hungaritos por aquí, hungaritos por allá…
O apodos como:
Tiracopas, porque raro era el día que manoteando en conversación con sus compañeros del bar no tiraba la copa de vino.
Tontolculo, persona extremadamente idiotizada, que ha perdido su escaso juicio.
Badulaque, por su informalidad y poco juicio, menguado de razonamiento.
Pelagatos. Se le apodó así porque era una persona insignificante y mediocre. El apodo que le pusieron a esa persona no tenía nada que ver con el hecho de que la palabra pelagatos surgió en España durante tiempos duros de hambruna y pobreza, donde algunos podían dedicarse literalmente a pelar gatos para luego comérselos e ir sobreviviendo.
Puedes comprar la felicidad, pero también puedes comprar una cerveza, que es algo parecido.
Cómo se dice no hay nadie en la taberna en ruso? «Ni kiski en la tasca». Y si llegas a un pueblo y no ves un alma en la calle y preguntas dónde pueden estar te dirán que está «To kiski en la tasca».
Un camionero llega a su casa después de un viaje y se encuentra a su mujer haciendo el amor con un enano.
—¡Pero Encarna! Me prometiste que ibas de dejar de engañarme…
—Y lo estoy cumpliendo, pero poco a poco…
Y haciéndose el gracioso con referencia a las salchichas dijo uno levantando su copa: «La carne en calceta, que se la coma el que la meta».
Al parecer no hizo mucha gracia.
Llega un borrachito, más folclórico imposible, a las cinco de la mañana y la mujer le dice:
—¡Manolooooo!, ¿qué horas son estas de llegar?
Y el hombre contesta:
—¿Quién dijo que ya llegué? Si sólo vine para llevarme la guitarra…
Algunos disparates escolares:
—Los egipcios transformaban a sus muertos en momias para que siguiesen vivos.
—Los emperadores romanos organizaban combates de radiadores.
—Carlomagno se hizo castrar en el año 800.
—Cuando los campesinos habían pagado sus impuestos, se quedaban con un gran agujero en la bolsa.
—La mortalidad infantil era muy elevada, excepto entre los ancianos.
—Los niños nacían a menudo a edad temprana.
—El armisticio es una guerra que se termina todos los años el 11 de septiembre.
—Las nubes con mayor carga de lluvia son las gruesas cunilingüis.
—Los estadounidenses van a misa a menudo porque los protestantes son muy católicos.
—China es el país más poblado con mil millones de habitantes por metro cuadrado.
—Para conservar mejor el hielo, hay que congelarlo.
—El paso del estado sólido al estado líquido se llama follifacción.
—Un kilo de mercurio pesa prácticamente una tonelada.
—La climatización es una calefacción fría con grasa, aunque igual es lo contrario.
—Antiguamente, los chinos no tenían ordenadores y contaban con sus bolas.
Iba un borracho caminando a su casa cuando ve un letrero que le llamó la atención. El borracho comienza a llorar desconsoladamente cuando, por casualidad, pasa su vecino y al verlo llorar le pregunta:
—¿Por qué llora vecino?
El borracho le contesta:
—A lo que hemos llegado en este mundo. Mira en ese letrero dice que se vende madre sin sentimiento.
El vecino lee el letrero y le contesta:
—Pero chico, ¿tú no ves que dice ahí?: «Se vende madera, zinc y cemento».
Una mujer vuelve a casa de modo inesperado y se encuentra a su marido en la cama con una vecina.
—¿Ves cómo tenía yo razón? –chilló dirigiéndose al marido– ¿No te había dicho ya que esta tipa era una pelandusca que se acostaba con el primer gilipollas que le hiciera caso? ¿Lo ves?
Un borrachete volvía a su casa después de estar hasta muy tarde de fiesta, y se encuentra con un policía en el camino, y le pregunta:
—Disculpe que lo moleste, pero me puede decir, ¿cuántos golpes tengo en la frente?
El policía responde:
—Ya tienes tres golpes.
Y le borrachito dice:
—Entonces, me faltan dos farolas para llegar a mi casa.
—Pues sí… -dice un amigo a otro –. Me casé con una romana y ahora me pesa…
El hombre llega inesperadamente a casa tras un largo viaje y se encuentra a su mujer en la cama con su mejor amigo.
—¡Pero, Pepe…! ¡Cómo tú que eres mi mejor amigo, me estés pegándola con mi mujer!
—Pues precisamente porque soy tu mejor amigo estoy asegurándome de que no te la pegue con otro.
Dos borrachos se acuestan a dormir en una litera, y el borracho que está en la parte de arriba de la litera antes de dormirse comienza a rezar:
—Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, la Virgen María, y el Espíritu Santo.
En eso se cae la litera y el borracho que está en la parte de abajo dice:
- ¿Viste? ¡Eso pasa por estar durmiendo con tanta gente!
Estaban dos borrachos en un bar y uno le pregunta al otro:
—Oye compadre, hip, ¿por qué te gusta beber?
Y el otro le contesta:
—Pos para verme más guapo, bello, y hermoso.
El primer borracho vuelve a preguntar:
—Y, ¿por qué dices que se ve más guapo, bello y hermoso?
—Pos, porque cuando llego a mi casa mi mujer me dice, «muy bonito, muy bonito».
Durante el pleno de un Ayuntamiento, dice el alcalde electo:
—… y vamos a poner tuberías nuevas en todas las calles para…
—Las pondréis huecas –pregunta un concejal de la oposición.
—No –responde el alcalde– … si te parece las ponemos macizas…
Un alemán le pregunta a un español:
—¿Es cierto que los españoles sois aficionados a la bebida?
Y le contesta el español:
—¡Oye, de aficionados nada! Aquí somos profesionales.
Van dos borrachos por la nieve, uno ve a un perro San Bernardo con su barrilito de whisky, y le dice al otro:
—¡Mira, por ahí viene el mejor amigo del hombre!
A lo que el otro le contesta:
—¡Sí…! ¡Y viene con un perro!
Dicho razonable: «Hay días tontos… y tontos todos los días».
El marido llega a casa y se encuentra a su mujer en la cama con su mejor amigo. Furioso, saca una pistola y le pega un tiro.
Y la mujer, sin inmutarse, le dice:
—Tú sigue así, que te vas a quedar sin amigos.
Llega un tipo borracho a su casa con una bufa terrible. Al abrir la puerta se encuentra con su esposa parada en la puerta con un palo en la mano. Y le dice:
—Feo, asqueroso, granujiento, celulítico, apestoso, viejo…
A lo cual el borracho contesta:
—Si es una adivinanza: Tu trasero.
Antaño en las tabernas era común que ciertas personas –generalmente vendedores y arrieros de paso por un pueblo–, que para trabar amistad con los vecinos o promocionar sus productos, tuvieran el detalle de invitar a los parroquianos de una taberna. Pero generalmente, los invitadores –muchos de ellos borrachos– o las invitaciones, tenían otro cariz, circunstancias que dieron lugar a que surgieran algunos dichos relacionados con eso de las invitaciones tabernarias. Así:
—Quien invita al tabernero o está loco –o tonto– o le debe –o la debe– o sobra dinero.
—Quien invita al tabernero o está borracho o no tiene dinero.
Con su variante: «o no tiene vergüenza o no tiene dinero». Que en otra versión puede sustituirse el no por el ni.
De ahí que algunos del oficio aplicaran «La ley del tabernero, cobrar al que estaba primero», consiguiendo así que se fueran sin pagar. Costumbre que está hoy día generalizada y que el camarero o tabernero cobre la consumición en el acto de servirla, especialmente si el cliente es desconocido o poco parroquiano.
Entra un borracho a un bar y dice:
—Toss los que essten a la issquierda... soon unoss cabronesss.. Y toss loss que essten a la derechssa... soon unoss jilipollass...
Salta uno y dice:
—¡EH! Oiga, perdone, que yo no soy un cab....
—¡¡¡Puesss ponte aquí jilipollasss!!!
Este es un borracho que llega a su casa con una tajá la mar de grande... y como estaba aburrido se puso a contar lo que había en su casa y dice:
—Mira éste es el comedor –sigue hacia adelante y dice: Éste es mi dormitorio, esta es mi cama, esa es mi mujer y el que está a su lado soy yo...
Un borracho llega tarde a su casa y su mujer, enojada le dice:
—¿Por qué llegas tan tarde y tan borracho?
—Es que mis amigos me agarraron a tubazos.
—¿Cómo que a tubazos?
—Sí… Es que me decían: «Ten tu vaso, ten tu vaso»…
Dos borrachos se encuentran delante de la puerta de una casa y se ponen a discutir los dos:
—Te digo que ésta es mi casa.
—No puede ser – replica el otro –. Estoy seguro de que es mi casa.
Y al cabo de un rato discutiendo deciden resolver la duda llamando a la puerta para preguntar quién de los dos tenía razón. Llaman y sale una mujer que enfadada les dice:
—¡Muy bien! ¡Muy bonito! Padre e hijo borrachos como una cuba…
En el Registro Civil.
—¿Está usted casado?
—Sí, señor.
—¿Con prole?
—No, señor, con Lupe García.
—Prole quiere decir hijos, señor.
—¡Ah, es eso…! Sí, tengo un prolo y una prola.
Y, para concluir, una nueva tanda de disparates.
—Las fábulas de La Fontaine son tan antiguas que se ignora el nombre del autor.
—Los franceses son buenos escritores porque ganan el premio Goncourt muy a menudo.
—Los pintores más famosos son Mickey Ángel y Leonardo da Vinci.
—El perro, al menear el rabo, expresa sus sentimientos como lo hace el hombre.
—Los conejos tienen tendencia a reproducirse a la velocidad del sonido.
—Para hacer huevos, la gallina debe ser fermentada por un gallo
—Gracias a la estructura de su ojo, el águila puede leer un periódico a 1400 metros de altura.
—Los calamares gigantes agarran a sus presas entre sus gigantes testículos.
—Los caracoles son todos homosexuales.
—Después de un accidente de coche puedes quedarte minusválido de motor.