Si desea contactar con la Revista de Foklore puede hacerlo desde la sección de contacto de la Fundación Joaquín Díaz >
Aquí el que no tiene de congo tiene de carabalí
Proverbio cubano
A Leonardo Eiriz, in memoriam
1. Introducción[1]
Tal vez sea «enfermedad»[2] de nuestro tiempo el no pararnos a escuchar todo lo que debiéramos. Hoy todo va deprisa, todo se hace deprisa: la comunicación, las relaciones, las lecturas... En este artículo, sin embargo, vamos a detenernos a analizar algunas canciones venidas desde el Caribe y aledaños, en cuyo interior se esconden invocaciones, alabanzas o descripciones de los rituales ancestrales propios de la santería y del candomblé y que, sin embargo, para la mayoría de los oyentes han pasado desapercibidas. Mediante este ejercicio comprobaremos cómo las plegarias o los llamamientos a los dioses de estas añosas creencias perviven en la música de hoy. Huelga decir que en este trabajo nos referiremos tan sólo a unos pocos ejemplos –tal vez algunos de los más conocidos–, que nos llevarán a canciones popularizadas por Celia Cruz, Celina y Reutilio o los Orishas[3]; tonadas que quien más y quien menos ha tarareado o bailado alguna vez.
2. Unas pocas notas sobre la santería y el candomblé
Aunque el argumento resulta inabarcable, dedicaremos en este apartado tan sólo unas pocas líneas para describir, de forma general y sin entrar a analizar variantes, bifurcaciones, corrientes, etc., el origen y el arraigo de la santería en Cuba y del candomblé en Brasil. Simplificando al máximo, diremos que diferentes creencias africanas se entrelazaron en el tiempo en Cuba y en Brasil con el cristianismo y con otras creencias, dando lugar a la santería o al candomblé de hoy.
La primera de estas dos comienza a ser entendida como tal sólo a mediados del siglo xix[4], fecha, no en vano, que coincide con la mayor llegada de esclavos africanos a Cuba[5]. Siguiendo las palabras de Migene González:
La magia latinoamericana, mejor conocida como santería, nació en Nigeria, a orillas del río Níger. Este es el país de origen de la gente yoruba que, entre otras tribus africanas, fue traída al Nuevo Mundo por traficantes de esclavos hace más de cuatro siglos. Los yorubas trajeron consigo la mitología colorida de su religión en Cuba como lucumí[6] y en Brasil como macumba[7].
Por lo tanto, con este trasiego forzoso de seres humanos obrado por españoles, portugueses, ingleses u holandeses[8], llegaban al continente americano las creencias, los ritos y las maneras en las que estos pueblos africanos se comunicaban con sus dioses y con sus antepasados. Una historia triste y dolorosa protagonizada por familias separadas, una historia de explotación y sometimiento de quienes jamás volvieron a su lugar de origen. En el caso concreto de Cuba, país del que nos ocuparemos en este trabajo junto con Brasil, el escritor Tato Quiñones ha escrito:
El genocidio de los aborígenes cubanos trajo por consecuencia que, apenas comenzado el siglo xvi, se introdujeran en Cuba los primeros africanos para trabajar como esclavos en las plantaciones, las minas y el servicio doméstico, dándose con ello inicio al monstruoso tráfico negrero que en poco menos de cuatro siglos arrebató millones de seres al continente africano. Sólo entre 1790 y 1865 se introdujeron en Cuba alrededor de seiscientos mil africanos esclavizados.
En su forzada emigración, aquellos hombres y mujeres no trajeron más equipaje que sus memorias, y en ellas –junto a la nostalgia por las patrias para siempre perdidas–, sus ritos, sus cantos, sus bailes, sus magias, sus mitos y sus lenguas que, confundidos luego con las culturas que nos legó España, dieron lugar a lo cubano específico, a lo que nos distingue como nación y como cultura[9].
En cuanto al candomblé, surge de los esclavos llevados por los portugueses hasta Brasil; dichos esclavos pertenecían a diversos grupos étnicos africanos, como los yoruba (de Nigeria), los ewe (de Ghana), los nagó (de Benin), etc. Entre sus creencias principales se encontraba el culto a diferentes deidades entre las que destaca Olorun[10] (lit. «Señor del Cielo»), el dios supremo que mantiene el orden universal, a mucha distancia de los demás dioses, que no son sino emanaciones de él mismo. Los fieles dedican a Olorun plegarias y rituales de danza, música y canto, ya que son de su agrado. Cabe destacar también que en el candomblé están muy presentes las interpretaciones de las diferentes manifestaciones de la naturaleza (huracanes, tempestades...), la prosperidad o no de la comunidad y de las cosechas...[11] ya que esto indica si los distintos orishas[12] están en paz o enojados, puesto que conociendo el humor de estos seres sobrenaturales se emplearán unas ceremonias u otras[13].
Una preciosa canción de la norteamericana Nicole C. Mullen (1967- ), dedicada al citado Olorun/Dios, titulada precisamente así: Olorun, servirá para ilustrar el sincretismo que existe entre las creencias del candomblé y las del cristianismo. Su letra, que es otro alarde de sincretismo, está hecha en inglés y en el idioma yoruba; dice así:
O God who created mountains of those days,
only You we give all our praise.
Ọlọrun t’o da awon Oke Igbani Eyin ni mo fi ọpe mi fun,
tani n’wo tun gbe ga o Bi ko se Baba l’oke,
tani n’wo tun fi gbogbo ọpe mi fun.
It is You who created mountains of those days,
only You we give all of our praise.
Ọlọrun t’o da awon Oke Igbani,
eyin ni mo fi ọpe mi fun (O God).
O God who created mountains of those days,
only You we give all of our praise,
who then must be lifted high if not our heavenly Father,
who then must we give all of our praise.
Tani n’wo Tani n’wo tun gbe ga o Bi ko se,
baba l’oke Tani n’wo tun fi gbogbo ọpe mi fun.
It is You who created mountains of those days,
only You we give all of our praise.
Eyin ni mo fi ọpe mi fun.
Only You we give all of our, of our praise,
Ooh-ooh, mountains of those days You made.
Only You we give all of our, of our praise[14].
Como hemos visto, tras la llegada de los esclavos procedentes de diferentes zonas occidentales del continente africano se difunden sus creencias ancestrales por el Nuevo Continente, donde convivirán y se fusionarán con las religiones vernáculas[15] además de con el cristianismo. En esto, los denominados «cabildos de nación[16]» en Cuba, dotados de un rol religioso y social, jugaron un papel importante. Ni que decir tiene que estas influencias africanas aún son profundas en la Isla, y con el pasar de los siglos se volvieron parte fundamental de su actual idiosincrasia, mas siempre junto a la raíz autóctona y junto a la impronta castellana desde 1492. Nicolás Guillén (1902-1989) dijo en su poema «Canción del bongó», perteneciente al libro Sóngoro cosongo, al respecto de este sincretismo identitario del que hablamos que:
(...) En esta tierra, mulata
de africano y español,
(Santa Bárbara de un lado,
del otro lado, Changó),
siempre falta algún abuelo,
cuando no sobra algún Don
y hay títulos de Castilla
con parientes en Bondó:
vale más callarse, amigos,
y no menear la cuestión,
porque venimos de lejos
y andamos de dos en dos. (...)[17]
Vemos cómo para el gran poeta cubano las creencias cristianas están muy cerca de las venidas desde África. Y, en efecto, los santos del cristianismo tienen su «doble» (o viceversa) en las deidades de la santería: así, Changó se refleja en santa Bárbara, Orunmila en san Francisco de Asís, Osun en san Juan Bautista, Yemayá en la Virgen de Regla, etc.; y lo mismo sucedía, recordemos, con el dios principal del candomblé, Olorum, asimilado al Dios de los cristianos.
Bisagra entre el mundo de los mortales y el de los orishas es el santero o la santera, que hace las veces de médium, vidente, curandero, ensalmador... Aunque, mejor que una explicación teórica sobre lo que es y lo que no, dejemos que una vieja guaracha cubana que han cantado diferentes grupos y solistas dentro y fuera de la isla, titulada El santero, no describa con detalles en qué consiste dicho oficio:
Aquí esta el santero.
Aquí esta el santero,
vendiendo oraciones, novenas, estampas, medallas, estatuas, collares,
libros de misa y rosarios, crucifijos de las esferas,
correas, cordones, milagros de santos, decenas y escapularios.
Oraciones y novenas.
Aquí está el santero.
Doñita, aquí traigo algo para usted, aquí está el santero,
vendiendo oraciones, novenas, estampas, medallas, estatuas, collares,
libros de misa y rosarios, crucifijos de las esferas,
correas, cordones, milagros de santos, decenas y escapularios.
Oraciones y novenas
para las viejas beatas que le tienen miedo al diablo,
traigo crucifijos, estampas, medallas y escapularios.
Yo le monto cualquier santo que usted tenga en su maleta,
si no lo tiene en un marco se lo monto en bicicleta.
Oraciones y novenas.
Si se te ha perdido algo, traigo a san Pascual bailón,
que te hace cualquier milagro si tú le bailas un son.
Pa’ las viejas hechiceras que viven con Satanás,
como son tan embusteras, para esas no traigo na’.
No traigo na’, no traigo na’.
Si tu marido te pega o si es que te trata mal,
el santero te aconseja que le debes de rezar.
Traigo la virgen María, al niño y a san José,
que el santero se retira, diga lo que quiere usted.
Oraciones y novenas.
El santero te aconseja cuando tú tengas problemas,
oraciones y novenas que los pueden resolver.
Para todos los problemas traigo a san Pascual bailón,
que te hace cualquier milagro si tú le bailas un son.
El santero te aconseja cuando tú tengas
problemas, oraciones y novenas que lo pueden resolver.
Si te duele la cabeza o si te duelen los
pies, pachole con hierbabuena, ora rompe saraguey.
El santero te aconseja cuando tú tengas problemas,
oraciones y novenas que los puedan resolver.
Doñita...
El santero te aconseja cuando tú tengas problemas,
oraciones y novenas que los pueden resolver.
Pa’ las viejas hechiceras que viven con Satanás,
tengo rosas y claveles, aunque no se merezcan na’; porque tú sabe que...
El santero te aconseja cuando tú tengas problemas,
oraciones y novenas que los puedan resolver.
Si tu marido te pega o si es que te trata mal,
el santero te aconseja que siempre debes orar[18].
Después de leer esta larga lista de virtudes y de bienes que puede producirnos el contactar con el santero o la santera -que casi tiene una solución para cualquier problema, ya sea del cuerpo o del alma-, vamos a detenernos en varias canciones que podrían ser oraciones o invocaciones dirigidas a los orishas y que bien podrían surgir de la boca de este enigmático personaje.
3. De la casa de santos a la pista de baile
Resulta interesante saber cómo han llegado estas creencias ancestrales hasta las canciones del pasado siglo xx y del xxi, muchas de ellas fueron verdaderos éxitos musicales que sobrepasaron sus países de origen y se instalaron en los hit parades de Europa o EE.UU. Quizá porque los orishas, que son grandes aficionados a la música y al baile, echaron una mano, ya que como ha dicho la santera mayor Gladys Opazo -según se recoge en la tesis de grado de Olivia Francisca Pinto Morales-: «Nuestros Dioses son iguales a los suyos... la única diferencia es que a los nuestros les gusta comer y bailar»[19]. Todavía hoy estas canciones son cantadas (y bailadas) en Cuba o en España, puesto que poseen un ritmo muy pegadizo, sin embargo, nosotros vamos a quedarnos con lo que cuentan sus letras.
Que muy dentro de los cubanos han estado estas creencias africanas lo demuestra el que de forma natural hayan llegado hasta las canciones populares, yendo más allá de géneros y estilos. Ya hemos dicho que tanto la danza como la música tienen un lugar prominente en los rituales de la santería; la música une a los participantes, en grupo se puede cantar al unísono, repetir los estribillos, bailar... hacer comunidad, en definitiva. En este reducido corpus de canciones que presento al lector tenemos llamada, guiños y homenajes a esta tradición religiosa; y -¿por qué no decirlo? también una nueva manera de expresarla y de preservarla, puesto que algunas de estas canciones me parecen auténticas plegarias que la gente ha cantado (muchas veces sin saberlo) y, con ello, protegido.
Comencemos nuestra sucinta nómina con la gran Celia Caridad Cruz y Alfonso (1925-2003), conocida artísticamente como Celia Cruz o como la «Reina de la Rumba». Famosa por su coletilla «¡Azúcar!» durante sus actuaciones, menos conocido es saber que a lo largo de su carrera interpretó varias canciones que trataban sobre asuntos de santería. Ella misma fue quien declaró a la prensa que de pequeña tenía miedo de estas creencias, que nunca fue «nada santera»[20], pero con el paso de los años llegó a grabar dos discos completos dedicados a la santería: Homenaje a los santos y Homenaje a los Santos vol. 2 (de 1964 y 1965 respectivamente). Una de estas canciones, Saludo a Eleguá, es todo un himno de invocación a esta deidad[21]:
Con tres toques en el suelo
se hace el saludo a Eleguá
para que abra la puerta
que la semana comienza ya.
Eleguá, guerrero divino
que franquea el camino
y con el que siempre, siempre, hay que contar.
Eleguá, pequeño gigante parado en la esquina,
busca de juguetes dulces y algo más.
Eleguá, de dios preferido, niño consentido
que sin su permiso no se puede andar.
Ante usted, Eleguá, todos preguntamos.
Tres toques le damos
y usted nos responde de verdad.
Ante usted, Eleguá, todos saludamos.
Las gracias le damos,
dulces y juguetes y algo más.
Ante usted, Eleguá, todos preguntamos.
Tres toques le damos
y usted nos responde de verdad.
Ante usted, ante usted, Eleguá,
todos saludamos, las gracias le damos,
dulces y juguetes y algo más.
Eleguá (laroyé[22]), Eleguá (laroyé),
Eleguá (laroyé)[23].
La canción tiene mucho de oración o de elogio; entre otras informaciones se nos dice que sin el permiso de Eleguá no podemos iniciar ningún viaje, puesto que él es el protector de los caminos. Se nos dice cuáles son las ofrendas que prefiere; y ya que en muchas ocasiones se le representa como a un niño, estas son: dulces, caramelos, frutas sabrosas como la guayaba y juguetes (canicas, cochecitos, etc.). Así, la canción sirve para que conozcamos los gustos y las preferencias de Eleguá y lo que debemos hacer para que esté contento.
Eleguá quiere tambó es otra canción de Celia Cruz dedicada a esta misma divinidad de la santería. Además de alabanzas veremos cómo Eleguá siente predilección por el sonido del tambor:
Tambo, tambó, tambó.
No hay orisha como Elegua,
bailale por que siempre está (oye).
Oshun tiene siete sayas[24],
Oshun ta guete guete
y yo, como soy su amón,
siempre estoy muy contentica.
Tambó, tambó, tambó,
paochu que está gueche, gueche,
paochu que está gueche, gueche.
Tambó, tambó, tambó,
África me dio la gran facultad
para cantarle a mi orisha
y a mi tambor batá.
Eleguá quiere tambó,
Eleguá quiere tambó,
tambó, tambó, Eleguá quiere tambó.
Eleguá quiere tambó,
Eleguá quiere tambó,
tambó, tambó, Eleguá quiere tambó,
Eleguá laroyé,
mongoriba...
tambó, tambó,
Eleguá quiere tambó[25].
Ese «tambó» que se repite obsesivamente en la canción, casi como si fuese un mantra o un dhikr, no es sino el toque del tambor batá que preside la ceremonia de santería[26], que sirve para alertar a Eleguá -y también a los mortales allí congregados- de que el ritual está comenzando. De nuevo hay palabras para honrar al orisha y se nos dice que ha sido África (a manera de madre primordial) quien le ha dado a la intérprete la potestad para cantar y para hacer sonar el tambor ritual. La canción termina con una bendición para los asistentes, dejando a todos en paz. Comprobamos que a través de esta canción hemos «asistido» a una parte de un ritual. Debemos entender que el baile y el canto son parte fundamental de dicho ritual. Por ello, la fuerza de estos elementos ha hecho que se sobrepasasen los espacios dedicados a la liturgia para llegar a los salones de baile, radio, etc. Las canciones, con su ritmo y con sus rimas, hacen que recordemos las palabras[27], y las palabras están llenas, a su vez, de significados, de sentimientos, de devoción, de épica... y con estos ingredientes han pasado a formas tan populares como la música, pero también a los cuentos o a las narraciones orales. No podemos pasar por alto que en Cuba se cuentan varias leyendas que protagonizan las divinidades de las distintas creencias africanas. En una de estas historias la diosa marina del Palo Mayombé Kalunga (la Yemayá de la santería) escucha un ruido extraño e hipnótico que la saca del mar; este ruido no es sino el sonido del tambor ritual -que también se denomina kalunga- y, en un arrebato irrefrenable, se sube a horcajadas sobre él y se pone a tocarlo[28]. Recordemos ahora que, como ha dicho Alessandra Brivio, profesora en la Universitá di Milano Bicocca, al hilo de la importancia de la música y del baile en los rituales de vudú (cuyas palabras son aplicables a los argumentos que tratamos aquí):
(...) la musica è l´ingrediente imprescindibile per poter creare «un buon ambiente» in grado di intrattenere il più a lungo possibile gli ospiti. Le feste non dovrebbero mai finire e solo lo sfinimento fisico dei partecipanti può sancirne la conclusione[29].
Pero vamos a continuar con otra canción más ligada a la santería, siempre en la voz sublime de Celia Cruz, esta vez dedicada a la diosa Yemayá, identificada, como hemos dicho, con la Virgen de Regla, patrona de los marineros y pescadores. En la canción de nuevo se mezclan las palabras en castellano con las de la lengua yoruba:
Virgen de Regla,
hoy es tu día.
Madre de agua,
diosa mía.
Yemayá,
la reina eres.
Es para ti
estos cantares
que te brindamos.
¡Oh, madre mía!
Madre mía (x3).
¡Yemayá!
¡Oh, viva Yemayá!
Yemayá hee oloto aboyo Yemayá (x6),
Piare ke te piare,
Piare ke te pia tuko,
Piare ke tolo mitara.
¡Oh, oloto aboyo Yemayá (bis).
Yemayá hee oloto aboyo Yemayá.
¡Eh, Yemayá yalote!
Aboyo aeee aboyo.
¡Eh, yalote, yalote!
Aboyo aeee, aboyo.
¡Eh, yoyama yalote.
Aboyo aeee aboyo (x4).
¡Eh, yema yalote!
Aboyo aeee aboyo.
¡Eh, yalote, yalote!
Aboyo aeee aboyo.
¡Eh, yoyama yalote!
Aboyo aeee aboyo.
¡Eh yema yalote!
Aboyo aeee aboyo,
Yemayá[30].
Por su parte, el dúo Celina y Reutilio, toda una institución musical en Cuba, ha dejado para la posteridad una antológica versión de la canción A San Lazaro, A Babalú aye[31]. Una canción que se canta y se baila –en algunas versiones al son elegante del piano y del guiro–, pero que no deja de ser una plegaria –«como Dios manda»– articulada por la voz poderosa de Celina:
Babalú ayé mi mozo,
babalú ayé ekua,
que Babalú ayé mi mozo.
Babalú aye ekua.
Eh,eh ekua.
Babalú ayé ekua.
Ekua papa ekua.
Babalú ayé ekua.
Ekua viejo ekua.
Babalú ayé ekua.
Ekua papa ekua.
Babalú ayé ekua.
Ay, Babalú ayé,
Padre mío, san Lazaro...
Ay, padre mio, aehh.
Padre mío, san Lázaro...
Ayudanos en nombre de Dios.
Padre mío, san Lázaro...
Ay, pero que sea de corazón.
Padre mío, san Lázaro...
Chango te.
Mi chango ta.
Chango taito y obbatala.
Ayy, Babalú ayé.
Padre mío, san Lázaro.
Que yo quiero ser y un senseriko.
Padre mío, san Lázaro...
Ay, pero que sea de corazón.
Padre mío, san Lázaro...
Que yo va’ subi
y usted va baja,’
con los zapatos de chago te.
El chango te,
mi chango ta.
Chango taito y obbatala[32].
Como hemos visto, si no se conoce la lengua yoruba o no se es un iniciado en la santería, en definitiva, si no se pertenece a la comunidad, uno no puede saber qué nos está cantando con tanto son la buena de Celina. La santería tiene su lengua, sus códigos... no es accesible para todos.
Los mismos Celina y Reutilio nos han legado una guaracha estupenda, Que Viva Changó, en loor de esta divinidad, identificada con santa Bárbara, protectora de los rayos y de las tormentas. La tonada comienza con una llamada a la santa cristiana para luego enaltecer a Changó. El piano de Obdulio Morales Ríos, al son de las maracas y los tambores bongó de Tino alonso, «Papá Gofio», hacen que esta versión suene de manera impecable. No han sido los únicos, sin embargo, que cantaron al orisha del trueno, también Ramón «Mongo» Santamaría o el venezolano Orlando Poleo lo hicieron. Esta es, sin embargo, la letra de la aludida canción de Celina y Reutilio:
Santa Bárbara bendita, para ti surge mi lira.
Santa Bárbara bendita, para ti surge mi lira.
Y con emoción se inspira ante tu imagen bonita.
Que viva Changó, que viva Changó,
que viva Changó, que viva Changó, señores.
Con voluntad infinita arranco del corazón
la melodiosa expresión, pidiendo que desde el cielo
nos envíes tu consuelo y tu santa bendición.
Que viva Changó, que viva Changó,
que viva Changó, que viva Changó, señores.
Virgen venerada y pura, Santa Bárbara bendita.
Virgen venerada y pura, Santa Bárbara bendita.
Nuestra oración favorita llevamos hasta tu altura.
Que viva Changó, que viva Changó.
Que viva Changó, que viva Changó, señores.
Con alegría y ternura quiero llevar mi trovada,
allá en tu mansión sagrada, donde lo bueno ilumina
junto a tu copa divina y tu santísima espada.
Que viva Changó, que viva Changó,
que viva Changó, que viva Changó, señores.
[Interludio orquesta]
En nombre de mi nación, Santa Bárbara, te pido.
En nombre de mi nación, Santa Bárbara, te pido
que riegues con tu fluido tu sagrada bendición.
Que viva Changó, que viva Changó,
que viva Changó, que viva Changó, señores.
Yo también, de corazón, te daré mi murmurio,
con orgullo y poderío haré que tu nombre suba
y en el nombre de mi Cuba este saludo te envío.
Que viva Changó, que viva Changó,
que viva Changó...
Que viva changó, señores[33].
Y a propósito de la importancia que tuvieron Celina y Reutilio en la difusión de estas canciones de temática santera, el musicólogo Cristóbal Díaz Ayala ha dicho:
Parece increíble que sólo dos voces y una guitarra, con algún acompañamiento rítmico, pudieran tener más éxito que una orquesta. Todo el mundo quiere escuchar estas canciones que son, al mismo tiempo, un himno a una deidad religiosa católica y un orisha de la religión de los yorubas: Santa Bárbara y Shangó. Con Celina y Reutilio sale del clóset el sincretismo religioso cubano, escondido por siglos. Harán lo mismo con san Lázaro y Babalú Ayé, o la virgen de Regla y Yemayá. Pero Celina no abandona su veta guajira; brotan deliciosas creaciones como Soy guajiro del monte, Yo soy el punto cubano, entre otras[34].
Pasando a una agrupación más próxima en el tiempo, una de las canciones cubanas de temática santera más famosa en España fue, sin duda, el Canto para Elewá y Changó, de Orishas, que se incluyó en su disco A lo cubano (de 2000), en donde el entonces cuarteto realiza un canto, entre tradicional y moderno, de alabanza a estos dioses y algo más, puesto que la letra es rica en alusiones, por ejemplo, autobiográficas. Entre los versos encomiásticos dirigidos a los dioses de la santería se suman los que sirven para contar la historia del grupo, quienes, con su nombre, se igualan a estos seres inmortales y todopoderosos:
Hijo Elewá, mi santo Elewá, mi vida Elewá.
Mafereo ochún el rey de los caminos.
La ley de mi destino, rojo y negro como el tinto vino.
Quien me abre los caminos con su garabato.
Ica de aguardiente, humo de tabaco, vestido de saco.
Quien me deja ver cuando estoy opaco.
Síguele los pasos, pídele salud
y que te aleje de los malos ratos.
Pido yo la bendición pa’ expresar mis sentimientos.
To’ lo que mi pidas, dalo por hecho.
No profeso mi filosofía cuando se trata de Echún.
Mafereo ofún elewa.
Canto pa’ Elewa y para Changó.
Canto de verdad, lo digo yo.
Canto pa’ Elewa y para Changó.
Canto de verdad, lo digo yo.
Lo que digo es lo que pienso.
Lo que pienso es lo que siento.
Canto pa’ Elewa y para Changó.
Canto de verdad.
Yo, como un rayo, digo loco lo que siento.
Mi voz que ruge como el viento.
Blanco y rojo represiento
Changó virtuoso, gordete como un oso.
Bien perezoso, jocoso, fogoso.
Santa Bárbara bendita es tu Changó.
Guía por el buen camino a tus hijos como yo.
Dale la luz señora de virtud.
Fuerza, esperanza, en ti confianza, con tu espada avanza.
Mi miko es tan fuerte como el machete de Egún
Y son tan dulces como el melao de Ochún
Soy un Orishas, tu boca cierra.
Enviado por Oloffi para gobernar la Tierra.
Canto pa’ Elewá y para Changó.
Canto de verdad, lo digo yo.
Canto pa’ Elewá y para Changó.
Canto de verdad, lo digo yo.
Lo que digo es lo que pienso.
Lo que pienso es lo que siento.
Canto pa’ Elewá y para Changó.
Canto de verdad.
Donada para los Orishas,
que llevo en el corazón, con amor.
Pido que me den salud e inspiración
y también la bendición.
Pido para todo aquel que tiene fe,
lo mismo que para mi, tú lo ves.
Para el necio y el cobarde
que jamás estén aquí.
Orishas llega con su letra del año underground,
pa’los que han sido traidores no durarán un round.
Yo protegido me encuentro por la naturaleza
y con firmeza, pa’ to los buenos donaré mi inteligencia.
Que el fruto de la paciencia esté en tus manos,
mucho trabajo y sufrimiento a los Orishas le ha costado
poder estar en el lugar que se han ganado,
aunque montones de veces tropiece con ese
que crece desde que fallece a veces docenas de veces.
Veces no merece la que acontece aunque estreses.
Pa’ los Orishas su boca no crece.
Recordarás mi voz antes que reces, antes que reces, reces.
Canto pa’ Elewá y para Changó.
Canto de verdad, lo digo yo.
Canto pa’ Elewa y para Changó.
Canto de verdad, lo digo yo.
Lo que digo es lo que pienso.
Lo que pienso es lo que siento.
Canto pa’ Elewá y para Changó.
Canto de verdad[35].
Es interesante descubrir que, además de invocaciones o panegíricos, en otro grupo de canciones podemos escuchar cómo actúa el poder de la santería, narrándose las resultas en los fieles. Por ejemplo, en la canción Yo tengo mi babalao[36], de Polo Montañez, el cantante nos dice que ha sido víctima de un mal de ojo, pero él es más fuerte que aquellos que se lo provocaron al estar protegido por el poder de un santero. Al ritmo de muy buena música Montañez nos va contando cómo se produjo todo esto:
Voy hacer un ritmo nuevo que esta un poquito chistoso.
Voy hacer un ritmo nuevo que esta un poquito chistoso.
Que habla de los envidiosos que tanto me maldijeron.
Como que ellos no pudieron quisieron desbaratarme
y tuve que prepararme para enfrentarme con ellos.
Y tuve que prepararme para enfrentarme con ellos.
Eso dice.
En la casa me encontré cuatro tapitas de coco[37].
En la casa me encontré cuatro tapitas de coco.
Quisieron volverme loco pero les salio al revés.
Cuando choco con mi ashé[38] tremendo susto se dieron.
Y los que me maldijeron los tengo ahora en mis pies.
Y los que me maldijeron los tengo ahora en mis pies.
Yo si ta sabeeee.
Como dice rico,
tú ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Tú ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Que con la nganga[39] de zarabanda los tengo crucificaos.
Tú ten cuidao que yo tengo mi babalao.
La gente mala y la buena los tengo bien señalao, separaos.
Tú ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Todo aquel que me hizo daño a mi no se me ha olvidao.
Tú ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Que el que se meta conmigo lo viro pal otro lao, cocotiao.
Tú ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Pa’ que tu tengas conmigo mucho cuidao, que yo te echo parriba mi babalao. Siacaraaa.
Tú ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Por eso es que tú ten, tú ten, ten mucho cuidao, cuidao con mi babalao.
Tú ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Ten cuidao que yo tengo mi babalao.
Por eso es que tú ten, tú ten, ten mucho cuidao
que yo tengo mi babalao.
Oye.
Dice zarabanda que este año yo vengo volao.
Que yo tengo mi babalao.
A mi la gente mala nunca se me ha olvidao,
que yo tengo mi babalao.
Por eso es que tú ten, tú ten, ten mucho cuidao,
que yo tengo mi babalao.
Je, je, je, je, je[40].
Como hemos visto, a mitad de camino entre lo humorístico y lo serio, Montañez nos habla de que alguien ha querido hacerle un mal utilizando el poder de la santería, pero él, con ayuda de un babalao (un brujo/santero/mago) -muy poderoso, por lo que se ve- ha sabido contrarrestar esta fuerza negativa lanzada contra él y salir victorioso. Es más, advierte a los que estén pensando en atacarle, puesto que está protegido por el inmenso poder de su babalao.
4. Bailando candomblé (y sin saberlo)
Desde Cuba vamos a viajar hasta Brasil, la tierra del candomblé. Allí surgió, al amparo de estás creencias religiosas, en la década de los 90 del pasado siglo xx, un género musical denominado Axé (el ashe de la santería). En dicho género se fusionan los ritmos del candomblé, la samba o el reggae, y cuenta con muchos seguidores no sólo en Brasil. Acudiendo a los comentarios a los vídeos de estos artistas disponibles en Youtube comprobaremos que tiene incondicionales en muchos lugares del planeta.
Como hicimos con la figura del santero, vamos a comenzar nuestro recorrido por las canciones cariocas con una que está dedicada al respetado sacerdote del candomblé o pai de santo (lit. padre santo), de Flávia Coelho (1980- ). Sin embargo, aquí no tenemos una descripción suya, sino las palabras que este hombre santo podría dirigir a sus fieles:
Meu marabô[41], meu marabô.
Meu marabô, meu marabô.
Meu marabô.
Se simplicidade é melhor
pra que vai complicar como peça de computador.
Difícil você dormir bem sem perdoar.
Avançando sem derrubar ninguém,
pegando sempre o caminho do bem.
Esforço tremendo pra não ter que se ajoelhar
e nós adorados, invejados,
copiados pela concorrência é normal.
Vigiados pela polícia intelectual
vou mandar buscar, trago pra cá, mandar buscar, trá trá trá.
Mandei buscar meu marabô,
mandei buscar meu marabô (meu marabô).
Nem nem tudo são flores no jardim da vida,
palavras que marcam o sonho de menina.
Difícil você dormir bem sem perdoar,
no positivo a gente acredita, acredita.
E nunca perde o sentido da vida.
Amigo, nunca desistir sem terminar
e nós criticados, o mau olhado,
minha santa tem cuidado.
Vigiados pela polícia intelectual
vou mandar buscar, trago pra cá, mandar buscar, trá trá trá.
Mandei buscar meu marabô.
Mandei buscar meu marabô (Pai de santo, meu marabô).
Mandei buscar meu marabô.
Mandei buscar meu marabô[42].
Comprobamos que aquí se repite una frase llena de significado, dotada de una suave aliteración en eme: Mandei buscar meu marabô (Mandé buscar a mi marabô), con la que se recalca la invocación a la divinidad, esto es: se tiene en la boca y en el corazón. Como hemos visto en las otras canciones, las frases «clave» – podríamos denominarlas así–, se van repitiendo de principio a fin, como las melodías, lo cual parece buscar el trance del auditorio. En relación a esto, la profesora Giuliana Muci ha dicho:
Il ritmo, la musica e la danza (cui si aggiunge il canto) contrassegnano le cirimonie piú importanti: il ritmo dei sacri tamburi chiama la divinitá affinché s´impossesi del prescelto o del santero o santera; il canto si snoda in suggestive evocazioni e gratitudine in onore dell´orisha che si manifesta attraverso le propie movenze[43].
Siguiendo con nuestros ejemplos paradigmáticos, ahora vamos a leer la letra de una canción dedicada a Oyá, la diosa de los temporales, asimilada a la Virgen de la Candelaria y a Santa Teresa de Jesús. La canción se titula Oyá por nós y fue compuesta por Margareth Menezes y Daniela Mercury, una de las estrellas brasileñas del género Axé:
Ela assanha o céu,
tudo ela alumia.
Ilumina a noite,
incendéia o dia.
Ela veio do vento,
ela veio do vento,
ela veio do vento.
Eparrê!
Oyá tetê.
Oyá tetê oyá.
Oyá tetê oyá.
Oyá tetê.
Oyá mulher.
Oyá maria.
Oyá beleza.
Oyá alegria.
Oyá nobreza.
Oyá poesia.
Oyá criança.
Que se anuncia.
Oyá toda terrra.
Será que um dia.
Oyá iansã.
Oyá ave maria[44].
Oyá tetê.
Oyá tetê oyá.
Oyá tetê oyá.
Oyá tetê.
Oyá que vem de longe.
Oyá mulher guerreira.
Oyá que é inteira.
Oyá de se amar[45].
Nuevamente las invocaciones, las plegarias y los atributos de la deidad constituyen la letra de la canción, que usa la fórmula de la repetición para conseguir introducirse en nuestra memoria[46].
Antes de concluir vamos a comentar aún dos canciones más. La primera es As águas de Oxum, de Tainá Santos, incluida en su disco Tambores Que Cantam (de 2021). Tainá es una joven brasileña dotada de una voz torrencial, que ha sabido unir en más de una de sus canciones la antigua tradición del candomblé con los ritmos más actuales con un resultado siempre sobresaliente:
As águas de Oxum
é santa.
As águas de Oxum
é santa.
As águas de Oxum
é santa.
As águas de Oxum
é santa.
As águas de Oxum
é santa.
As águas de Oxum
é santa.
As águas de Oxum
é santa.
As águas de Oxum
é santa.
Ai, ai, ai,
lará, lará.
Ai, ai, ai.
Lará, lará.
Ai, ai, ai.
Lará, lará.
Ai, ai, ai.
Lará, lará.
Ai, ai, ai.
Lará, lará.
Ai, ai, ai.
Lará, lará.
Ai, ai, ai.
Lará, lará.
Ai, ai, ai.
Lará, lará.
Ó, mãe que lava a alma.
Ó, mãe que abençoa
os rios que correm cantando ao som da cachoeira
e desagua lá no mar.
Mistério das Yabás.[47]
Ó, mãe que lava a alma.
Ó, mãe que abençoa
os rios que correm cantando ao som da cachoeira
e desagua lá no mar.
Mistério das Yabás.
Oro.
Teu toque é no som de um Ijexá.
Mi má.
Tuas águas é santa e me banham, mãe.
Oro.
Teus olhos reflete a luz de Oxalá.
Maió.
É força que vem da natureza.
Oro.
É Luz do Sol que nos alimenta.
Mi má.
É deusa sagrada do amor que inunda a alma.
Maió.
Tuas lágrimas são pétalas de rosa.
Mãe.
Ó mãe.
Tuas águas é santas (x4).
Ó mãe, ó minha mãe.
Oromimá.
Maió.
Oromimá.
Maió.
Oromimá.
Maió.
Fundo das águas.
Doce mistério.
De nobre pureza que leva a beleza aos corações.
Sagrado é o teu reino.
A paz é o tesouro.
Um Ouro divino que inspira a vida, esperança e amor.
Ó, Mãe, tu és flor, divina presença.
As águas que correm movimentam as forças da natureza.
Tu és a rainha
e eu sou a filha.
E esse canto que ecoa
é a força da nossa magia.
Oromimá maiô.
Oromima maiô.
Iabado ieieô[48].
Y concluimos nuestro artículo con una canción que fue todo un éxito en las listas de ventas de España, Italia o Francia, Uma Historia de Ifá (Ejigbô), popularizada por la cantante, actriz y política Margareth Menezes (1962- ), escrita por Rey Zulu e Ythamar Tropicália y lanzada en 1990. Canción que los que fuimos adolescentes en los años noventa del pasado siglo escuchamos en la radio, vimos en la televisión y bailamos en las discotecas durante una buena temporada. Recuerdo una auténtica locura juvenil cada vez que sonaba esta canción, que conseguía que nos moviésemos como en trance; si bien, es cierto que la que tuvo más éxito no fue la versión original, sino un remix con toques disco un tanto posterior[49].
Su título nos lleva ya a los ritos sincréticos brasileños, puesto que Ifá es el oráculo que se emplea en las ceremonias de candomblé. La letra está inspirada en una antigua leyenda que habla de tiempos de carestía, de enfrentamientos entre los orishas y de cómo, tras la lucha entre el bien y el mal, se restaura el orden y la paz. Ha sido cantada por artistas como Daniela Mercury, Virginia Rodrigues o el grupo Ara Ketu. Su letra es la siguiente:
Elegibô, cidade encantada.
Elegibô, su majestade real
Araketu ritual do camdomblé
exalta as cidades de guetho e sapé.
Ferido ficou-se o homem,
utilizando sus poderes,
passaram-se anos difíceis.
Sofreram muitos seres.
Os vassalos ficaram sem pasto,
a fauna ea flora não brotavam mais.
As mulheres ficaram estéreis,
a flor do seu sexo não se seres abrirá jamais.
Ele, ele.
Ele, ele, Elegibô.
Elegibô, Elegibô, ele, ele.
Ele, ele, Elegibô.
Elegibô, Elegibô.
Cidade florescente (Elegibô).
Cidade reluzente (Elegibô).
Os guerreiros lutaram entre si
com golpes de vara, era o ritual.
Durante várias horas
travou-se batalhas entre o bem eo mal.
Depois retornaram com o rei
para a floresta sagrada,
onde comeram a massa
de inhame bem passada;
onde será comida por todos os seus
negros homens em comunhão com deus.
Ele, ele.
Ele, ele, Elegibô.
Elegibô, Elegibô, ele, ele.
Ele, ele, Elegibô.
Elegibô, Elegibô.
Cidade florescente (Elegibô).
Cidade reluzente (Elegibô)[50].
5. Coda
A lo largo de estas pocas páginas hemos realizado un recorrido meramente expositivo por la música cubana y brasileña que se empapa de las creencias que llegaron desde África. Hemos visto cómo han encontrado su lugar en la música de nuestros días de manos de buenos intérpretes. Soy consciente de que este es apenas un primer ladrillo de una construcción inmensa, una construcción que podría dar mucha luz a diferentes materias, tales como la música, la literatura, la religión, la etnografía... Es cierto que la bibliografía en español sigue siendo aún escasa, por eso la necesidad de llamar la atención de nuestros investigadores. Es por eso que desde aquí lanzo el guante a los jóvenes investigadores, a los futuros doctorandos, a los grupos de investigación, etc. El tema es apasionante y les está esperando.
Los lectores, pues, esperamos los trabajos de investigación, monografía o tesis doctorales a las que les auguramos un éxito seguro. Los orishas, que como hemos visto son amantes de la danza y de la música, harán todo lo que esté en sus manos para que así sea. Obbá obiarin ni na oyu ewá ati ara aya ni Shangó kue fumí abekun a ya bami.
BIBLIOGRAFÍA
ACOSTA, Leonardo, From the drum to the synthesiser. José Martí, La Habana, 1987.
ARGELIERS, León, Il canto e il tempo. La musica cubana e afrocubana. Vol. 1: Del canto e il tempo (F. Saltarelli trad.), Bolsena, Massari, 1999.
BERLIN, Ira, Gerações de cativeiro: uma história da escravidão nos Estados Unidos, Rio de Janeiro, Record, 2006.
BETANCUR ÁLVAREZ, Fabio, Sin clave y bongó no hay son: música afrocubano y confluencias musicales de Colombia y Cuba, Antioquía, Editorial Universidad de Antioquía, 1999.
BOLIVAR ARÓSTEGUI, Natalia, Orishas del panteón afrocubano, Cádiz, Quorum Editores, 2008.
BOSI, Alfredo, Cultura brasileña. Una dialéctica de la colonización, Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2005.
CLARK, Mary Ann, «‘¡No Hay Ningún Santo Aqui!’ (There Are No Saints Here!): Symbolic Language within Santería», Journal of the American Academy of Religion, vol. 69, nº 1, 2001, pp. 21-4.
DEL PRADO, Pura, Color de Orisha, Barcelona, Editorial Campos, 1972.
GIOBELLINA BRUMANA, Fernando, Las formas de los dioses: categorías y clasificaciones en el candomblé, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1994.
GLEASON, Judith, Oya, San Francisco, Harper, 1992.
GONZÁLEZ-WIPPLER, Migene, Santería: magia africana en Latinoamérica, México D.F., Editorial Diana, 1976.
MASSÓ SOLER, Perla Dayana & MASSÓ BIZET, Calixto, «Los hijos blancos de los dioses negros. Blanquitud, negritud y religiosidad popular en Cuba», Tabula rasa: revista de humanidades, nº 45, 2023, pp. 75-88.
MICHELENA, Mario, Diccionario de términos yoruba, Bhubaneshwar, LD Books, 2010.
NGOU-MVÈ. Nicolás, «Los africanos y la trata de esclavos en el África bantú en los siglos xvi y xvii», ULÚA: Revista de Historia, Sociedad y Cultura, nº2, 2003, pp. 9-37.
OLSEN, Dale A. & SHEEHY, Daniel E. (eds.), The Garland Handbook of Latin American Music, New York, Routledge, 2021.
PEÑALOSA, David & GREENWOOD, Peter (col.), The Clave Matrix: Afro-Cuban Rhythm: its Principles and African Origins, Redway, Bembe Book, 2009.
PINCHARD, Bruno, Umanesimo, Anti-umanesimo, Trans-umanesimo, Napoli, Paparo, 2015.
RAY, Benjamin C., African Religions. Symbol, Ritual and Community, New Jersey, Prentice-Hall, 1976.
ROSSI, Giuliano & SOFO, Giuseppe, Sulla traduzione: Itinerari fra lingue, letterature e culture, Chieti, Solfanelli, 2015.
TOUMA, Habib Hassan, The Music of the Arabs (Laurie Schwartz trad.), Portland, Amadeus Press, 1996.
NOTAS
[1]Agradezco, de todo corazón, la lectura y los comentarios de la profesora Perla Dayana Masso Soler, los cuales han ayudado a mejorar la calidad del presente artículo.
[2] Escribo esto pensando en la tercera acepción de dicha palabra, según se recoge en el Diccionario de la RAE y que ahora traslado: «3. f. Anormalidad dañosa en el funcionamiento de una institución, colectividad, etc.» Definición completa disponible en: https://dle.rae.es/enfermedad (última consulta: 25/06/2023).
[3] Para profundizar en la historia y en los nombres propios de la rica y variada música cubana recomiendo el libro de: DEPESTRE CATONY, Leonardo, Protagonistas de la música cubana, Madrid, Verbum, 2020. En cuanto a la música de Brasil, véase el libro de: PEREIRA DE MELLO, Guilherme Theodoro, A música no Brasil: desde os tempos coloniais até o primeiro decênio da República (Gustavo Frosi Benetti ed.), Salvador de Bahía, Edufba, 2019.
[4] Véanse para esto los capítulos I y II del libro de: WEDEL, Johan, Santería Healing: A Journey into the Afro-Cuban World of Divinities, Spirits, and Sorcery, Gainesville, University Press of Florida, 2004.
[5] Véase para esto el excelente libro de: BRANDON, George, Santeria from Africa to the New World: The Dead Sell Memories, Bloomington & Indianapolis, Indiana University Press, 1993.
[6] Lengua derivada del idioma yoruba, que es una de las utilizadas en las liturgias de la santería, mezclada con el español, cosa que ocurre también en las canciones que estudiaremos en este artículo.
[7] En: GONZÁLEZ-WIPPLER, Migene, Santería: magia africana en Latinoamérica, México D.F., Diana, 1976, p. 11.
[8] Ante la falta de espacio para escribir sobre este amplio argumento remito al lector a los trabajos de: FERNÁNDEZ CHAVES, Manuel Francisco & PÉREZ GARCÍA, Rafael M. (coord.), Tratas atlánticas y esclavitudes en América. Siglos xvi-xix, Sevilla, Editorial Universidad de Sevilla, 2021; MARTÍNEZ SHAW, Carlos, «El imperio colonial español y la República Holandesa tras la Paz de Münster», Pedralbes: Revista d’historia moderna, nº 19, 1999, pp.17-130; o VILAR VILAR, Enriqueta, «La penetración holandesa en el Caribe: la trata de esclavos como resorte», El desafío holandés al dominio ibérico en Brasil en el siglo xvii (José Manuel Santos Pérez & George Félix Cabral de Souza eds. lit.), Salamanca, Universidad de Salamanca y Centro de Estudios Brasileños, 2006, pp. 221-236.
[9] En: QUIÑONES, Tato, Ecorie Abakuá, La Habana, Ediciones Unión, 1994, p. 13.
[10] Nombre dado por la nación Ketu, aunque también se le conoce en otras naciones como Zambi, Zambiapongo o Mawu.
[11] Léase para esto el interesante artículo de: PIJOAN, Manuel, «Plantas y alimentos de los orishas», OFFARM, vol. 23, nº 11, 2004, pp. 108-115.
[12]Véase, para la definición de orisha, el excelente artículo de: DE HOLMOS, Lioba R., «Los orishas con sus espacios y los espacios de los orishas. Acerca de la relocalización de la santería en nuevos entornos», Batey: una revista cubana de Antropología Social, vol. 1, nº. 1, 2010 (ejemplar dedicado a: «Las Religiones afrocubanas en contextos de multireligiosidad»), pp. 30-46.
[13] Véase, para profundizar en las características de esta creencia, el libro de: MARTINS, Cléo & MARINHO, Roberval, Iroco. Coleção Orixás, Rio de Janeiro, RJ. Pallas, 2002.
[14] Letra disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=uThJKE2iDxU (última consulta: 06/08/2023).
[15] Tal es el caso de la umbanda brasileña, en donde se mezclan creencias africanas, tupí-guaraníes y cristianas. Sobre la religión de los primeros pueblos que habitaron en las actuales Antillas y Lucayas, véase: ARROM, José Juan, «El mundo mítico de los taínos: notas sobre el ser supremo», Thesaurus, vol. XXII, nº 3, 1967, pp. 378-393. En cuanto a las creencias de algunos de los pueblos aborígenes del actual Brasil, véase el artículo de Renato Sztutman disponible en: https://pib.socioambiental.org/es/Rituales (última consulta: 29/08/2023).
[16] Agrupaciones de esclavos o de esclavos libertos procedentes de África.
[17] En: GUILLÉN, Nicolás, Sóngoro cosongo:poemas mulatos, La Habana, Ediciones Unión, [1931], 1999, p. 27.
[18] Letra disponible en: https://sonichits.com/video/Tommy_Olivencia/El_Santero
[19] En: PINTO MORALES, Olivia Francisca, Cuando los dioses hablan. «Entre en Orun y el Aye (entre el cielo y la tierra)». La consulta oracular del caracol en la santería cubana o regla de osha; sus contenidos simbólico-rituales y su importancia en los procesos de adaptación y fortalecimiento identitario de los cubanos inmigrantes en Santiago de Chile. Santería cubana en Chile, Valdivia, Universidad Austral de Chile, 2005, p. 2.
[20] Léase para esto la entrevista disponible en: https://www.elmundo.es/magazine/m63/textos/celia1.html
(última consulta: 01/08/2023).
[21]Eleguá es una de las deidades principales del panteón yoruba y, por ende, de la santería. Se identifica con san Antonio de Padua, san Martín de Porres o con el Santo Niño de Atocha. Agradece los cantos y los bailes en su honor. Señor de los caminos, es el protector de los viajeros y caminantes y también de quien emprende un negocio.
[22]Laroyé («mensajero») es una forma de salutación hacia el orisha, denotando sus cualidades comunicativas; es una fórmula para comenzar el diálogo con la divinidad a la que se invoca en el ritual y también una forma de mostrarle nuestro respeto.
[23] Letra disponible en: https://www.letras.com/celia-cruz/1555748/ (última consulta: 19/08/2023).
[24] Las «siete sayas» de Oshun que se mencionan en la canción son una metáfora de siete ríos que desembocan en el océano, aunque también se define con idénticos atributos a su hermana, Yemayá, diosa de las aguas.
[25] Letra disponible en: https://www.cancioneros.com/letras/cancion/109648/elegua-quiere-tambo-celia-cruz (última consulta: 15/08/2023).
[26] Véase para esto: JUAN-CARVAJAL, Mara Lioba, «Los tambores batá: el culto a un mito y sus ritos», Investigación Científica, vol. 6, nº 1, 2020, pp. 1-18.
[27] Véase para esto la interesante tesis doctoral elaborada por: MARTÍNEZ ZAPATA, Iván Andrés, ¡Profe, enséñame con canciones! Una investigación sobre el uso de las canciones en la enseñanza y aprendizaje de las ciencias sociales (dirigida por Joan Pagés Blanch y Neus González Monfort), Bellaterra, Universitat Autónoma de Barcelona, 2017.
[28] En: VICTORI RAMOS, María del Carmen, Cuba: expresión literaria oral y actualidad, La Habana, Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana, 1998, pp.108-109. Si bien, creo que esta leyenda mezcla elementos de la santería con los de otras creencias afrocubanas.
[29] En: BRIVIO, Alessandra, Il vodu in Africa. Metamorfosi di un culto, Roma, Viella, 2012, p.165.
[30] Disponible en: https://www.cancioneros.com/letras/cancion/1952992/yemaya-celia-cruz (última consulta: 18/08/2023).
[31] Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=CjFZ3wQiPsc (última consulta: 19/08/2023).
[32] Letra disponible en: https://www.musica.com/letras.asp?letra=1180726 (última consulta: 19/08/2023).
[33] Letra disponible en: https://www.letras.com/celina-y-reutilio/santa-barbara/ (última consulta: 20/08/2023).
[34] Texto sacado de: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15204060 (última consulta: 23/08/2023).
[35] Letra disponible en: https://www.letras.com/orishas/113601/ (última consulta: 20/08/2023).
[36] Letra disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=GbHWU7Qi59o&list=PLJ6N6xi_1l7u6fuSJAivveCywd-3COPjg&index (última consulta: 20/08/2023).
[37] El coco es empleado por los santeros en su rituales. Aquí se nos quiere decir que alguien realizó un ritual de aojamiento en la casa del cantante.
[38] En la santería, el ashé, aché o asé es la energía primigenia que controla todo el universo y de la que está hecho todo en el universo, incluidos los propios orishas.
[39] Se trata del caldero ritual usado en el Palo Monte, en el que, además de otros muchos ingredientes, se dice que debe contener los restos de algún muerto. Es un elemento muy poderoso, respetado y temido.
[40] Letra disponible en: https://www.musica.com/letras.asp?letra=2225785 (última consulta: 19/08/2023).
[41] Uno de los nombres o epítetos de Exú, «El que todo lo ve».
[42] Letra disponible en: https://genius.com/Flavia-coelho-pai-de-santo-lyrics (última consulta: 20/08/2023).
[43] En: MUCI, Giuliana, La santería cubana. Aspetti teorici, mitologici e rituali, Nardò, Salento Books, 2014, pp.34-35.
[44] En el sumun del sincretismo que venimos señalando, vemos cómo se conjugan en una misma frase las plegarias del candomblé con las del cristianismo.
[45] Letra disponible en: https://www.letras.com/daniela-mercury/1409023/traduccion.html (última consulta: 21/08/2023).
[46] Léase para esto el artículo de: FERICGLA, Josep Maria, «Músicas para el trance: la melodía del éxtasis», Integral: Vive mejor en un mundo mejor, nº 209, 1997, pp.62-67.
[47] Orishas femeninas.
[48] Letra disponible en: https://www.letras.com/taina-santos/aguas-de-oxum/ (última consulta: 24/08/2023).
[49] Véase para esto lo recogido en: GOLDSCHMITT, Kaleb E., Bossa Mundo: Brazilian Music in Transnational Media Industries, New York, Oxford University Press, 2020, pp. 136-137.
[50] Letra disponible en: https://genius.com/Margareth-menezes-uma-historia-de-ifa-ejigbo-lyrics (última consulta: 25/08/2023).