Revista de Folklore • 500 números

Fundación Joaquín Díaz

Si desea contactar con la Revista de Foklore puede hacerlo desde la sección de contacto de la Fundación Joaquín Díaz >

Búsqueda por: autor, título, año o número de revista *
* Es válido cualquier término del nombre/apellido del autor, del título del artículo y del número de revista o año.

Revista de Folklore número

502



Esta visualización es solo del texto del artículo.
Puede leer el artículo completo descargando la revista en formato PDF

Espadañas de iglesias de la Diocesis de Astorga en la provincia de León. (Notas)

GONZALEZ GARCIA, Miguel Ángel

Publicado en el año 2023 en la Revista de Folklore número 502 - sumario >



Las torres y espadañas cumplen una misión concreta, la de sustentar las campanas que llaman al culto, pero también tienen un alto valor social, en el pasado como termómetro de gozos y tristezas del pueblo, de anuncio de horas y avisos que a todos llegaban, hoy siguen siendo el perfil más definitorio de nuestros pueblos. Las torres y espadañas de las iglesias no son adornos, sino necesidad y por ello se construyeron de mil formas y con distintas alturas y materiales. Estuvieron siempre en primera línea del interés de los pueblos. Debían tener la altura suficiente para la mayor eficacia de los sones y aún en muchos pueblos siguen siendo la mayor altura construida. Ello explica la preocupación por su construcción que con frecuencia apoyan las instancias civiles. Simplificando diremos que entre nosotros las tenemos de dos tipos: torres de planta cuadrada y espadañas, con al menos dos huecos para las campanas. De arquitectura más culta o con los métodos constructivos de canteros que no gozaban de titulaciones académicas, pero sabían su oficio.

Espadaña, elementalmente la define el diccionario de la RAE como «Estructura mural de un edificio que se prolonga verticalmente y acaba en punta, con huecos para las campanas». Suelen situarse a los pies de las iglesias, y la parte de las campanas de uno o dos cuerpos con los huecos de medio punto para las campanas, que de ese modo permiten el volteo. Rematan en un pequeño frontón con una cruz y veleta de hierro forjado.

Para permitir los toques cuando no se hacen desde el suelo, se dispone un corredor o balconcillo que suele ser de madera con cubierta apropiada para defender de la lluvia al campanero. El acceso a este corredor se dispone mediante escaleras ya de caracol embebidas en un cuerpo de arquitectura cilíndrica, ya de escaleras adosadas al muro, o desde la tribuna mediante una apertura en la cubierta resuelta a modo de buhardilla. El paso del tiempo y otros problemas las dejan en ruinas o con la estabilidad comprometida por lo que hay que sustituirlas o afianzarlas. Hasta hoy mismo son noticia frecuente las espadañas que amenazan o realmente se arruinan.

Parte del problema de estabilidad lo producen los desmedidos nidos de cigüeñas que en la mayoría de las espadañas son tradicional presencia, probablemente por ser la construcción más alta del mundo rural. Ya el anónimo pintor del retablo de Bécares, hoy en el Museo de los Caminos de Astorga, en el siglo xvi, recogió en el paisaje de una de sus tablas la espadaña con el nido cigüeñil que ya formaba parte del paisaje y la costumbre[1].

Una aportación puntual la mía de tipo documental, sobre algunas espadañas que sirva para enriquecer otras historias y para mirarlas con afecto admirado. Sólo son algunas notas que he dado a conocer en puntuales artículos en medios efímeros que pronto se olvidan, y otras inéditas. Una colaboración a la que se podrán sumar otras muchas más noticias para con ellas ir escribiendo el catálogo de nuestras espadañas y la historia de nuestras iglesias. Ordeno la información cronológicamente. Ahora cuando los toques manuales de campanas engrosan el catálogo del patrimonio inmaterial de la humanidad, las sencillas espadañas que las sustentan merecen también una mirada agradecida.

1569. Posada y torre

Parroquia de ambos pueblos del ayuntamiento de Villamontán de la Valduerna

El 15 de junio de 1569[2] se contrata la obra de la torre de cantería, con su escalera y una panera para la que hizo el plano muy elemental y dio condiciones el aparejador de la obra de la Catedral de Astorga Juan de Alvear, con los canteros santanderinos Juan de Orna y Juan de Santaolalla. Con tres huecos de medio punto.

1572. Viforcos[3]

En el siglo xvi sustituiría a otra medieval y que a su vez será renovada en el xviii, porque la que actualmente tiene la Iglesia de Viforcos no es la que aquí se traza. Viforcos es un pueblo sencillo y pequeño hoy casi despoblado, la parroquia está dedicada a Santa Catalina. Viforcos, (La documentación, escribe Biforcos), es indudablemente pueblo maragato, y tuvo en el pasado arrieros y aparece en la historia tempranamente ya que en el año 853 el conde Gatón repoblador lo tomó por presura. Quizá la iglesia de Viforcos en el año 1572 sería una edificación de estilo románico cuya espadaña estaba deteriorada o era demasiado baja, por lo que en Astorga, que era el obligado centro artístico de la diócesis y más para las obras de cantería por la concentración de maestros en la fábrica de la Catedral, el 21 de febrero ante los Provisores del Obispado en sede vacante y el notario Francisco de Bajo[4] atendiendo a que se habían puesto cédulas para el remate de la torre de cantería de Viforcos se procede al remate:

[...] estando presentes algunos oficiales del dicho arte de cantería apercibieron remate y significaron que la dicha obra se ha de hacer conforme a esta traza y condiciones que juntamente mostraron y dijeron que ya había alguna persona que conforme a ellas pusiese en precio la dicha obra y luego pareció Sebastián González asentador de la obra de esta iglesia catedral de Astorga y dijo que ponía y puso la dicha obra conforme a la dicha traza y condiciones en 50.000 maravedíes y por otros muchos oficiales que estaban presentes fueron dadas bajas a la dicha obra y últimamente Bartolomé de la Riega cantero estante en esta ciudad puso la dicha obra conforme a la dicha traza y condiciones en 25.000 maravedís y se obligó con su persona y bienes muebles y raíces habidos y por haber que si le fuese rematada en el dicho precio hará contrato y dará fianzas en forma para hacer la dicha obra en toda perfección conforme a la dicha traza y condiciones y no hubo ninguna persona que más la bajase atento lo cual los dichos Provisores se la remataron en el dicho precio y le mandaron haga contrato y de fianzas a contento de los mayordomos de la dicha iglesia de Viforcos.

La obra podríamos decir que es bastante elemental, quizá la traza y condiciones las diera el asentador de la obra de la Catedral, aunque no están firmadas, pero atendiendo a razones económicas no se aparta de lo que es una obra de arquitectura popular, sin estilo definido y sin esmero decorativo. Una sencilla funcionalidad con el material menos costoso como es la mampostería concertada de piedras desiguales, que solo se esmera en las molduras de los arcos de la puerta y huecos de campanas. Con cuidada caligrafía se adjuntan en el documento:

[...] las condiciones en esta obra de la Iglesia de Viforcos son las siguientes: Primeramente, tienen las paredes del largo 26 pies y de grueso al cimiento seis pies hasta el pavimento de la tierra y de ahí arriba hasta subir hasta 26 pies de alto y cinco pies y medio grueso. Más se ha de hacer una puerta labrada de piedra de grano, tiene de hueco cinco pies y de alto siete y medio y estas paredes hanse de recoger a los 26 pies, dos pies de cada cabo al seguimiento de las ventanas de la torre y estas ventanas han de tener de hueco cuatro pies y de alto nueve pies en el pilar del medio de grueso tres pies y medio y a la vuelta de ellas ha de ser de piedra de grano labrado y toda esta obra de ser de mampostería salvo la puerta y la vuelta de las ventanas y toda esta obra de subir 50 pies de alto y para esto la Iglesia ha de dar todos los materiales que fuere menester los cimientos abiertos.

Se utiliza como medida el pie que en Castilla equivale a 27,8635 cm, y que originalmente era la medida del pie humano. El cantero Bartolomé de la Riega, santanderino, trabaja en las obras de la Catedral y se le documenta con varias obras en iglesias de Maragatería.

1675. Astorga. Santa Clara[5]

Nota de una espadaña para colocar una campana en el convento de Santa Clara. Creo que no se conserva y ello será debido a la ruina que causó en el convento la guerra de la independencia. No se trata de la espadaña, diríamos oficial de la Iglesia conventual, sino de otra como más familiar y doméstica para el morse del vivir comunitario. El documento de contrato de la obra del campanario de Santa Clara con Felipe Cervera, otro maestro inédito que añadir a los muchos canteros montañeses que trabajaron en la ciudad, se conserva en los protocolos notariales de Miguel Alfonso del año 1675[6]:

En la Ciudad de Astorga a 18 de agosto de 1675 años por ante mí el escribano público del número de la dicha ciudad y testigos parecieron presentes Felipe de Cervera maestro de cantería, residente en esta dicha ciudad y natural que dijo ser de las montañas de Burgos, como principal y Pedro Carral maestro de carpintería, vecino de dicha ciudad y el dicho Felipe Cervera dijo que él tiene tratado con el Real convento de Santa Clara extramuros de de dicha ciudad y su abadesa y con el Padre Pedro Martín su mayordomo en el dicho convento, hacer una torrecilla de espadaña donde solía estar antiguamente, para la campana del dicho convento, la cual ha de tener una tronera y arco hasta la vuelta del altillo de piedra de mampostería y la vuelta del arco de piedra labrada de sillería y encima de la torrecilla tres pirámides de piedra o remates de puntas de piedra de grano y para toda la dicha obra ha de darle los materiales dicho convento, porque el maestro sólo ha de poner las manos y peones. Que empezará dicha obra luego y la ha de dar acabada para fin del mes de septiembre que viene de este presente año de 75 y no lo haciendo pueda dicho convento buscar maestro que lo acabe por cuenta del otorgante y por el trabajo y manos de dicha obra ha de pagar dicho convento al otorgante 650 reales de vellón, la mitad para empezarla y la otra mitad habiéndola acabado de hacer, para el día que va dicho y la dicha obra ha de quedar hecha y acabada segura y en perfección a vista y declaración de dos maestros nombrados por cada parte el suyo, y no lo haciendo el otorgante ha de pagar lo más que costase hacer dicha obra y con calidad que si el dicho convento habiendo empezado dicha obra el dicho maestro y oficiales, no les diese los materiales necesarios y por falta de ellos holgaren, les ha de pagar el dicho convento ocho reales cada día a cada uno y en esta conformidad, de que lo cumplirá el sobre dicho y el dicho Pedro Carral su fiador…

Con los requisitos notariales habituales en este tipo de escrituras se completa la escritura siendo testigos Francisco de la Peña, Felipe Álvarez Coque y Antonio Guerra vecinos y residentes en dicha ciudad.

Suponemos se realizaría la obra tal como se contrató y la campana desde su nido de piedra marcaría feliz los horarios conventuales

1702. Cubillos del Sil

La ruina de la existente es la razón que obliga a renovar la espadaña de la iglesia parroquial de Cubillos, dedicada a San Cristóbal, pueblo berciano y cabeza de ayuntamiento.

En las cuentas del año 1702[7] se consignan los datos siguientes:

14 reales que costó la licencia del Señor Provisor para hacer el remate de la obra de la espadaña de la Iglesia.

6 reales el escribano por haber existido un día al remate de dicha obra y a poner las diligencias de sus pobrezas.

Real y medio de una cañada de vino que gastó con Santiago Marqués y más compañeros que bajaron el chapitel para dar principio a deshacer la torre.

dos ducados que llevaron por bajar las campanas de dicha torre

22 reales que llevó Pablo Fontela maestro de cantería nombrado por la Iglesia para ver la torre.

Más 4 reales que llevó el escribano por tomar las declaraciones de los maestros y otras diligencias

100 reales que dio a Francisco Jesso Teso? José García y Gabriel Gosende maestros que pusieron la fábrica de la espadaña de la Iglesia de esta villa según consta de su recibo.

Se añaden otras cantidades sobre lo mismo. Canteros, que suponemos como tanto que estas fechas trabajan en el Bierz,o son de procedencia gallega, de la tierra de Montes pontevedresa.

La espadaña airosa es la actualmente conservada de dos cuerpos y tres huecos de campanas y pináculos en los extremos y el remate.

1746. Piedralba

Piedralba es población cercana a Astorga, en el ayuntamiento de Santiagomillas. La parroquia está dedicada a San Cristóbal. La espadaña sigue el esquema y tipología reiterada en la comarca con dos cuerpos y tres huecos para las campanas.

En este caso la información sobre la espadaña va incluida en la declaración judicial[8] sobre la obra de toda la Iglesia que realizan dos maestros de la ciudad de Astorga bien conocidos y responsables de otras muchas intervenciones en la propia Astorga y en muchos pueblos. Don Juan García Flórez cura de Piedralba, pide ante el juez la aprobación de las cuentas de lo percibido y gastado en la obra de la Iglesia, haciendo constar los alcances debidos y las cantidades tomadas de cofradías y otros particulares, así mismo se incluye la declaración de los maestros que la hicieron a modo de recibo:

Decimos nosotros Domingo Martínez y Bartolomé de la Gándara maestros de obra y vecinos de esta ciudad de Astorga que recibimos de don Juan García Flórez, cura del lugar de Piedralba 15.650 reales: los mismos que se gastaron en la obra del cuerpo de la Iglesia de dicho lugar de Piedralba con bóvedas, espadaña, remates, Cruz, caracol, antepechos, arco de tribuna, yugos de campanas con herraje profundo de Iglesia, arcos hornacinas, armadura, teja caedizo, arco principal y puertas, ventanas, rejas y vidrieras con sus redecillas, yeso, ladrillo, cal, piedra, mampostería; y piedra de Santa Cruz y Boñal, cimbras, madera de andamios y manufactura de todo lo expresado, en la conformidad que hoy se halla, sin que se nos pueda pedir cosa alguna por lo perteneciente a la escritura que tenemos hecha por llevar la rebaja de la tribuna y lo capialzado del arco de la capilla mayor que se reguló en 400 reales los mismos que dicho Don Juan García nos bajó de los 6900 en que estaba rematada dicha obra sólo de manos y lo restante hasta los 15.000 y 650 tuvieron de coste los materiales que son 9150 reales y para que conste lo firmamos en la Ciudad de Astorga y enero cinco de 1746 y unánimes, juntos y conformes con dicho don Juan García nos damos por contentos y satisfechos sin que tengamos que pedirnos los unos a los otros lo firmamos.

1748. Castrillo de los Polvazares

Conocemos un expediente completo del gasto de la obra de la torre:

Cuentas que se tomaron a don Felipe González cura del lugar de Castrillo de los Polvazares de los caudales que entraron en su poder de la Iglesia parroquial del dicho lugar y de lo que gasto en la obra de la torre nueva que se hizo en ella las que se le tomaron con Comisión de los señores provisores generales sede vacante de este obispado siendo mayordomos al presente Andrés Simón y Domingo Botas. Juez don Manuel Fernández de Toledo cura del lugar de Murias de Rechivaldo[9].

Por él sabemos que la traza y seguimiento de la obra la hizo Domingo Martínez. Maestro de obras de la Catedral, y la ejecutó el maestro de cantería gallego Antonio Moreira con una cumplida cuadrilla de oficiales y peones de la misma procedencia y otros de Astorga. La veleta y cruz del remate la hizo el herrero de Turienzo de los Caballeros Matías Cordero. El gasto total de materiales y operarios fue de 10.677 reales. No se aparta de los esquemas que parece casi eran obligados para este tipo de obras.

1749. Astorga. Iglesia de Santa Colomba[10]

La iglesia de Santa Colomba es sólo recuerdo en la ciudad. Fue una de las arruinadas por la Guerra de la Independencia. Sólo sigue siendo la santa, la titular de la Parroquia de Puerta de Rey, aunque no se celebra y ni siquiera hay imagen suya, y queda el nombre de una plaza que hace pervivir la memoria del lugar donde se ubicaba. Fue una de las parroquias medievales de Astorga y como las demás se rehízo en diversos momentos y obras varias en ella se documentan en nuestros archivos. Entre ellas una significada como es la construcción de la espadaña, solución habitual en la arquitectura religiosa de Astorga y su entorno. Tuvo esta obra algunos inconvenientes en su fabricación que hacen más curiosa su historia. El 22 de abril de 1749[11] Antonio Moreira, maestro de obras residente en Astorga pero natural de San Andrés de Souto en la jurisdicción pontevedresa de Montes, tierra de canteros, dijo tener tratado con Domingo Biforcos , mayordomo de la Iglesia de Santa Colomba el hacer la espadaña de acuerdo con la planta y condiciones que se adjuntan , menos la planta dibujada que bajo fianza llevaría el maestro para ejecutar la obra, que daría acabada para fines de agosto del propio año en la cantidad de tres mil reales de vellón sin otra cosa más, ni pedir mejoras, fijándose el modo de hacer las pagas, siendo los materiales por cuenta del maestro. Salía por su fiador Andrés López vecino de Rectivía. Mucho se insiste en la devolución del dibujo de la planta que no se dice quien fuera el autor, pero cabría suponer fuese el maestro de la Catedral. Devolución que supondría el poder ser utilizada en otros casos y dada la similitud de tantas espadañas no sería esto extraño.

Las Condiciones con las que se construiría la espadaña fueron minuciosas, saberlas nos permite recrear un edificio perdido:

1. Se desmontaría lógicamente la vieja y arruinadas y se determina poner las campanas en el paraje más conveniente para usar de ellas en cuanto se fabrica dicha espadaña, «y al tiempo de volverlas a poner en su lugar se pondrán a todas tres sus cabezas nuevas con sus herrajes correspondientes y la madera para dichas cabezas ha de ser de encina bien seca».

2. Desmontado que sea todo lo dicho se fabricará una vara de cantería de cal y canto y en esta altura se han de meter los faldones e imposta. La imposta ha de ser de piedra de Valdeviejas labrada de cuarta de grueso y ha de le dar vuelta a los lados de dicha espadaña y sus faldones bien ajustada y labrada según arte y en dicha altura se pondrán cuatro cabezuelas de roble de cuarta de grueso y alto, estas han de quedar con bastante desahogo para poder tocar y manejar dichas campanas.

3. Fabricado todo lo arriba dicho se pondrán unas hiladas de piedra de Valdeviejas dando vuelta a toda la torre.

4. Luego se repartirán las pilastras o machones y boca campanas, los dos machones de las esquinas han de tener cinco cuartas de fachada y las bocas campanas cinco cuartas, el machón de en medio tres cuartas, esto todo ha de ir arreglado y aparejado en la forma siguiente: las hiladas para los machones han de ir arregladas y aparejadas a pico ...

5. La cornisa del primer cuerpo será de piedra de Santa Cruz y el friso arquitrabe de piedra de Valdeviejas ….

6. Las dovelas para los arcos, de piedra de Valdeviejas la mejor y más segura que se encontrase.

7. El segundo cuerpo tendría de alto diez pies y medio y llevaría un hueco para una campana.

8. El cierre levantaría 6 pies sin la bola, llevando la cornisa el mismo perfil que las demás señalándose que han de ir bien juntas y unidas las piedras por cosa de las aguas que no la deshagan. Los remates serían de piedra de Santa Cruz. También seguro para que los aires no la derriben quedando «con seguridad y vistoso»

9. La envuelta de la cal ha de ser de dos y uno y la arena del río de San Román.

10. Se determina con detalle cómo ha de ser el corredor desde el que se tocan las campanas de roble, álamo y negrillo y el tejado con losa de Villagatón de la fuerte, bien clavada por causa de los aires señalándose también con detalle cómo sería la subida desde la que también se accedería a la tribuna de la Iglesia.

El caso es que antes de comenzar la obra Antonio Moreira, sin saber la causa, pero probablemente por serle económicamente poco favorable, se ausentó y dio a la fuga, sacándose la obra a la quiebra y entre los postores que hubo al remate el más ventajoso fue el bien conocido c antero Bartolomé de la Gándara que la puso en 3600 reales con más los materiales prevenidos. Se le adjudicó el 8 de agosto del mismo año dando como fiador a Benito Biforcos vecino de Puerta de Rey, dándola hecha para el mes de octubre. Todo tiene interés para saber de un edificio perdido, pero también para conocer materiales empleados y su procedencia: Valdeviejas, Santa Cruz, Villagatón, Río de San Román, que serían los usuales en aquellos momentos en la construcción en Astorga

1758 Valdeviejas[12]

En las pruebas que se presentan en un pleito[13] suscitado por la herencia del párroco se presenta información de la obra de la torre- espadaña de la Iglesia de Valdeviejas, pueblo perteneciente al ayuntamiento de Astorga, espadaña que pervive en buen estado, aunque la Iglesia no hace muchos años hubo de ser casi rehecha por amenazar ruina, vendiendo para ello la mayor parte de sus retablos e imágenes. Tras la muerte del párroco, don José Sanz, en 1775 sus herederos movieron pleito por cuestiones de la herencia y en él se incluye información de una de las obras que este cura emprendió, la obra de la torre y espadaña, con declaración de testigos y aporte de datos de las cuentas de fábrica que interesaban para el pleito. Los testigos que declaran, como Francisco Calvo, recuerdan que cuando se edificó la «obra de la torre y espadaña de la Iglesia parroquial de este dicho lugar por Domingo de Arca maestro de obras en el año pasado de 1758 o 59» y de cómo para pagar al maestro el párroco pidió a los mayordomos que había sido, sus alcances y él mismo aportó cantidades para ello. Pero son los datos que se copian del Libro de Fábrica de la Iglesia los que más nos interesan y de los que destaco los siguientes:

Se le admite en data 4200 reales los mismos que se pagaron a Domingo de Arca maestro de obras y mejor postor para la obra de la espadaña, más 315 reales que don Gaspar López maestro de la Santa Iglesia catedral de Astorga mandó dar de mejoras, a dicho Arca cuyas partidas costa se le entregaron en virtud de despacho del señor provisor y 100 reales que se dieron a dicho don Gaspar por haber pasado tres veces al reconocimiento de la obra, como consta de autos según expresa el difunto cura, que obran en el oficio de Ambrosio Martínez. Mas 44 reales que se pasaron a dicho Domingo de Arca por razón de algunos trabajos planchas de hierro, sogas para andamios y otras cosas.

Tres carros de piedra de sillería de Santibáñez 37 reales y 17 maravedíes. Más se pagaron a los Parrigas de Murias de importe de 48 carros de piedra realenga; más 90 reales que llevaron los Parrigas en tres semanas que arrancaron piedra de labra de jornal cada uno por nueve días que ocuparon. Además de la piedra que es la de la zona, de color rosado y gris, se anotan los costes de la madera para los andamios y para la cubrición de la misma que era de los negrillos de la Huerta de Nuestra Señora, la cal y la arena para la argamasa y las envueltas así:

790 reales y 20 maravedíes que costaron 14 cargas de cal para dicha espadaña y caracol. Mas el gasto que se hizo en los carreteros que trajeron 185 carros de arena para las envueltas de la cal 185 reales más llevaron Ángel Fuertes y su compañero 71 reales de hacer una vuelta de 10 carros de cal y arena correspondiente gorda y delgada. Mas de otras dos envueltas de cal y arena que exigieron 27 reales más de la compra que se hizo a Manuel de Vega de 300 carros de piedra para la Iglesia precio de siete reales y medio carro.

Domingo de Arca es maestro bien documentado en la arquitectura astorgana de la segunda mitad del siglo xviii, Hizo obra para las iglesias de Posadilla, Brimeda, Val de San Román, Castrillo de las Piedra, Tejados y Convento de Villoria. También conozco varios contratos de aprendizaje con él, aprendices que participarían como tales en sus obras. La presencia del maestro de obras de la Catedral Don Gaspar López nos habla de la intervención del que sin duda era la figura más destacada, en Astorga dentro del campo, cuya autoridad se requería para las trazas y la revisión de las obras, como en esta ocasión que se anotan tres visitas de reconocimiento. Con Arca hay que señalar a los que en la cantera sacan la piedra y a los que con cal y arena hacen las envueltas para la argamasa.

No tengo claro si la obra comprendía todo el muro de cierre o solo la espadaña propiamente dicha. Se diferencian ambas zonas en que el muro es de mampostería con piedras irregulares compactadas por la argamasa, mientras en la espadaña es de sillares de diferentes tamaños, pero regulares y armónicamente enriquecida la traza con diversas molduras, hoy desgastadas. Arcos de medio punto para los huecos de las campanas que son dos grandes en el primer cuerpo y otro menor en el superior, rematando todo en un frontón triangular con un óculo en su tímpano. Traza que se repite en muchas iglesias, empezando por la de San Julián de Astorga, y que creo se debe a Gaspar López. Si hace Arca, porque se menciona, la escalera de subida que se dispone en una construcción de planta circular que remata en una cupulilla aovada, todo de mampostería colocada en la parte derecha para acceder desde el atrio y que le añade gracia y cierta novedad al conjunto.

1816. Folgoso de la Ribera

La obra de una espadaña para la Iglesia se documenta en el libro de Fabrica[14]. La parroquia de Folgoso, ayuntamiento de su nombre, cercana a Bembibre del Bierzo, la contrató con el maestro Benito Neira de indudable procedencia gallega. Se anota sobre ello la siguiente data:

11.506 reales y medio importe de los jornales del maestro de la obra de la torre y de los demás operarios y peones, como específicamente consta de recibo del maestro Benito Neira.

4714 reales con 19 maravedíes importe de arranque de piedra acarretos clavazón y madera para los andamios con inclusión de las propinas de derecho.

1850. Val de san Roman[15]

Pueblo de la Maragatería. La espadaña se renueva en 1850 siendo sus autores dos canteros de la tierra de Montes en Pontevedra, de donde proceden infinidad de canteros de los siglos xviii, xix y xx que trabajan en León. Repite el esquema más común en la zona. Dos cuerpos más el remate con tres huecos de campanas. La escalera se ubica en un cuerpo de gran volumen a la izquierda.

La obligación-contrato, acompañado de un plano, se localiza en los libros de Fábrica[16]:

Decimos nosotros José Rivas y Pedro Bazquez, maestros canteros y vecinos el primero de Santa Cruz de Lebozán y el segundo de Villarino de Montes, provincia de Pontevedra, que por estar nos obligados e mancomunados con nuestras personas y bienes en construir la espadaña de la Iglesia de este pueblo de val de San Román en todo conforme al plano que aquí se nota y demás particularidades que se nos digan, sin variar lo sustancial de la obra, siendo de nuestro cargo el arranque de la piedra, servir la cal y acribar la arena y todo ello en la cantidad de 6000 reales recibidos los dos mil durante la obra para comprar comestibles y los otros 4000 al finalizar la dicha obra que sujetamos en caso necesario a vista de maestros inteligentes y se advierte que las pilastras, fajas y cornisas habrán de ser de piedra labrada y lo demás de la obra de buena mampostería, dándole el espesor que se requiere según los preceptos del arte. Don Juan Cotado y Don Francisco Quintana el uno párroco y el otro alcalde cobrador y receptor de las cantidades en que se acuerda la dicha obra se obligan a entregar la mencionada cantidad en los términos y plazos prefijados lo mismo que a proporcionar todos los materiales que fueren necesarios y por ser verdad lo firmamos en el Val de san Román a 28 de mayo de 1850». (Se adjunta el dibujo con la traza que publicamos).

1861 -1872 Azares del Páramo[17]

Pertenece Azares al Ayuntamiento de Valdefuentes del Páramo, en la comarca de La Bañeza. La Torre amenazando ruina fue objeto de un expediente para su reparación que comienza como es preceptivo de la instancia del párroco Francisco José Domínguez al Obispo Argüelles Miranda señalando la ruina de la torre en 1861. Tras la presentación de la documentación se procede a su construcción por valor de 5856 reales y 10 maravedíes con arreglo al plan de condiciones y diseño del arquitecto Antonio Cid vecino de León. Se adjuntan dibujos de la antigua y de la nueva torre y el 11 de septiembre de 1868 se echa el pliego de condiciones facultativas. Un recibo de 1866 de Joaquín Simón vecino de Astorga Arrabal de Santa Clara y maestro cantero por 260 reales por tres bolínches y remates de piedra para la torre de su Iglesia, que se culminará en 1872.

De nuevo sigue los modelos más usuales en este tipo de obras con tres huecos para campanas y paramentos de mampostería y ladrillo visto.

1893. Regueras de Arriba

En el Archivo Diocesano[18] se conserva el expediente de las obras de reparación de la Iglesia de Regueras de Arriba, parroquia y ayuntamiento en la zona de La Bañeza, con los sencillos planos y alzados firmados el 9 de marzo de 1893 por el arquitecto diocesano Francisco Blanch y Pons[19]. La Iglesia estaba según declara el arquitecto en mal estado de conservación, indicando «añádase a esto la ruina de la torre o más bien de la espadaña o campanario (acaecida por caso fortuito en una noche tempestuosa que también produjo la destrucción del puente inmediato a La Bañeza acabado de construir) desplomándose en su mayor parte sobre la cubierta de la iglesia…» luego dice que por los planos que adjunta se ve su propuesta de reconstrucción.

Consisten en la elevación de dos cuerpos de ladrillo encina del muro del testero del mediodía de la Iglesia que forma la torre de las campanas habiendo procurado dar a la fábrica actual la misma disposición y forma que tenía el campanario antiguo según los datos que he podido adquirir para la colocación de tres campanas y la construcción de un cobertizo al nivel del primer cuerpo para que el campanero puede estar al abrigo de la intemperie... Se ha adoptado la fábrica de ladrillo para la reconstrucción del campanario o espadaña en sustitución de la mampostería ordinaria que tenía el antiguo y de que está construido el muro de la torre, porque la piedra de que puede hacerse uso en la comarca no presenta buenas condiciones para quedar a la intemperie, pues además de ser heladiza , está formada de hojas superpuestas en su mayor parte y en extremo pizarrosa, no presentando compacidad ni la estructura uniforme, cuyos defectos producen el desgaste de las piedras que dan al exterior, sobre todo las que forman las aristas, ángulos y cornisas, y que el material o mortero no se adhiera a ellas para formar un todo o cuerpo sólido, que resista a las humedades y fríos que dominan en la localidad; cuyas malas circunstancias de la piedra, han sido en mi concepto y en el de las personas prácticas de la localidad, una de las principales causas de la ruina del campanario. Por esto, en vista de las informaciones tomadas, que ha adoptado de ladrillo para la nueva obra, pues aunque en el punto donde se ha de emplear resulta un poco caro, tiene muchas otras más ventajas a la fábrica de mampostería ordinaria y si bien de piedra de sillería podría reconstruirse en buenas condiciones, dado el presupuesto no es posible emplearla por su mucho coste pues la piedra calcárea comporta o la granítica dista muchos kilómetros de Regueras y un excesivo coste de transporte, es una de las razones por las que no se puede utilizar la sillería...

En las condiciones se matizan estos razonamientos de uso de materiales, utilizando cal de Pola de Gordón y sillería en los seis remates de la torre, la arena se sacará del río Órbigo, el ladrillo de los rejeros de Astorga, Santa Elena de Jamuz o de otros que tengan la misma clase de tierras:

[...] será bien cortado, perfectamente plana y sus caras perfectamente a escuadra formando paralelepípedo cuyas dimensiones serán 0,25 ó 0,28 de longitud 0,125 o 14 de latitud y 0,05 del grueso, estará bien cocido y de factura uniforme que arroje un sonido campanil a los golpes que se le den desechándose los que presenten superficies alaveadas o no reúnan las condiciones expresadas. Los moldurados para la formación de cornisas se moldurarán con el corte que proporcionará el arquitecto director.

Las piedras que se necesitan para los remates de los extremos de los tres cuerpos de la torre serán de una sola pieza y tendrán la forma misma que tenía las antiguas de las que se conservan sus restos y cuyo detalle dará el arquitecto director. Provendrán de las canteras de Alcedo o de otros puntos que tengan las mismas condiciones que las de aquella, desechándose las que presenten coqueras, que no sean muy compactas o las heladizas.

La madera que se utilice será de chopo.

Se empezarán las obras desmontando el trozo de pares que existe hoy día hasta el apoyo de las campanas, quitando estas y limpiando bien las paredes hasta el nivel que en el plano empieza la cornisa de ladrillo. Antes de asentar ésta se lavarán bien las paredes y se formará una superficie horizontal para el asiento de la primera hilada de ladrillo, con una lechada de cal hidráulica y con las regaladas correspondientes.

Continúan las condiciones señalando en modo de asentar el ladrillo y se dice que:

[...] las piedras de los remates lo mismo que las que han de servir de apoyos a las campanas y peana de la Cruz de remate serán de labra fina y de una sola pieza y las de los remates se sentarán sobre una base cuadrada de 10 cm de espesor, y en la cual habrá un rebajo o caja para introducirse 1 cm las primeras, macizando bien las caras de asentar y lechos con mortero hidráulico o bien con lechada de cal hidráulica hasta rebosar. Las piedras de asiento o basas irán bien sujetas con la fábrica de ladrillo o empotradas en dicha fábrica.

1894. La Carrera[20]

Espadaña de La Carrera, en la comarca de La Cepeda, muy cerca de Astorga, Muy habitual el uso de dos tipos de material, en la parte baja piedra, de cantería o mampostería y en la parte alta, menos afectada por las humedades, ladrillo, su autor es el maestro de obras de Astorga Don Marcial García a quien se consigan en las cuentas cantidades para el pago de la obra de la espadaña de la Iglesia de la Carrera contratada en 1500. El expediente de 17 de abril de 1894, señala entre las condiciones que se «construirá con ladrillo y mortero, el ladrillo será bien conocido y bien asentado formando las cornisas, arcos y demás detalles que indica el adjunto plano colocando los siete remates de piedra labrada, dejándola bien asentada». Y se compromete a hacerla «como el adjunto plano, bien construida, elegante y con seguridad en el término de dos meses desde el día en que de principio a los derribos abonándome por estay con las condiciones ya dichas en 1500 pesetas…»

Miguel Angel González García
Director el Archivo Diocesano de Astorga



NOTAS

[1] GONZALEZ GARCIA, Miguel Ángel. Presencia amiga de cigüeñas por San Blas. EL FARO ASTORGANO Nº 757 Astorga 2 febrero 1984.

[2] ADA PROTOCOLOS DE FRANCISCO DE BAXO 1569

[3] GONZALEZ GARCÍA, Miguel Ángel. De otro tiempo... 1572. La espadaña de la iglesia de Viforcos. EL FARO ASTORGANO Nº 9206, Astorga 19 enero 2018. GARCIA FERRERO, José Luis. La Iglesia en la Maragatería del Alto de Veiga CSED. Astorga 2013 pg 400

[4] ADA Protocolos 157

[5] GONZALEZ GARCÍA, Miguel Ángel. De otro tiempo... 1675. La obra de un campanario para Santa Clara. EL FARO ASTORGANO Nº 7724, Astorga 2 febrero 2012,

[6] AHPLEON, caja 9643.

[7] ADA 07/17. F/3.

[8] ADA 2324/2.

[9] ADA 2252/10.

[10] GONZÁLEZ GARCÍA, Miguel Ángel. De otro tiempo...1749. La obra de la espadaña de la Iglesia de Santa Colomba de Astorga. EL FARO ASTORGANO Nº 7241. Astorga 2 marzo 2010.

[11] AHPLEON Protocolos de Tomás Gómez Ponce de León caja 10159

[12] GONZÁLEZ GARCÍA, Miguel Ángel. De otro tiempo...1758. La espadaña de la iglesia de Valdeviejas. EL FARO ASTORGANO nº 10.065, Astorga 20 julio 2021

[13] ADA 2797.

[14] ADA 5/14 F/1.

[15] Antonio Rodríguez Fraiz. Canteiros e artistas de Terra de Montes e Ribeiras do Lérez. Pontevedra 1982 pg. 370. José Manuel Sutil Perez «La torre de la iglesia de la villa de Val de San Román (1850). EL PENSAMIENTO ASTORGANO nº 11278. Astorga septiembre 2009

[16] ADA. VAL DE SAN ROMAN. FABRICA FOL 189.

[17] Armando Medina. Sin dejar nada a la improvisación. Diario de León 3 abril 2022. Los datos y plano en el ADA.3/01. Libro de Fabrica

[18] ADA 3019/02.

[19] Catalán de Manresa, era también arquitecto provincial, tuvo también intervención poco significativa en la conclusión del Palacio Episcopal de Gaudí.

[20] ADA 3004/06.



Espadañas de iglesias de la Diocesis de Astorga en la provincia de León. (Notas)

GONZALEZ GARCIA, Miguel Ángel

Publicado en el año 2023 en la Revista de Folklore número 502.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz