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Resumen:
Tercera entrega de los cantares que le transmitió Concepción Alemán Alayón a su nieto Miguel Pérez Carballo, sobre la temática funesta y humorística, antítesis que intenta compensar la negatividad de los primeros con la jocosidad de los segundos. En total, 89 composiciones: 57 coplas, 14 redondillas, 12 cuartetas, 3 quintillas y 3 composiciones de estructuras diferentes. Una de las coplas es una variante de otra. Este corpus de textos funestos y humorísticos ejemplifica fielmente lo que debió de ser la tradición de cantares de Adeje, municipio de la isla de Tenerife.
Palabras clave: cantares, tradición, oralidad, Tenerife, Canarias.
Abstract:
Third installment of the songs that Concepción Alemán Alayón transmitted to her grandson Miguel Pérez Carballo, on the dismal and humorous theme, an antithesis that tries to compensate the negativity of the former with the jocularity of the latter. In total, 89 compositions: 57 couplets, 14 redondillas, 12 quatrains, 3 quintillas and 3 compositions with different structures. One of the couplets is a variant of another. This corpus of dismal and humorous texts faithfully exemplifies what must have been the tradition of singing in Adeje, a municipality on the island of Tenerife.
Keywords: songs, tradition, orality, Tenerife, Canary Islands.
1. Introducción
En esta tercera entrega de los cantares que recordaba Concepción Alemán Alayón, recogidos y transcritos en formato digital por su nieto Miguel Pérez Carballo, nos centramos en dos temas aparentemente antitéticos: la muerte y el humor, Thanatos frente al vitalismo del Bios, de la vida. Lo negativo de la muerte es contrapuesta a la positividad del humor, lo que compensa ampliamente la visión de los cantares de Adeje, en la isla de Tenerife. Los datos biográficos y una parte de los cantares de Concha Alemán, para quien los quiera consultar, se encuentran recogidos en los artículos «Cantares amorosos de Adeje, en la isla de Tenerife», Revista de Folklore nº 490 del año 2022; y «Cantares de amor no correspondido de Adeje, en la isla de Tenerife», Revista de Folklore nº 501 del año 2023.
En total, 89 composiciones formadas por: 57 coplas, 14 redondillas, 12 cuartetas, 3 quintillas y 3 composiciones con otras estructuras métricas. Se trata de cantares inéditos, a excepción de los mencionados como recogidos anteriormente en obras como La copla: folías, isas, malagueñas y seguidillas (1946) de Sebastián Padrón Acosta, Poesía tradicional canaria (1968) de José Pérez Vidal, Lírica tradicional canaria (1990) de Maximiano Trapero, La música tradicional canaria, hoy (1998) de Talio Noda, Coplas y canciones (1999) de Juan Brito Martín, obras principales en donde se recogen coplas en Canarias.
2. Cantares funestos
2.1. Cantares donde se atiende a lo luctuoso, de ahí la proliferación de palabras como: muerte, cementerio, tumba, sepultura, sepulcro, luto, duelo, etc.:
Las palabras que más siento
son aquellas que no digo
y por no echarlas al viento,
quiero que mueran conmigo.
Si pasares por mi tumba
levanta la losa y di:
aquí está la desgraciada
que de amor murió por ti.
Quién fuera bruma de brisa
y en el cementerio entrara,
y con lágrimas regara
tu sepulcro y tu ceniza.
A la sepultura abierta,
para echarme o no echarme,
vino la muerte y no pudo
de tu querer apartarme.
Quítate ese luto niña,
que me da pena de verte;
guárdalo en un cofrecito
para el día de mi muerte.
De llorar me quedé ciego
cuando supe de tu muerte.
¿De qué me sirven los ojos
si no volveré a verte?
Ojitos de color negro
pintados por el dolor
decide si llevas luto
por mi pobre corazón.
Yo no sé qué tiene, madre,
las flores del cementerio;
que cuando les da la brisa
parece que están de duelo.
Si me vieras malherido
y la sangre derramando,
ese sería tu gusto
al verme morir penando.
Sola soy, sola nací;
sola me tuvo mi madre
y sola tengo de andar
hasta que compaña[1] halle.
Cuando yo desperté y no vi
la que me tuvo en el vientre,
al cementerio me fui
a llorar amargamente
y un beso en la tumba di.
Al pasar por el cementerio
pisé un hueso y dio un crujido.
Me respondió mi madre,
¡no me pises, hijo mío!
En Santa Cruz tengo mi alma,
del muelle pa fuera nada,
en la calle del Castillo
me están haciendo la caja.
En esta última composición hay una personificación de la muerte, a la manera de las Danzas de la Muerte medievales, en donde el yo lírico establece una comunicación con la Parca:
Muerte, ¿cómo te atreviste,
cómo tuviste valor,
de llevarte aquella flor
que ahora empezaba a abrirse?
2.2.- Composiciones que vinculan la muerte con la acción de cantar, aunque su número es poco significativo:
Si piensas que porque canto
tengo el corazón alegre,
mira que soy como el cisne
que cuando canta se muere[2].
Solía en un tiempo yo
cantar, pero ya no canto;
porque la pena y el llanto
hasta el cantar me quitó[3].
Mi madre mala en la cama,
yo en una gran diversión:
cantando la jota estaba
cuando el entierro pasó[4].
Canta el pobre en el trabajo,
y cantando tiene alivio,
y cantando se divierte
el triste corazón mío[5].
2.3.- La naturaleza y los fenómenos atmosféricos
Los cantares funestos relacionados con la naturaleza y los fenómenos atmosféricos siguen un patrón muy acorde a la lírica de los Siglos de Oro, del tipo de la expresión de sentimientos al estilo de Garcilaso De la Vega en «las piedras enternecen», con abundante uso de la personificación, la repetición y la hipérbole.
Con el silencio apacible
la noche clara y serena[6],
andaba el amor buscando
alivio para sus penas.
Hasta los árboles visten[7]
del color que se le antojan,
visten de una verde hoja
de un color pálido y triste.
Aclara, lucero, aclara[8];
aclara[9], que viene el día;
que el aire de la mañana
quita la melancolía.
Dime, mujer, por qué tú,
me niegas tu luz tan bella;
estando la luna viuda[10]
y huérfanas las estrellas.
Si las piedras de la calle
tuvieran lengua y hablaran[11]:
cuando yo paso por ellas,
de sentimiento lloraran.
Quién quiera los horizontes
donde tengo mis retiros,
allá vieron más suspiros
que de árboles tiene el monte[12].
La transmisora nos aporta otra versión, con ligeras variantes:
Quién viera los horizontes
donde tengo mis retiros,
allí diera más suspiros
que de árboles tiene el monte.
Pregunta[13] al cielo y al mar,
a la Luna y a las flores,
si hay en el mundo dolores
que igualen a mi penar.
Yo[14] me arrimé a un pino verde[15]
por ver si me consolaba
y como el pino era verde
en verme triste lloraba[16].
Si piensas que tengo pena[17],
no tengo pena maldita;
que la mancha de la mora
con otra verde se quita[18].
2.4.- El mar
El mar rodea por todas partes al archipiélago de las islas canarias, lo que lo convierte en un elemento caracterizador propio de estas islas, de ahí que sea normal la mención del elemento acuático marino en este tipo de cantares:
Adiós, Santa Cruz de mi vida,
puerto de mar escondido,
donde lloran las mujeres
lágrimas por sus maridos.
En el mar sobre una peña
púseme a llorar un día,
como si la peña fuese
causa de la pena mía[19].
En las peñas más ocultas,
donde el mar tiene su centro,
me tengo de retirar
a llorar mi sentimiento.
La pena de mi dolor
la tendí sobre la arena:
donde no me he muerto yo,
nadie se muere de pena.
Ojos que te vieron ir
por esos mares afuera.
¿Cuándo te verán venir
para alivio de mis penas?[20]
2.5.- La religión
Lo funesto tiene mucha relación con la religión; y esto es así, porque la muerte en Canarias va de la mano de lo religioso, incluso como modo de reunión entre las personas.
En el cielo hay angelitos,
en el mar viven corales,
en tu pecho anidan perlas
y en el mío, pesares.
¡Válgame Dios de los Cielos!
¡Que larga es la pena mía!
Que me he caído en un pozo
y no encuentro la salida[21].
2.6.- Otros temas
Todo lo triste me agrada
porque se iguala a mi suerte,
la tristeza me divierte
y la alegría me enfada[22].
En el mundo no ha nacido
ni ha nacido, ni nació[23],
una de menos fortuna
más desgraciada que yo.
¡Qué grande es la pena mía
que me he caído en un pozo
y no encuentro la salida[24].
Si me quieres ver morir
dame un vaso de veneno
y después ponte a decir:
yo fui quien maté a mi dueño
con veneno que le di.
3.- Cantares humorísticos
Cualquier tema es propicio verterlo con humor en un cantar, de ahí que tengamos composiciones de amor, de desamor, de muerte, etc. con un tono humorístico.
3.1.- Lugar
Curiosamente, muchos cantares tratan asuntos relacionados con un lugar determinado de la geografía canaria (La Laguna, el Teide, Lanzarote, Gran Canaria, Tacoronte, Triana) o cubana (La Habana, Pinar del Río, Cuba), por la gran relación que siempre ha existido entre ambas zonas:
En Canaria sale el sol
primero que en La Laguna,
y por eso los canarios
tienen color de aceituna[25].
Canto aquí, canto en la Habana,
canto en Pinar del Río;
como todo el mundo es mío
canto donde me da gana.
Si tienes envidia al Teide
mándalo a hacer de madera
y tendrás en las Canarias
una torre bambanera[26].
¿Qué quieres que te traiga
de Lanzarote?
Una cabra morisca
con su grillote[27].
Cuando yo te quise a ti
no había leña en el monte,
ni cardos en la montaña,
ni coles en Tacoronte[28].
El mozo de Cuba me escribió un papel
a ver si quería casarme con él,
yo le contesté en otro papel
que quería ser monja de Santa Isabel.
Mi padre lo supo, de palos me dio,
mal haya sea el hombre que lo inventó[29].
En la calle de Triana,
enfrente de la botica,
está un pájaro canario
que con los ojitos pica.
3.2.- La naturaleza
Las flores, las plantas y la naturaleza en general también son fuente de humor:
Elita, flor misteriosa,
mantente siempre en capullo
y no pierdas el arrullo
de tu mamá cariñosa.
A las espaldas de un risco,
si ese risco[30] tiene espaldas,
lloraba un pobre pastor
la pérdida de sus cabras.
Salió el sol, me dio en la frente,
y me quiso convertir;
el agua se echó a reír
al verme tan impaciente.
Todo aquel que juega, pierde;
el que bebe, se emborracha;
el que se acuesta en el suelo,
le pican las cucarachas.
Presa en la cárcel estoy[31],
presa y sin ningún delito,
presa por una manzana
que picó un pajarito[32].
Tinito me dio una rosa
y la puse en mi ventana.
El viento me la llevó,
¡adiós, Tinito del alma!
Yo me subí a una columna
por tirarle un tiro a un pato,
salió diciendo del charco:
ya falleció mi fortuna.
Agua serenita llueve,
que se mojan las canales:
abre la puerta, bien mío,
que se moja quien tú sabes.
No te subas tan arriba,
que te vuelves a bajar,
que yo nunca he pretendido
racimo de tal parral.
3.3.- El mar
Uno de los temas más comunes en la literatura canaria, tanto popular como culta, es el del mar. No es de extrañar que muchos cantares hablen de este elemento capital para entender la cultura canaria.
Yo vi una concha en el mar,
concha que yo no he visto,
¡Viva Concha[33], viva Cristo,
viva quien la sabe amar!
A orilla del mar nací
una concha fue mi cuna
al no casarme con Concha
no me caso con ninguna[34].
Por la orilla de la mar
vi caminar un piojo
con una escama en un ojo
que venía de pescar.
En el mar de tu hermosura
navego y tú no me ves,
una corriente de celos
que lleva el barco a través.
Cómo quieres que yo vaya
a la marina contigo,
si soy casada y no puedo
olvidar a mi marido.
3.4.- La comida
Curiosamente, también es fuente de humor alimentos como el huevo, el pan, la calabaza, la pera, las uvas o el vino.
Si piensas que con lisonjas,
me has de ablandar como engrudo;
mira que soy como el huevo:
que cuanto más fuego, más duro.
Si me diste calabaza
me la comí con pan tierno,
más quiero la calabaza
que no mujer sin gobierno.
Manténgase la pera en el peral
y no empudrezca,
Que no faltará galán
que la merezca.
Pajarito capirote
no vayas a viña ajena,
porque te comen las uvas
y tú pagas la patena.
Cansado estoy de mirar,
de mirar para el camino,
a ver si veo venir
la botella con el vino.
3.5.- La acción de lavar y la mención a la vestimenta
El humor también viene propiciado por el hecho de lavar la ropa o por el estado en que ésa se encuentra: sea ropa nueva o ropa vieja.
Margarita me picó
con un alfiler de plata,
yo le dije a Margarita
picada de amor no mata.
La ropa de los Manueles
no se cuelan con lejía,
sino con agua de olor
como se cuela la mía.
Soy pobre porque me pongo
una camisa sin mangas,
sin cuello ni delanteras,
ni nada por las espaldas[35].
Contento estoy que me privo
porque me hizo mi madre
unos pantalones nuevos
de unos viejos de mi padre.
Yo te quisiera querer
pero vives en un monte
y de tu casa a la mía
muchos zapatos se rompen[36].
El anillo que me diste
en el barranco lavando,
se lo llevó la corriente
y en el mar está nadando[37].
3.6.- La religión
La religión es motivo de tratamiento humorístico, siempre bajo el respeto a lo sagrado que supone para el creyente. De ahí las menciones de la Virgen del Pilar, de la Candelaria, de los santos, de Dios, de San Juan y de María. En los casos de Candelaria y María, en la doble alusión al personaje sagrado y a una persona así llamada.
La Virgen del Pilar dice
que no quiere ser condesa,
que quiere ser capitana
de la tropa aragonesa.
Allá arriba, no sé dónde,
había no sé qué santo
que cantando no sé qué
ganaba no sé cuánto.
Cómo quieres Candelaria
que te dé mi corazón
si lo tengo repartido
como la gracia de Dios.
San Juan fue quien adoró
a María en el paseo,
ahora le adoro yo
a San Juan, por lo que veo.
3.7.- Otros temas
La comicidad abarca temas muy diversos, como se puede comprobar en las composiciones siguientes:
Cuando paso por tu calle,
paso corriendo, corriendo,
para que no diga tu madre
que por ti me estoy muriendo.
Si la fortuna me ayuda
he de contar al revés:
nueve, ocho, siete, seis,
cinco, cuatro, tres, dos y uno.
Zapaterito goloso,
jugador de la baraja,
dime qué demonios tienes
que los lunes no trabajas.
Subí a la sala del príncipe
a preguntarle al fiscal
que el querer una mujer
era causa criminal.
Estas son las casas blancas
donde mi suegra vivía,
cuando mi suegra se muera
son las casas blancas mías.
Una morena con gracia
puede salir a la calle
una blanca fea, no,
porque no la mira nadie[38].
Cuando en prisiones me viste[39]
el alma se te alegró,
a tu madre le dijiste:
ya este pájaro cayó
en la jaula y sin alpiste[40].
Al carro de la amistad
se le ha caído la rueda,
la rueda era de plata
y no pudo dar con ella[41].
Mi padre y mi madre lloran
porque me voy a casar
no llores padre ni madre
que no me van a matar.
Con tu saquito encarnado
vas pregonando la guerra,
y yo como buen soldado
voy siguiendo tu bandera[42].
Cuando una canaria quiere
a quien la sepa querer
de tanto querer se muere[43]
muerta está y quiere también[44].
Sueño tengo, dormir quiero,
porque anoche no dormí;
hazme la cama en tus brazos
y si no me acuesto aquí.
Amas una y amas dos,
pensando de más valer
y te has de quedar en blanco
cómo se quedó el papel[45].
Domingo nació un domingo,
un domingo se murió,
¡qué desgraciado domingo
que para morir nació![46]
Si las mujeres mandasen,
en vez de mandar los hombres,
serían vasos de aceite
los pueblos y las naciones[47].
4.- Conclusión
Esta investigación se ha centrado en dos aspectos muy opuestos; pero a la vez, muy unidos entre sí, la dicotomía bios/thanatos[48], contrastando lo funesto de la muerte con lo vital del humor. Por tanto, el artículo se ha dividido en dos apartados: cantares funestos y cantares humorísticos.
En cuanto al primer apartado, el de los cantares funestos, hemos encontrado numerosos textos que hacen referencia a lo luctuoso (muerte, tumba, sepultura, cementerio, luto, etc.), otros se centran en vincular la muerte con la acción de cantar, los más comunes son los que hablan de la naturaleza y los fenómenos atmosféricos como traslación del sentimiento interno del yo lírico en el poema, los hay que tratan del mar y todo lo relacionado con el océano como contextualización canaria de estos cantares, y los menos comunes son los que hablan de la religión o de otros temas minoritarios.
En el apartado de los cantares humorísticos, cuya clasificación es más extensa puesto que el humor puede verse desde todas las temáticas posibles, encontramos los que se centran en un lugar en concreto para extraer la vena humorística (La Laguna, La Habana, Tacoronte, Triana, Lanzarote, etc.), los que hablan de la naturaleza o del mar, aquellos que basan su humor en la comida (huevo, pan, calabaza, pera, uvas, vino), otros se mofan de la acción de lavar y de todo lo relativo a la ropa, junto a temas como la religión, la cárcel de amor o el feminismo vertido en los versos de los cantares. Toda una muestra de lo que supusieron los cantares funestos y de humor en Adeje, en la isla de Tenerife, una temática entre lo vivo y lo muerto, lo vital y lo mortal, que no son más que la cara y la cruz de una moneda: la vida misma.
Bibliografía
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Brito Martín, Juan. Coplas y canciones. Tenerife: Centro de la Cultura Popular Canaria, 1999.
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Monroy Caballero, Andrés. «Por verte, Virgen Sagrada, hizo el sol una parada: la simbología erótica de los estribillos romancescos canarios», Revista de Poética Medieval, nº 14 (2005), Universidad de Alcalá de Henares: 11-46.
Monroy Caballero, Andrés. Estribillos romancescos canarios: Estudio literario, lingüístico y etnográfico. Las Palmas de Gran Canaria: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Servicio de Publicaciones y Difusión Científica, 2017.
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Padrón Acosta, Sebastián. La copla: folías, isas, malagueñas y seguidillas. La Orotava: Cuadernos de Folklore Drago, Musa Popular Canaria, 1946.
Pérez Vidal, José. Poesía tradicional canaria. Las Palmas: Ediciones del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1968.
San Pedro, Diego de. Cárcer de amor. Arnalte y Luscenda. Sermón. Edición de José Francisco Ruiz Casanova. Madrid: Editorial Cátedra, Letras Hispánicas, 2005.
Trapero, Maximiano. Lírica tradicional canaria. Islas Canarias: Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Biblioteca Básica Canaria, 1990.
NOTAS
[1] Muy bien puede referirse a la Santa Compaña, las almas del Purgatorio que vienen a llevarse a los vivos al Más Allá.
[2] La creencia popular, ya desde la época de la Grecia antigua, habla de que el cisne al morir canta una bella melodía.
[3] Se produce un juego de palabras a través de la figura de la políptoton a partir de cantar.
[4] La cuarteta se mueve entre lo funesto y lo humorístico.
[5] Otro juego de palabras a través de dos recursos literarios de repetición: la políptoton y la anáfora.
[6] Recuerda este verso al poema «Noche oscura del alma» de San Juan de la Cruz, pero en este caso la noche se caracteriza por su claridad y serenidad, lo que lo alejan de este autor.
[7] Personificación: los árboles no pueden vestirse, puesto que es una acción humana.
[8] Epanadiplosis: repetición de «aclara» al principio y la final del verso.
[9] Anáfora con el comienzo del verso anterior.
[10] Personificación en «luna viuda» y «huérfanas las estrellas».
[11] Personificación: piedras que hablan.
[12] Hipérbole.
[13] Personificación al realizar preguntas a objetos no humanos.
[14] En Trapero (1990: 88): «Yo me arrimé a un pino verde,/ por ver si me consolaba:/ y el pino, como era verde,/ al verme llorar, lloraba».
[15] Sobre el valor simbólico del color verde, se remite al artículo «Por verte, Virgen Sagrada, hizo el sol una parada: la simbología erótica de los estribillos romancescos canarios» (Monroy, 2005).
[16] Personificación: el pino que llora.
[17] Repetición de la palabra pena.
[18] En Trapero (1990: 92): «Porque me hayas olvidado/ no tengo pena maldita,/ que la mancha de la mora/ con otra verde se quita».
[19] En Padrón (1946: 38): «En las orillas del mar/ me puse a llorar un día,/ como si la peña fuese/ causa de la pena mía».
[20] En Trapero (1990:86): «Ojos que te vieron ir/ por estos mares afuera,/ ¡cuándo te verán venir/ para alivio de mis penas!».
[21] Alegoría de la vida como un pozo, al que caes cuando estás apenado.
[22] Además de la derivación de triste/tristeza, obsérvese la antítesis entre tristeza que divierte y alegría que enfada, invirtiendo el orden normal en las dos oposiciones: tristeza/alegría y divertir/enfadar.
[23] Políptoton a partir del verbo nacer y sus derivados.
[24] Repetición del final de un cantar anterior, pero la transmisora lo anota como estribillo. Mas, la estructura y la temática recuerdan a las endechas canarias que circularon por España en los siglos xv y xvi.
[25] En Padrón (1946: 19): «En Canaria nace el sol/ primero que en La Laguna,/ y así los canario tienen/ el color de la aceituna».
[26] En Padrón (!946: 20): «Si tienes envidia al Teide,/ mándalo hacer de cartón,/ y tendrán en Gran Canaria/ un hermoso pabellón». Desconocemos el significado de bambanero.
[27] El Diccionario Básico de Canarismos define grillote como ‘especie de cencerra, generalmente de tamaño más pequeño que esta’.
[28] En Padrón (1946: 42): «Cuando yo te quise a ti/ no había leña en el monte,/ ni retamas en la cumbre,/ ni coles en Tacoronte».
[29] Se trata de una canción infantil cubana, con una rima inusual en aaaabb.
[30] Repetición de la palabra risco y personificación en «ese risco tiene espaldas».
[31] Sigue el tópico de Cárcel de amor de Diego de San Pedro.
[32] Con el doble sentido de la pérdida de la virginidad. Sobre el valor erótico de muchas de estas composiciones recomendamos la consulta del artículo «Por verte, Virgen Sagrada, hizo el sol una parada: la simbología erótica de los estribillos romancescos canarios» (Monroy, 2005).
[33] Se produce un juego de palabras entre la concha marina y el nombre de la amada. No hay que olvidar que la transmisora se llama Concha. Al igual que ocurre en el cantar siguiente. Repetición anafórica de «viva».
[34] En Padrón (1946: 41): «Nací en la orilla del mar/ y una concha fue mi cuna;/ si no me caso con Concha,/ no me caso con ninguna».
[35] En fin, que no lleva nada por camisa.
[36] En Noda (1998: 93): «Yo te quisiera querer/ pero vives en el monte/ y de tu casa a la mía,/ muchos zapatos se rompen».
[37] Se produce una metamorfosis en el anillo en forma de pez.
[38] Antítesis entre guapa/fea y morena/blanca. En este caso, sigue el modelo bíblico de «nigra sum, sed formosa», siguiendo El Cantar de los Cantares (CT: 1, 5).
[39] Se retoma el tópico de la Cárcel de amor que hizo famoso Diego de San Pedro.
[40] Alegoría con caer bajo el yugo del matrimonio.
[41] Alegoría del amor con el carro que pierde una rueda, y que ya no puede retomarse.
[42] Alegoría bélica sobre el amor.
[43] Políptoton con querer y derivación con morir.
[44] Confrontación amor/muerte, es decir, bios/thanatos.
[45] Alegoría entre la escritura en papel y el amor.
[46] Juego de palabras: día de la semana frente al nombre de la persona.
[47] Copla muy actual, feminista, que reivindica el valor de la mujer para llegar a los puestos de poder y hacerlo tan bien o mejor que el hombre.
[48] En terminología de Sigmund Freud Eros frente a Thanatos o, lo que es lo mismo, la pulsión de vida frente a la pulsión de muerte.