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Entre los relatos que narran transformaciones de hombres en animales, la del hombre-lobo ocupa un lugar destacado, especialmente por su contenido simbólico.
Esta es una versión de la leyenda del "lobo hechicero", tradicional de Robledo de Corpes (Guadalajara).
TRANSCRIPCIÓN DEL ETNOTEXTO
Un señor era lobo-hechicero, pero no lo sabían en su familia. Y un día fue la mujer a llevarle la comida a la Casacaida. Cuando iba por el Alto Millarejo le salió un lobo y la esgarrapó toda la ropa y las medias...le...le estuvo mordiendo con los dientes...
Y luego, cuando bajó la mujer a llevarle la comida le dijo el hombre:
- Cómo has tardao tanto de... de venir?
Y entonces dijo la mujer:
- ¡Ay si vieras lo que me ha pasao!..., que me ha salido un lobo... y me ha estao... y me ha mordido y...
Y dice:
- ¡Ala! pero... No comes?
Dice:
- ¡Cómo voy a comer si no tengo ganas de comer!
Entonces el hombre se puso a comerse la comida y la mujer le vio los hilos de las medias que los tenía en los dientes. Entonces la mujer cogió, se fue al pueblo y luego el hombre se fue tras d'ella. Y el hombre, pues, fue a la iglesia y le dijo al cura -dice-:
- Señor cura, ¡confesión, confesión!
Y entonces el cura le dijo:
- No confieso yo a lobos.
Y al hombre, yo creo que lo mataron.
RECOPILACIÓN
Recopilada por José Antonio Alonso Ramos en Robledo de Corpes (Guadalajara) en 1988 y registrada en una casette.
INFORMANTE
Comunicada por Petra Ramos Lucía que entonces tenía 58 años, natural de Robledo de Corpes, de profesión actual sus labores y anteriormente pastora.
Aprendió esta leyenda en 1940 (aprox.) de su abuela paterna, María Nieves Gutiérrez, también natural de Robledo de Corpes, de profesión sus labores.
OBSERVACIONES
Se contaba a los niños, para entretenerlos a la hora de la comida.
Acerca de la realidad del relato la informante cuenta que a ella se la contaron como un suceso real y que cuentan que, antiguamente, existían muchos lobos-hechiceros en el pueblo.
Los topónimos que aparecen en el texto son reales y pertenecen al término municipal del pueblo.
EL ENTORNO DE LA LEYENDA
Robledo de Corpes es una localidad situada en el Norte de la Provincia de Guadalajara que, hasta hace poco, mantuvo una economía prácticamente basada en el autoabastecimiento. La ganadería fue una actividad importante especialmente la de ganado cabrío. A mediados de siglo casi todas las familias poseían animales, por lo que existía una organización social para atender las cabañas ganaderas.
Antiguamente, el bosque de roble debía ocupar grandes extensiones de terreno. Esto propiciaba la abundancia de lobos, animales muy temidos por todos, especialmente por los pastores que, con frecuencia, eran niños de muy corta edad. Se utilizaba el fuego para ahuyentarlos y tenemos noticias de que los pastores se avisaban, entre ellos, de su presencia mediante el toque del cuerno.
Hay otro relato que habla de un pastor que se mofaba de los demás gritando ¡Al lobo! ¡Que viene el lobo! y, cuando acudían el resto de los pastores, se reía de todos diciéndoles que era mentira, hasta que una vez ocurrió de veras, pero entonces ya nadie le creyó.
Con la desaparición del bosque se extinguieron prácticamente los lobos, pero aún quedaban zorros. Cuando alguien mataba un zorro se colgaba el animal de un palo y se iba gritando por el pueblo: ¡El aguilando la zorra! El cazador era obsequiado con huevos y otras viandas.
Otro aspecto de la tradición oral de Robledo es la presencia del conocido romance de "La Loba Parda" cuya versión recopilada dice así:
En el alto de aquel cerro
hay un pastor asentado,
hiciéndose una zamarra
para guardar su ganado.
Siete lobos vio venir
y una loba desfrenada,
a coger una borrega
que era hija de la blanca
sobrina de la (?)
cuñada de la calzada
que la tenían sus padres
para el día de la Pascua.
¡Arriba perros con yerros!
¡Arriba perra guardiana!
Si me coges la borrega
tienes la vida doblada.
No me mates pastorcito
por la Virgen Soberana,
ahí tienes ya tu borrega
sin faltarle una tajada.
Ya no quiero mi borrega
de tu boca ya fateada,
lo que quiero es tu pellica
para hacerme una zamarra,
de tus orejitas guantes
de esos que gastan las damas,
de tus patitas correitas
para atarme bien las bragas.
En un término del pueblo conocido por "Los Pajarones" existe aún una cruz de piedras en el suelo que, según la tradición, recuerda a un hombre que fue comido por los lobos.
COMENTARIO
Son muy comunes los relatos sobre hombres-lobo en Europa. En la Península Ibérica se han recopilado y analizado versiones, especialmente en el Noroeste-Galicia (1), Extremadura y Norte de Portugal, también en Asturias y País Vasco, e incluso en América Meridional y Las Azores (2).
Parece ser que el tema tiene claros antecedentes en Grecia y Roma (3).
Normalmente los protagonistas de los relatos son hombres, pero existe al menos una versión documentada en que es una mujer la que se transforma (4). Históricamente la brujería se ha asociado más con el sexo femenino, mientras que la hechicería ha estado más compartida por ambos sexos.
En nuestro ejemplo el hombre se transforma en lobo-hechicero. Por un lado es capaz de mantener una vida convencional, mientras se encuentra en el espacio urbano y familiar, pero se transforma, tanto física como mentalmente, cuando aparece en la naturaleza. Cuando vuelve al espacio urbano está transformado de nuevo, pues solicita el reencuentro con el orden mental -la confesión-, pero la comunidad, una vez conocida su doble vida, le impide el regreso al colectivo por medio del representante del orden religioso -el cura- y llega a acabar con su vida.
El lobo en algunas culturas es símbolo del mal, del caos y de la destrucción (5). Desde una óptica religiosa se han asimilado algunas representaciones del lobo con el pecado (6). Este parece ser el sentido de nuestro relato.
También el zorro es considerado a veces como animal diabólico (7).
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NOTAS
(1) RISCO, Vicente: "Creencias populares gallegas. El lobishome", RDTP, T. I., CSIC, Madrid, 1944.
(2) Ver BLANCO GONZÁLEZ, Juan Francisco: Brujería y otros oficios populares de la magia, Salamanca, 1992, p. 272.
(3) BLANCO GONZÁLEZ, Juan Francisco: Op. cit., p. 270.
(4) En CAMARENA, Julio: "Cuentos Tradicionales de León", Madrid, D. P. de León y Seminario Menéndez Pidal, UCM, 1991, n.° 94. El cuento lleva por título "La muchacha lobo" aparece como el tipo número 409 en el Catálogo Tipológico del Cuento Folklórico Español, de Julio Camarena y Máxime Chevalier.
(5) CIRLOT, J. Eduardo: Diccionario de símbolos, Barcelona, 1988, pp. 279 y 280.
(6) LÓPEZ, Ricardo: Símbolos, Vigo, 1993 y ss.
(7) CARO BAROJA, Julio: El Carnaval, Madrid, 1986, p. 353.
Además de la transmisora de la leyenda, el romance "La Loba Parda" fue comunicado por Basilio Barrio Moreno, pastor que nació en Robledo de Corpes en 1935.