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Los dos documentos de donde vamos a extraer los topónimos a estudiar están contenidos en García-Murillo (1986,363-365), y son los siguientes:
DOCUMENTO Nº 1
Crónica árabe de Isa Ibm Ahmad Al Razi. Conservada en un manuscrito de la Real Biblioteca del Palacio de Rabat, en la que se da a conocer el itinerario seguido por las huestes musulmanas a la batalla de Simancas (939), destruyendo Olmedo.
FAY Y HUMAYD
Tal como encontramos este topónimo pensamos que se refiere a uno o dos antropónimos, señalando la alberguería, el lugar donde residían ambos señores o guerreros árabes.
HISN-ISKAR
Señala Alvarez (1968, 293) que se trata de una voz eúskara con el sentido de «arce» (madera dura y salpicada de manchas), sin embargo nosotros lo derivaríamos del ibérico, a través de dos raíces expuestas por Román del Cerro (1993, 214), desde Is, «río», y de kar, «piedra», no en vano podría coincidir el nacimiento de un río con la ubicación de este punto defensivo.
AL-QASARYN
Este topónimo ahora documentado como Alcazarén, posee la forma dual -ayn, compuesta sobre Alcázar, luego se trata de una denominación defensiva.
YIGAT
Esta forma medieval pasó a castellanizarse como Cega (1). Y ésta es una denominación difícil de explicar, quizá sea una abreviatura de «acequia», o tal vez se relacione con el río Cea, cuyo significado, para Corominas (1972II, 180) se podría emparentar con el langud. Chea, «hoyo», y no con caedes «corte de los árboles». De este modo se trataría de una designación hidronímica alusiva al lugar del nacimiento de dicho río, «un hoyo».
HISN BUSTIL ASIM
Se trata de una forma toponímica compuesta de al menos dos elementos, en primer lugar del árabe Hisn, indicativo de una «fortaleza», y quizá de un segundo que sea el nombre del poseedor o responsable de ese castillo: Bustil (2) Asín.
DOCUMENTO Nº 2
Hermandad entre los cabildos de Arévalo, Medina del Campo, Alba de Tormes y Olmedo (1265).
AREVALO
Mientras Alvarez (1968, 104) lo hace derivar del vasco ara, «valle», y del sufijo locativo vasco -toki, Tejero (1983, 56) 10 relaciona con el céltico aré-valón, «cerca del muro o barrera», y parece lo más acertado, pues cerca de esta localidad avileña se encontraban el pueblo de los arevacos, perteneciente a los celtas.
MEDINA [del Campo]
Medina es la forma árabe de denominar a una «ciudad» señalando el lugar donde se desarrollaba la actividad comercial. De ella dependían numerosos barrios y le daban seguridad diversos lugares fortificados.
ALVA [de Tormes]
La forma alba según Le Flamanc (1958, 17) viene del celta alega, «alta fuente», y Hoz (1963, 231) cree que la raíz *albh- relacionada con el latín albus, posee el valor de «río».
Afirma Llorente Maldonado (1962, 313) que en ligur tiene el sentido de «colina fortificada, castillo»; para Batisti (apud. Llorente Maldonado, 1962, 313) su filiación es mediterránea con el valor de «monte, roca»; para García Arias (1977, 43) es de origen prerromano como «monte, altura»; Solana (1992,34) lo califica de indoeuropeo, como «piedra, fortaleza».
OLMEDO
El nombre de Olmeda alude a una plantación de árboles, sin embargo el hecho de que aquí aparezca en género masculino, Olmedo, nos hace suponer que se trata de un antropónimo.
IGLESIA DEL OLMEDIEIA
Este topónimo, plenamente medieval, es indicativo del modo de formar un pueblo, en primer lugar aparecía un grupo de casas, aquí junto a una alameda pequeña, de ahí la forma diminutiva, y después se construía una iglesia, que poseía además de su función religiosa, la de servir de lo que conocemos hoy en día como «Ayuntamiento».
LAVAVIELLO
Esta forma debe relacionarse con Lavajo, que es una variante de Nava, étimo que deriva del indoeuropeo *nava, tiene en toponirnia el sentido de «llanura entre montañas, donde se concentra el agua», en este caso se refiere a terrenos idóneos para el desarrollo de la agricultura y la ganadería, especialmente como abrevadero de los ganados, generalmente útil, dado que se trata de charcas.
DON FIERRO
Debe aludir a un antropónimo, al dueño o tenente del lugar, dado que posee la forma de tratamiento de respeto Don. Si no apareciera la forma Don quizá podríamos relacionarlo con una herrería, y con la designación de su dueño.
ANDRES BOCA, Salina de
Una vez más nos encontramos ante un lugar denominado con el nombre de su propietario, aunque aquí Boca puede aludir a un defecto físico.
LA GLOSA
Morala (1984,59) emparenta el nombre gollon (León) con el gola castellano, que, a su vez, se relaciona con gollizo, «estrechura de un paraje», y por su parte Jiménez de Gregorio (1997 (1), 198) señala que Golín (Toledo) deriva de gola, «canalillo de agua». En otro lugar el propio Jiménez de Gregorio (1997 (2),556) explica Goloso (Madrid) como referente al «oso que se come la miel de los paneles». Otras posibilidades de explicar la forma Golosa son las de “lugar donde existe un nacimiento de agua”, o la «parte trasera de un castillo».
POZUEL DE GALLINAS
Si este Pozo de pequeñas dimensiones se ubicara entre rocas, se podría relacionar con gallo, y lo emparentaríamos con el celta canto «piedra», como señala Galmés
(1986, 33), o con galliul; gallur «alto, cerro, cuesta montañosa», como sugiere García Pérez (1988, 180n). Pero tal y como encontramos la forma Gallina lo debemos derivar del latín gallina, palabra que aparece al final de las enumeraciones en documentos antiguos, señalando la totalidad del ganado doméstico (Alvarez Maurín, 1993,266).
Designaría un pozo de agua que sólo es capaz de surtir al ganado doméstico, no siendo suficiente su agua para el riego.
GARCI FERRANDEZ
Estamos ante un lugar que posee el nombre de su dueño.
VAL ASARERO
Un primer acercamiento al topónimo nos lleva a relacionarlo con un zoónimo, el ansar (3), animal que se da en ríos, charcas, lagunas y lugares pantanosos. Sin embargo García Pérez (1988, 188) plantea otras dos hipótesis, o bien que Val Ansarero sea similar a Val de Fonsadero, aludiendo a un lugar donde se reunían los que iban al fonsado del rey, o tal vez que Ansarera denomine un estrechamiento del valle, siendo Ansarero parecido a Anchuela, Anquela...
CALABAZAS
Alvarez Maurín (1993,243) relaciona Calabazas con el preindoeuropeo *kala-/ *kara-/ *Garra-, cuyo significado sería el de «piedra», para después designar parajes caracterizados por su dureza. Después añade que en ocasiones puede tener el valor de «vasija», por aplicación metafórica de la planta a otros objetos de figura semejante. También es utilizado como nombre de persona.
CABANNAS
Cabañas es un vocablo aplicado en la Edad Media a las casillas toscas y rústicas hechas para recogerse los guardas y pastores, llegando a formar núcleos de población. Desde el latín capannellas se llega a Cabanillas por influjo mozárabe. Para González (1976 II, 295) este nombre indica el auge de la ganadería durante la época de repoblación. En Alvarez Maurín (1993, 304) se afirma que se trata de una palabra utilizada tanto con valor apelativo como de topónimo, restringido al escenario agrícola, lo que hace suponer que se trata de construcciones de escasos medios, probablemente destinados a guardar los aperos de labranza o para resguardarse en el campo, pero suficientemente sólidas para designar un punto de referencia, y convertirse en topónimo.
Dado que entre uno y otro documento han transcurrido trescientos años observamos una forma diferente de nombrar la realidad. Así, mientras que en el primero aparece un antropónimo árabe: Fay y Humayd, en el segundo los antropónimos son de raigambre castellana: Don Fierro, Andrés Boca, Garci Fernández. El mismo hecho sucede a la hora de nominar las fortalezas, en el de 939, predominan las formas árabes: Hisn-Bustil Asim, Hisn-Iskar, y en el de 1265 recuerdan un pasado prerromano, ya incorporado en el habla castellana: Arévalo. Así mismo los hidrónimos presentan la variación entre lo árabe: Yigat (= Cega), y lo romance, o incorporado a lo romance: Alba, Glosa, Pozuel.
Y el testimonio de 1265 amplía el campo de nominación hacia las construcciones, una de procedencia árabe: Medina, y dos de origen castellano: Iglesia del Olmediela, Cabannas, también son romances las formas referidas al arbolado: Olmedo, ya la zoonimia: Gallinas, Asarero.
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NOTAS
(1) Siguero (1997, 154) afirma que Cega se llama así por estar ubicado junto al río Cega.
(2) Topónimos como Bustos, Bustares...se refieren originariamente a la costumbre de obtener nuevos pastos, gracias a quemar extensiones de terreno pobladas de bosque y maleza, posteriormente busto pasó a significar “pasto”, y en la lengua común medieval significaba el “lugar apropiado para pastar los bueyes”.
(3) Señala Alvarez Maurín (1993, 265) que en documentos de los siglos XI y XII aparece como en latín clásico anser, “ganso”, o como en vulgar ansar, designando al ganso doméstico.
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