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Revista de Folklore número

210



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LA MUERTE EN EL REFRANERO

PANIZO RODRIGUEZ, Juliana

Publicado en el año 1998 en la Revista de Folklore número 210 - sumario >



Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor,
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí.
Cuando el corazón le di
puso en él este letrero:
que muero porque no muero.

(Santa Teresa de Jesús)

El Diccionario de la Real Academia define la muerte como "cesación o término de la vida".

Las paremias que inserto seguidamente han sido recopiladas en Valladolid y en algunos pueblos del partido judicial de Medina de Rioseco.

Ponen de manifiesto, fundamentalmente, los siguientes aspectos:


EL TEMOR A LA MUERTE

El más fuerte, teme a la muerte. Quien teme a la muerte, no goza la vida. Por mucho que el hombre viva, pésale la partida.

LA MUERTE ES INEVITABLE

Al fin y a la partida, la muerte triunfa sobre la vida. Pascua vendrá que no nos hallará. Hoy somos y mañana perecemos. Todo el que nace muere, sea lo que fuere. El amor y la muerte se apostaron a ser fuertes; el amor bien luchó, pero la muerte venció. Para la muerte no hay puerta cerrada ni casa fuerte.

LA MUERTE DEPENDE DE DIOS

A quien Dios ama. Dios le llama. Nadie se muere hasta que Dios quiere. Sólo Dios dijo a la muerte: ¿A dónde vas? Detente. Al final morir, y de la muerte en pos, lo que quiera Dios.

ASPECTOS POSITIVOS DE LA MUERTE

Muere y vivirás. La muerte es redentora. Morir es volver a vivir. Quien siempre piensa en la muerte, en Dios pensará siempre; y quien siempre piense en Dios, no será muy pecador. Un justo que morir bien quería, pensaba en la muerte siete veces al día. Al final, dejar lo eterno por lo temporal.

DESCONOCIMIENTO DEL LUGAR Y FECHA DE LA MUERTE

El morir es cierto; el cuándo, el cómo y el dónde, inciertos. Se sabe dónde se nace, pero no dónde se muere. La muerte siempre es traidora: no dice el día ni la hora.

SERENIDAD ANTE LA MUERTE

La muerte ni la temas ni la desees, ella viene cuando quiere. Quien piensa mucho en la muerte no la teme.

LA MUERTE EN ALGUNOS CASOS SE LLEVA A LOS MEJORES

Los buenos y los malos se están. A quien Dios quiere para sí, poco tiempo lo tiene aquí. Lo ido, lo más querido; lo quedado, lo menos amado.

IGUALDAD ANTE LA MUERTE

El pobre y el cardenal, todos van por un igual. El Papa y el monaguillo se van del mundo por el mismo portillo. Papas y sacristanes en siete pies de tierra caben. Muérese el rey y el Papa, y el duque, y el prior de Guadalupe. La muerte y el amor, igualadores son. La muerte es juez severo, que a todos mide por un rasero. La muerte y el sueño igualan al grande con el pequeño. Tan presto muere el rico como el mendigo.

OLVIDO DE LA MUERTE

En sana salud no se piensa en el ataúd. Para morir nacemos y tal vivimos, que parece que no lo sabemos. Piensa en que has de morir y lograrás bien vivir. Malo es el vivir de los que no piensan en morir.

OLVIDO DE LOS MUERTOS

Al cabo de un año no hay dolor por muerte que no está olvidado. Aún de los Papas y de los Reyes, pronta la memoria se pierde. A quien se muere lo entierran. El muerto al hoyo, y el vivo al bollo. Muertos y ausentados, casi nunca recordados. Muertos y ausentes no tienen amigos ni parientes.

Al final y a la partida, la muerte triunfa sobre la vida: Significa que la muerte es inevitable.

A todo hay remedio, sino a la muerte: Significa que la muerte es inevitable.

A la muerte no hay cosa fuerte.

Al morir no hay huir: Porque la muerte es inevitable.

A los buenos, Dios se los lleva, y los malos aquí se quedan: Las personas más enfermas tardan, a veces, mucho en morir y los que están bien, fallecen.

A quien Dios quiere para sí, poco tiempo lo tiene aquí: Denota que la muerte depende de la voluntad de Dios.

A quien muere estando bien harto, la muerte no le da espanto: Indica que para las personas a las que la vida trata duramente, la muerte es una liberación.

Al cabo de un año, no hay dolor por muerte que no esté olvidado.

A los diez días de enterrado ya el inolvidable está olvidado: Algunas personas se olvidan pronto de las que querían.

A quien se muere lo entierran: Indica la indiferencia de algunos después de la muerte de un ser querido.

Aún de los Papas y de los Reyes, pronto la memoria se pierde: Indica que después de la muerte su importancia se pierde.

¡Ay del que muere! que el vivo enseguida se apaña lo mejor que puede.

A quien Dios ama. Dios le llama: Visión cristiana ante la muerte.

Al fin morir; y de la muerte en pos, lo que quiera Dios: Indica que nosotros, después de muertos, dependemos de Dios.

Al final, dejar por lo eterno lo temporal: Se sobreentiende, detrás de «final», de la vida.

Bailaremos este San Juan; que el que viene Dios sabe quién lo bailará: Refrán que invita a disfrutar del momento presente.

Contra la muerte no hay remedio; pero la muerte es un remedio: La muerte es un remedio para las personas que sufren mucho.

Contra la muerte no hay ley, mata al Papa o mata al Rey.

Cosa mala nunca muere: Las personas que están enfermas o que no se portan debidamente tardan en morir.

Cada uno muere del mal que tiene: Normalmente, las personas fallecen del mal que padecen.

Después de muertos todos seremos iguales: Denota que la muerte es la gran igualadora.

Entierro, bautizo y boda compendian la vida toda: Indica tres acontecimientos que atañen a muchas personas.

El amor y la muerte se apostaron a ser fuertes; el amor bien luchó, pero la muerte venció: Indica que una muerte es más poderosa que el amor.

El morir es cierto, el cuándo, el cómo y el dónde, inciertos.

La muerte siempre es traidora; no dice el día ni la hora.

El pobre y el Cardenal todos van por un igual: Indica que todos son iguales ante la muerte.

El Papa y el zapatero ambos van por un rasero: Indica que son iguales a la hora de la muerte.

El Papa y el monaguillo se van del mundo por el mismo portillo: La muerte iguala a todos.

En sana salud no se piensa en el ataúd: Cuando estamos sanos no pensamos en la muerte.

El más fuerte teme la muerte: Refrán que pone de manifiesto el temor a la muerte.

El muerto, el ido, presto en olvido.

El día de alabanzas es víspera del día del olvido: Las alabanzas se refieren al día en que muere una persona.

El muerto en el cementerio y el fraile en el monasterio: Se sobreentiende «deben estar».

El muerto al hoyo; y el vivo, al bollo: Significa que después de la muerte de un ser querido sus familiares viven disfrutando como si nada hubiera ocurrido.

El que muere pobre y contento, se muere a tiempo.

Gente mala, vida larga: Algunas personas poco honradas viven muchos años.

Hoy somos y mañana perecemos: Denota la caducidad de nuestras vidas.

La muerte a nadie perdona.

La muerte no distingue entre pastores y reyes.

La muerte y el amor, igualadores son.

La muerte es juez tan severo, que a todos mide por un rasero.

La muerte es la gran igualadora.

La muerte y el sueño igualan al grande con el pequeño.

Los buenos se van y los malos se están: En algunas ocasiones mueren antes las personas que son más necesarias y disfrutan de salud.

Los buenos quiere Dios para sí, y los malos quedan acá.

Lo ido lo más querido; lo quedado, lo menos amado: En el momento de la muerte se piensa que esa persona era la mejor.

La muerte, ni la temas, ni la desees; ella viene cuando quiere: Denota que la muerte es inesperada.

La fortaleza, la muerte la desprecia.

La muerte menos temida da más vida: Indica que la persona que no teme a la muerte disfruta más de la vida.

Lo que el médico curar no puede, lo cura la muerte.

La muerte es el último remedio de nuestros males.

La muerte es redentora: Porque nos libera del sufrimiento y nos hace disfrutar las alegrías eternas.

Morir habemos, ya lo sabemos: Es un refrán que erróneamente se atribuyó a los trapenses.

Muerte cierta, hora incierta: Desconocemos cuándo moriremos.

Muérese el Rey y el Papa, y el Duque y el prior de Guadalupe: La muerte a todos iguala.

Malo es el vivir de los que no piensan en morir: Las personas que no piensan en la otra vida viven, algunas, desordenadamente.

Mal vive quien a morir no se apercibe.

Más penoso es a un rico morir que a un pobre vivir.

Muertos y ausentados casi nunca recordados: Indica lo poco agradecidas que son algunas personas.

Muertos y ausentes, no tienen amigos ni parientes: Indica la facilidad con que se olvida a ambas personas.

Muere y vivirás: El que muere, si en su vida se ha comportado bien, vivirá eternamente.

Morir es volver a vivir: «Vivir» en sentido sobrenatural.

Nadie del mundo se ha ido, hasta tener sus días cumplidos: Indica que nuestras vidas dependen de Dios.

Nacer es empezar a morir, y morir es empezar a nacer: Por el segundo «nacer» se sobreentiende «para la vida eterna».

Nadie se muere hasta que Dios no quiere: Indica que nuestra muerte depende de Dios.

Papas y sacristanes en siete pies de tierra caben: Indica que ambos son iguales ante la muerte.

Para morir nacemos, y tal vivimos, que parece que no lo sabemos.

Para morir nacemos y olvidado lo tenemos: Refrán que pone de manifiesto una gran verdad.

Piensa en la muerte y no te creerás tan fuerte.

Piensa en que has de morir y lograrás bien vivir: Por «bien vivir» se entiende «obrar con rectitud».

Para el último viaje, no es menester equipaje: Por «último viaje» se entiende «la muerte».

Pascua vendrá que no nos hallará: Indica que la muerte es segura.

Para la muerte no hay puerta cerrada ni casa fuerte: Porque todos moriremos.

Por mucho que el hombre viva, pésale la partida: Por «partida» se entiende «la muerte».

Paz a los muertos: Es el deseo común de las personas.

Quien piensa mucho en la muerte no la teme: Esto puede acontecer a algunas personas.

Quien teme la muerte, no goza la vida: Quien se obsesiona con la muerte no disfruta de la vida.

Quien siempre piensa en la muerte, en Dios pensará siempre; y quien siempre piensa en Dios, no será muy pecador.

Se sabe dónde se nace, pero no dónde se muere: Desconocemos el lugar donde moriremos.

Sólo Dios dijo a la muerte: "¿A dónde vas? Detente": Denota el poder de Dios sobre la muerte.

Si cada hora pensaras que puede ser la postrera, vivirías de otra manera: Por «postrera» se entiende «la última».

Todo el que nace, muere, sea lo que fuere: Indica que la muerte no depende de la condición social de la persona.

Tan presto muere el rico como el mendigo: La muerte lo iguala todo.

Un justo que morir bien quería, pensaba en la muerte siete veces al día.

Vase el tiempo como el viento, y viene la muerte, que no se siente: Refrán que denota la caducidad de la vida.



LA MUERTE EN EL REFRANERO

PANIZO RODRIGUEZ, Juliana

Publicado en el año 1998 en la Revista de Folklore número 210.

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