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Cristóbal es un pueblo situado en el balcón de dos sierras (la Sierra de Francia y la Sierra de Béjar). Este pueblo se halla a caballo entre el amplio valle de Sangusín al sureste, y al noroeste por la depresión de Santibáñez-San Esteban, por donde discurren el río Alagón y sus afluentes. Este pueblo situado entre las dos sierras es de especial interés paisajístico y de especial interés geológico.
La construcción del pueblo se hizo con piedra de granito, abundando los balcones y corredores de madera tan típicos de la Sierra.
Actualmente residen en este municipio alrededor de 230 habitantes, llegándose a triplicar este número en los meses estivales, ya que se produjo una emigración en masa alrededor de los años 50, a Salamanca, pero sobre todo a Francia.
Los únicos monumentos que se encuentran en dicho municipio son: la Iglesia parroquial de San Martín del siglo XVII, de influencia barroca. En el interior de dicha iglesia se han descubierto una cubierta y un artesonado mudéjar (situados en la Capilla Mayor) y algunos frescos que se han vuelto a tapar, ya que la Iglesia se encuentra en obras debido a que hace unos años cayó un rayo en la torre. En la citada torre, como ornamento, hay representadas cuatro figuras de lobos, por lo que a los cristobalenses también se les conoce con el nombre de "loberos" y cuya festividad es el 11 de noviembre. Otro monumento religioso es la Ermita del Humilladero, donde vive el Santo Cristo y cuya festividad se celebra el 14 de Septiembre.
TRADICIÓN DE LOS MAYORDOMOS
No existe más documentación sobre esta antiquísima tradición de los cristobalenses que la memoria de los más ancianos y de algunos que no lo son tanto, ya que la última vez que hubo Mayordomos fue en 1988; actualmente no se celebra. Si en algún momento existió algún documento en el que constara dicha tradición, éste fue consumido por las llamas que se produjeron en el Ayuntamiento, durante la Guerra Civil (1936-39).
La tradición de los Mayordomos, según la memoria de los más ancianos de Cristóbal, es algo que se pierde en la noche de los tiempos.
La tradición consistía en:
"Cualquier persona que lo desease o que hubiese hecho una promesa por una curación, en agradecimiento ante un nacimiento... al Santo Cristo podía ser Mayordomo durante las fiestas del Santo. Si por casualidad un año había dos personas que deseasen tal honor, se ponían de acuerdo y ese año era uno y al siguiente año era el otro. En caso de que no hubiese ninguna persona interesada en ser Mayordomo, el Ayuntamiento se hacía cargo de todos los gastos de la fiesta.
Dependiendo del nivel socio-económico de los Mayordomos, le mandaban confeccionar un traje bordado con hilo de oro al Cristo. Esos trajes se mandaban a hacer a los conventos de Clausura de Salamanca, donde las monjas los bordaban con mucho cariño y esmero. Si el Mayordomo tenía mucho dinero, le mandaban confeccionar al Cristo un traje completo (compuesto no sólo de la falda y la banda del pecho, sino también por dos estandartes en la cruz), siempre hecho todo con hilos de oro.
Los Mayordomos tenían el honor de llevar al Cristo en procesión por todas las calles, trasladando al Cristo desde la Ermita del Humilladero a la Iglesia.
El día posterior al 14 de Septiembre se celebraba el Ofertorio (donde el sacerdote pedía dinero para el Cristo) delante de la imagen del Cristo, en la puerta de la Iglesia donde se bailaban danzas charras, se vitoreaba al Santo Cristo y donde los devotos besaban los pies del Cristo y depositaban sus ofrendas.
Tanto la Ermita del Humilladero como la Iglesia de San Martín eran decoradas con elementos florales".
En otros tiempos esta festividad llegó a durar una semana.
Como la fiesta de los Mayordomos caía en muy mala fecha, debido a que los emigrantes en Septiembre no podían estar, se cambió de fecha los Mayordomos trasladándola a mediados del mes de Agosto, que es cuando se celebra la Fiesta del Emigrante.
Un vecino del pueblo compuso los versos que aparecen a continuación.
POEMA DEDICADO AL CRISTO BENDITO
Cristo del Humilladero,
regazo de nuestras penas,
¡tu nombre llevan tus hijos...
caminando por la Tierra!
¡En día tan señalado...
la alegría se hace inmensa;
todo el pueblo de Cristóbal
te proclama y reverencia!
Tú derramaste tu sangre
por librar del mal... la nuestra;
¡lo que a veces nos sonroja,
nos inquieta y... avergüenza!
Santo Dios, que nos escuchas
en la humildad de esta tierra.
¡Hoy te rogamos, SEÑOR,
que congracies las cosechas!
¡Que bendigas estos campos
de vacas, cabras y ovejas...
y, que nunca las desgracias
en las majadas sucedan!
Contemplando tu Figura
el Cielo se nos acerca
¡pues rendidos, a tus pies
nuestra vida es más "perfecta "
!Eres, TU, mayor tesoro,
que cualquier humano encuentra.
¡Eres Lux de este camino...
de abrojos y de quimeras!
Pues el Amor que nos tienes,
merece... correspondencia.
¡no permitas que el olvido...
extravíe, ..ni nos venza!
Este pueblo bien te quiere,
como esta ocasión demuestra,
por ello te rinde honores
dedicándote la fiesta.
Tú que venciste el Pecado
con tu Bondad y Grandeza...
Nuestros padres enseñaron
a llevarte en nuestras venas
con el cariño más grande
¡qué puede hallarse en la Tierra!
¡Cristo del Humilladero
que tus dolores silencias,
hoy te queremos decir:
que te sentimos muy cerca;
que la fe de los mayores
a seguirte nos enseña
Pues Contigo, ya tenemos...
la mejor de las "herencias "
! Eres: nuncio de la Aurora,
mansedumbre en la tormenta,
aroma de los jardines
que brotan en primavera.
Eres: nube venturosa
de agua purpúrea y fresca,
milagro de las espigas...
Con tanta algarabía:
esquila y campanas suenan;
sus ecos van galopando
por la Atmósfera disuelta.
Van, como perlas sonoras,
camino de las estrellas...
¡abrazando los espacios
que tus Poderes... gobiernan!
¡Cuánta dulzura y amor
se derrama en tu presencia;
llenando este magno día
de atenciones lisongeras!
¡Viva el pueblo de Cristóbal
y el motivo de la fiesta!
¡Que viva la Autoridad...
y el Párroco de la Iglesia!
Como podemos comprobar, se trata de un precioso poema en el que se pone de manifiesto la alegría y devoción del pueblo con vocativos y exclamaciones. Hay una petición al Cristo para que bendiga los campos y los animales. Y observamos también una alabanza y agradecimiento al Señor que dio su vida por redimirnos.
Nuestro sincero agradecimiento a los informantes: Celedonio López Luengo, Fausto López Luengo, Julia Sánchez de la Calle, Manuel López Luengo, Antonia García Luengo y a todos los cristobalenses que con su amabilidad han hecho posible la realización de este trabajo.