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El refranero de las tierras cacereñas hace de mayo un mes que invita a la holganza: Mayo fiestero, echa la rueca tras el humero o Mayo mayero, trabajo no quiero. «Mayo mangorrero» lo llamaba el maestro Gonzalo Correas en clara referencia a las mangas procesionales, todo un símbolo de las muchas celebraciones que tenían y tienen lugar por estos parajes de Extremadura. Los curtidos hombres del campo aún no han perdido la memoria de las populares fiestas del ramo que, cuando terminaban las labores postreras de cava en las viñas, ya entrado este mes primaveral, se prodigaban a lo largo y ancho de la región. Renombradas eran las de BAÑOS DE MONTEMAYOR. Al atardecer el último día de faena los labriegos de cada una de las fincas, con la azada al hombro, marchaban a casa de sus respectivos amos, siguiendo al gañán que portaba un ramo florido cortado de cualquier árbol. Durante el camino no cesaban los jijeos, ancestrales y belicosos gritos, ni las canciones alusivas a las labores terminadas o a la magnificiencia del dueño que a continuación había de invitarlos a escanciar el vino y a fumar el correspondiente puro:
Se han cavado las viñas
sin echar mantas,
porque’l amo y el ama
no las aguantan.
Viva el amo y el ama,
vivan las viñas,
vivan los cavadores
que las cautivan.
Con la añoranza de los viejos tiempos pasados, bueno será volver los ojos hacia un hoy que nos recrea el explendor de la naturaleza a través de las múltiples manifestaciones festivas. Y, puesto que mayo tiene principio, vayamos a ellas con parámetros diacrónicos.
El día Primero de Mayo CASAS DE DON ANTONIO celebra su romería de Santiago el Menor en la finca de Santiago Bencáliz, a tres kilómetros de la localidad, donde aseguran que estaba ubicada la antigua Sorore que cita el Itinerario de Antonino. En la misma fecha los habitantes de IBAHERNANDO llevan a la Virgen de la Jara, que desde dos domingos antes ha permanecido en la iglesia parroquial, hasta su ermita que se levanta a más de cinco kilómetros, en el paraje de Santa María. Hay misa, procesión alrededor del santuario y subasta de los banzos. Allí tienen cabida la música actual, las viejas tonadas y los bailes tradicionales, que sólo cesan para reponer fuerzas llenando la andorga a base de productos de la tierra. También en este primer día de mes Nuestra Señora del Río, a cuya ermita casi lamen las aguas del Tajo, es visitada por los vecinos de TALAVAN, que pasan la jornada en el más puro ambiente romero. Y en CABEZUELA DEL VALLE el destino de la gira es la ermita de San Felipe.
La fiesta del Primero de Mayo o Fiesta del Trabajo acercó a estos lares una sacralización de la misma, impuesta por medidas político-religiosas, que obligó a la celebración de San José Obrero. Aún hoy, perdida la vieja orientación, al esposo de María se le sigue procesionando en distintas poblaciones, como es el caso de AHIGAL, donde los mayordomos dan un piscolabis a todo el pueblo.
VALENCIA DE ALCÁNTARA ha asistido recientemente al resurgir de los mayos, una costumbre que se centra en la fabricación de muñecos de tamaño natural. Estas especies de «judas» o peleles, al decir de los estudiosos de las religiones, tienen sus orígenes en prácticas orientadas a la regeneración periódica de la naturaleza. La tradición valenciana del Primero de Mayo encuentra su paredro en la Fiesta de las mayas que se desarrolla el día tres en VALDEOBISPO. Las muchachas y mozuelas confeccionan algunos muñecos a partir de pucheros de barro que llenan de tierra, a los que sujetan varios palos para que sirvan de armazón. Les ponen una cabeza de trapo y les visten con ropas de niños, adornándolos con pendientes, collares y brazaletes hechos con cascarones de huevo y pétalos de mayera, alhajas que también lucen quienes participan en el festejo. Las mayas son paseadas sobre las cabezas de las jóvenes, que no cesan de cantar y de tocar tambores y panderetas. En distintos momentos grupos de muchachos les salen al encuentro y simulan atacar a la comitiva de mayeras con palos y piedras, lo que podría interpretarse como un vestigio de las viejas luchas rituales por las que se trataría de impedir la reinstauración del esplendor primaveral. Al atardecer las mayas son llevadas procesionalmente a las afueras del pueblo, y tras desnudarlas, se arrojan a alguna fuente o laguna entre llantos y lamentos.
Las Cruces de Mayo gozan de una amplia tradición por toda la provincia. En SERRADILLA ha sido corriente el adornar los zaguanes de las casas y colocar sobre una mesa dispuesta en el centro el crucifijo. Dependiendo del engalanamiento del patio, las cruces serán denominadas de mantilla, de manta o de cielo. Llegada la tarde el vecindario recorre los diferentes altarcillos.
Idéntica costumbre se constata en CECLAVIN, aunque aquí en el decorado de los zaguanes predominan los elementos vegetales. En VALENCIA DE ALCÁNTARA los jóvenes ataviados de traje local interpretan bailes típicos ante las artísticas cruces florales. Gran interés reviste igualmente la Cruz Bendita o la Cruz de Mayo que tiene lugar en ALCUESCAR. Distintas cruces se confeccionan en puertas y zaguanes por niñas, mozas o mujeres adultas. Quienes pasan a verlas depositan algunas monedas en las bandejas que se les presentan, al tiempo de salmodiarse la inequívoca cantinela: Una perra para la Cruz Bendita. El dinero se reparte luego entre quienes colaboraron en la preparación de la cruz o se entrega a la mayordoma de la Virgen del Rosario si la misma fue hecha por una promesa. Pero sin duda son las Cruces de Mayo de ARROYO DE LA LUZ las que gozan de una mayor popularización. También los zaguanes de las casas se constituyen en los marcos en los que se desarrollan estas peculiares manifestaciones. Paredes y techos se cubren de colchas, a las que se prenden cintas de tafetán. Por todos lados se cuelgan cuadros de santos, pequeñas pilas de agua bendita, pendientes, gargantillas, escapularios, rosarios y todo tipo de objetos religiosos. En los rincones del zaguán se disponen espejos de “curnicopia”. El suelo se halla completamente alfombrado de hierbas aromáticas, juncos y juncias. Ante las cruces las mozas, con traje de refajo o con pañuelos blancos cruzados al cuerpo, bailan, cantan los populares corros a ritmo de pandero y entonan las "Coplas de la Cruz de Mayo":
Por la Cruz de Mayo
me la ofreciste,
una muñeca rubia
y no me la diste.
Por la Cruz de Mayo
vamos a rosas;
¡ay de mí!, que me hallo
la más hermosa.
Por la Cruz de Mayo
vamos a lirios;
¡ay de mí!, que me hallo
los más floridos.
El día cuatro un jurado visita las cruces arroyanas, valorando tanto su ejecución como la animación que hay en torno a cada una de ellas. Los galardones son jugosos premios en metálico.
Todo apunta a que las cruces de Mayo en la provincia fueron el sustituto de los viejos árboles-mayos, a los que se vinculó con el culto a la fertilidad en todas sus dimensiones, que se levantaban en plazas y llanos en la última noche de abril, permaneciendo clavados hasta la postrera del mes siguiente. No debió costarle mucho a la iglesia el cambio de estas prácticas paganas recurriendo a una asociación del árbol y la cruz, como ya se constata en viejos documentos (sermonarios, estatutos de cofradías penitenciales...) en los que se refieren a ésta como "el bendito árbol de la Cruz". Pero ello no significó el total desarraigo de ciertas prácticas inherentes al árbol—mayo, que pasaron a tener su propia función en el ritual cristianizado. Un feliz ejemplo de cuanto decimos lo encontramos en BOHONAL DE IBOR, donde el levantamiento de su Cruz de Mayo participa de las mismas pautas que se siguen para "plantar" el mayo en cualquier punto de la geografía peninsular. Durante la tarde los quintos de la localidad, a los que no se les hace de mal encontrar ayudas en los amigos, acarrean hasta el parque, una vez pelados, los más altos chopos que localizan. El tamaño de los árboles, que deben traer a hombros, es el símbolo de la valía de los mozos del año en referencia a los quintos que les precedieron. Seguidamente comienza la construcción de la cruz, haciendo las pausas necesarias para escanciar el vino que cae a mano. La cruz será introducida en un profundo hoyo, consiguiéndose la elevación mediante el tiro de las sogas atadas a las aspas y utilizando carros, escaleras y otros artilugios. No se olvida el enramar los maderos, sujetándose la hojarasca con cuerdas y maromas. Junto a la cruz se enciende una gran hoguera que, llegada la noche, sólo es abandonada por los quintos para cantar las rondas. Al amanecer practican el arte de "robar" las flores de las macetas con el fin de decorar la cruz. Es el momento también en el que estos mozos, brocha en mano, pintan crucecitas de colores, una por cabeza, en las fachadas de las casas en las que moran mozuelas en edad de merecer y cruces entrecomilladas en las que viven solteronas a las que se les augura un difícil paso por la vicaría. Y como la fiesta es para todos, los escolares no dejan de confeccionar sus pequeñas cruces enramadas en el patio de la escuela.
CASAR DE PALOMERO celebra la Feria de la Cruz Bendita, teniendo la víspera velada en la ermita y, más tarde, verbena y fuegos artificiales en la plaza. El día tres está especialmente dedicado a los actos religiosos, interesantes por cierto, entre los que destaca la misa, la procesión con la Cruz bajo palio y la subasta para meter las andas en el santuario y subirlas hasta el camerino. Es feria igualmente en CORIA, donde en tal fecha se expone a la veneración de los fieles en la catedral su más preciada reliquia, un supuesto mantel que usara Cristo en la Ultima Cena, y en ALMOHARIN, en cuyo rodeo los ganados son objeto mercantil hasta el día cinco. Pero otras muchas poblaciones también encuentran en la Cruz de Mayo su disanto. Los mozos de AHIGAL aprovechan para coger el tamboril o, lo que es lo mismo, entran en quinta. Durante toda la jornada, que popularmente conocen como Día de la Cruz, no cesan en sus rondas, a las que asisten luciendo un rojo clavel en la solapa de la chaqueta y con el redoblante enramado de rosas y albahacas. En SAN MARTÍN DE TREVEJO llevan la Santa Cruz a la ermita, desarrollándose un tradicional ofertorio. La Cruz de Mayo o Cruz Bendita participa de algún tipo de atención devocional en VILLAMIEL, ARROYOMOLINOS DE LA VERA, MALPARTIDA DE PLASENCIA, PIORNAL, SANTA CRUZ DE LA SIERRA y ALDEACENTENERA. Otro tanto sucede en CARCABOSO, donde es costumbre cantar el Ramo de la Cruz Bendita, en el que no falta el recuerdo para el joven que lo porta:
El mozo que lleva el ramo
es un valiente goloso,
que se va a comer la rosca de este ramo tan hermoso.
TORNAVACAS lleva a buen término una romería hasta el Monte de la Cruz, siendo el Llano de la Cruz el lugar en el que se dice misa y en el que los peregrinos participan en toda una serie de juegos tradicionales. También en la noche víspera los lugareños han disfrutado en la Fiesta del Fuego. Durante los días precedentes tropeles de muchachos acarrean haces de leña que distribuyen en quince puntos estratégicos de la localidad, donde arderán las quince hogueras proyectadas. La que destaca por su magnitud es la que se enciende en la plaza de Santa María. Durante este festival ígneo toman especial protagonismo el baile, el canto, la comida y la bebida en torno a las llamas.
Junto a TORNAVACAS nos encontramos otras poblaciones en las que las romerías adquieren gran protagonismo en esta fecha. Tal es el caso de MIRABEL. Sus habitantes suben, incluso descalzos, hasta una cruz de hierro sita en la Sierra de los Canchos a depositar flores y a rezar una oración. En ABADÍA toma carta de naturaleza la romería del Cristo de la Bien Parada o Biemparada, del que dice la tradición que fue hallado flotando sobre las aguas del río Ambroz. MONTANCHEZ no olvida la gira de la Cruz de Mayo. Los vecinos de LOGROSAN festejan en el campo el Día de la Cruz o el Día del Huevo, nombre este último que deriva de ser un huevo cocido pintado de colorines el alimento insustituible de los romeros que se precien. Este acto festivo viene a ser el colofón a un novenario en honor al Cristo de las Angustias. GUADALUPE hace romería a la Magdalena Bendita y al Cristo de Mirabel en la ermita de Santa María Magdalena, a poco más de cinco kilómetros de la Puebla. La potenciación de los festejos corre a cargo de la Asociación de Romeros de Mirabel. Después de una diana floreada en la que abundan el aguardiente, el gloria, el café, las perrunillas y los almendrados, salen los romeros desde la plaza del Monasterio y, una vez llegados a la bella ermita mudejar del siglo XV, se celebra la misa, seguida de una procesión por los aledaños del oratorio. Luego se invita a un vino español y se participa en un animado baile. Ya atardecido se regresa al pueblo, que adquiere una nota colorista con la llegada de los Jinetes del Cristo de Mirabel. Nos queda por final ALDEACENTENERA y su gira de Nuestra Señora de los Santos, Virgen de la que cuenta la leyenda que fue encontrada por un vaquerillo entre unos espinos que habían florecido milagrosamente. En este día se trae procesionalmente la imagen a la iglesia y en ella permanecerá hasta últimos de mes, ejecutándose el tan conocido ritual de la puja de los banzos. Como a los aldeanos parece irles la marcha, el día cuatro vuelven a realizar otra salida campestre. Para el día seis deja CASATEJADA su animada romería de las Angustias.
Días antes o después, dependiendo donde caiga el primer domingo de mayo, se nos presenta otra avalancha de romerías primaverales, por lo general trasvasadas de fechas menos propicias para atraer al personal ávido de fiestas. Así sucede con las romerías del Día de la Madre, que en ZORITA vuelve a tener por marco el santuario de la Virgen de Fuente Santa y que en ALBALA se hace a la ermita de Nuestra Señora del Salor. Miles de personas venidas desde todos los puntos de la provincia se dan cita en la finca de Santa María, alrededor del santuario de la Virgen de la Vega, la patrona de MORALEJA, donde los devotos asisten a la misa y a la procesión, presencian o toman parte en la subasta de las andas y dan cuenta de las viandas que llevan en las bien repletas alforjas. Previamente Nuestra Señora de la Vega fue bajada hasta el pueblo, permaneciendo en él durante los días del novenario que se hace en su honor. Por tradición son las mujeres las únicas que se encargan de transportar la imagen durante los seis kilómetros que separan la ermita de la parroquia. A la llegada, la Virgen es recibida apoteósicamente, haciéndole el alcalde entrega del bastón de mando. Como excepción, en el último tramo las autoridades llevan sobre sus hombros las andas.
Multitudinaria resulta también la romería que CACERES hace a Nuestra Señora de la Montaña en la Sierra de la Mosca, luego de haber pasado doce días en la concatedral. En esta subida del primer domingo es despedida fervorosamente en los aledaños de la Fuente Concejo. Una vez llegada e introducida en el santuario, tareas que corresponden a los ochenta hermanos de carga de la cofradía, se celebra la misa, que concluirá al mediodía y será el punto de arranque para la fiesta propiamente romera. Cuando pardea y hay que dejar la Sierra los cacereños se acercan a musitar las postreras plegarias a una Virgen que nació a la devoción cuando, en el siglo XVI, Francisco Paniagua, natural de CASAS DE MILLAN, se retiró para hacer oración por aquellos vericuetos.
Con dos décadas de existencia cuenta la romería que en las tierras de BARQUILLA DE PINARES organiza la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Pantano de Rosarito. El lugar de encuentro es el monumento erigido a la Virgen de Guadalupe en un maravilloso paraje que tiene como fondo las vistas de la Sierra de Gredos. Hasta allí acuden los vecinos de TALAYUELA, PUEBLONUEVO DE MIRAMONTES, TIETAR, ROSALEJO, BARQUILLA DE PINARES y SANTA MARÍA DE LAS LOMAS, pudiendo participar todos ellos en el desfile de carrozas y en las degustaciones de cocido extremeño, gazpacho y café. ALMARAZ cambió su romería a la ermita de Rocamador, cuando ésta desapareció, por una fiesta en el pueblo el primer domingo de mayo en honor a esta Virgen cuya devoción vino importada de Francia.
También en este domingo de mayo HOLGUERA se desplaza hasta la ermita de la Virgen de Cabezón, el mismo sitio al que irán los habitantes de CAÑAVERAL una semana más tarde. Las dos localidades se disputaron la imagen mariana que asevera la tradición que se apareció entre los límites de ambas a un vaquero holguerano que trabajaba a soldada de un ganadero cañaveralense, hasta que Nuestra Señora se inclinó a favor de la segunda población. Para ello se manifestó mostrando en sus manos el pequeño fruto de una lima, en alusión a CAÑAVERAL DE LAS LIMAS, tal y como de antiguo se denominaba a este núcleo. La ermita fue erigida en el lugar del hallazgo, a la sombra de un viejo castillo templario, donde pueden rastrearse testimonios de cultos precristianos que posiblemente hayan trascendido a algunas ritualizaciones que en la actualidad se mantienen en las romerías, cuales son las procesiones alrededor de la ermita, las pujas votivas, las danzas y los bailes.
Cada cinco años CORIA acoge a su patrona la Virgen del Argeme, la que recibirá culto en la catedral por espacio de doce días. Cuando así ocurre las autoridades le dan la bienvenida y el alcalde coloca en sus manos el bastón de mando. Durante este tiempo se suceden los Rosarios de la Aurora, las preces marianas, las ofrendas de luminarias y los besamantos. En la tarde del primer domingo de su estancia se celebra una procesión por las calles de la ciudad y a las doce de la noche del sábado siguiente se le canta la Salve de las luces, El segundo domingo de mayo, a las doce de la mañana y tras proceder a la subasta de las andas para el camino, se traslada a Nuestra Señora al santuario, al que se llega tres horas más tarde. Sigue la procesión el mismo recorrido que, a la inversa, hiciera el gañán que encontró a la Virgen para comunicar el hallazgo. Quiere el pueblo que esta Nuestra Señora tomara el nombre del grito ¡Ara, Geme! que el buen hombre dirigió a la yunta frenada porque la reja había topado con el arca que contenía la imagen. No difieren los actuales actos de la romería de otros ya apuntados para distintos lugares: misa de campaña, procesión por los alrededores de la ermita y puja de las andas para introducir a Nuestra Señora en el santuario y para subirla al camerino. Cuando los corianos han dado cuenta de las suculentas viandas aún tienen ánimos para acudir a los toros que en esa tarde se celebran en el vecino anejo de PUEBLA DE ARGEME, que entre el sábado y el lunes vive sus fiestas patronales. A la misa solemne, en el primero de los días, en honor de la Virgen de Argeme le siguen en la jornada dominical los ya citados toros, los juegos infantiles, los deportes, la verbena y las vaquillas nocturnas, concluyendo el lunes con una popular romería al santuario de la patrona.
Suelen elegir los habitantes de CASAS DE MILLAN el segundo o el tercer domingo del mes para recorrer los siete kilómetros que los separan de la ermita de Nuestra Señora de Tebas, la antigua deidad que muestra huellas de haber sido ya un santuario mariano en época visigoda. Conserva esta Virgen una curiosa leyenda en la que se ha querido encontrar el significado a su enigmática advocación. ¿Te vas, Señora, te vas? le espetaba un niño cada vez que Nuestra Señora, después de pasar un rato a su lado, había de marcharse. La secular devoción a la Virgen de Tebas se hace patente en la masiva procesión alrededor de la ermita y en las cuantiosas cantidades a las que asciende la puja de las andas.
Es también el segundo domingo de mayo cuando MONTANCHEZ cumple con el ancestral voto que su ayuntamiento hiciera a la Virgen del Salor, a la que impetró la lluvia. Por este motivo, desde inmemoriales tiempos, los montanchegos acuden en romería hasta el santuario que se encuentra en la jurisdicción de TORREQUEMADA.
Una celebración muy distinta se desarrolla en esta misma fecha en CASAR DE CACERES. Se trata del Domingo de Animas. Los animeros, miembros de la Cofradía de las Animas, llevan a misa algunos panes para que sean bendecidos por el celebrante. A la salida de la iglesia reparten rebanadas a todos los asistentes. Los cofrades, por su parte, comen en casa del mayordomo.
El día 9 suele conmemorarse a San Gregorio Ostiense en diversos puntos de la provincia con cierta rumbosidad. A este santo medieval se le achaca un gran poder para destruir las plagas de langostas y a él debieron recurrir a menudo los habitantes de estas tierras, que en alguna ocasión buscaron la mayor efectividad trayendo incluso sus reliquias veneradas en Navarra. Cuando las plagas de los insectos ortópteros, de los que se dice que llevan escrita en sus alas la frase "Ira de Dios", asolaban los campos de CASAR DE CACERES los vecinos imploraban a San Gregorio de Ostia y éste escuchó su plegaria, razón por la que fue nombrado patrón de la localidad. En su honor se celebra novena por los buenos temporales y, el día de la fiesta, se le dice misa y se le saca en procesión. Tanto en los actos religiosos como en los propiamente bullangueros se pueden ver las mozas luciendo sus tradicionales atavíos.
BARRADO es otro pueblo que goza del patronazgo de San Gregorio. En la víspera tiene lugar una interesante y animada velada folklórica. Del día 9 merece destacarse el ramo, generalmente de acebo, que se lleva en la procesión y va en su totalidad revestido de roscas, caramelos y cintas de colores. En TORRECILLA DE LOS ANGELES también es San Gregorio fiesta patronal y en el transcurso de la misma hay que apuntar la interpretación de las jotas locales. Tampoco olvidan al de Ostia en PALOMERO, CABAÑAS DEL CASTILLO, RUANES y POZUELOS DE ZARZON. En LA GARGANTA esa tarde se va a merendar al Castañar del Lobo, donde el cura bendice los campos y las gentes bailan al son que marca el tamborilero. En MALPARTIDA DE PLASENCIA hay una ermita puesta bajo la advocación de San Gregorio, al que le dedican preces capaces de alejar las posibles tormentas y le cantan coplas de rogativas el día de la fiesta:
Divino Gregorio,
brillante lucero,
que el nueve de mayo
saludarte quiero.
Eres, San Gregorio,
humilde cordero,
y los labradores
todos te queremos.
Aquí en esta ermita,
por ser tu morada,
venimos a honrarte
vestidos de gala.
Queremos, Gregorio,
que nos des buen año;
danos agua y sol,
danos mucho grano.
Últimamente la fiesta ha ganado en popularidad y esplendor. Después de la misa solemne y de la procesión del Santo por las calles del barrio se procede a la subasta de ofrendas y, más tarde, a la degustación del convite que sirven los mayordomos. En el terreno lúdico llaman la atención los juegos infantiles y los bailes que se alargan hasta la madrugada.
BROZAS honra a San Gregorio, el domingo más próximo a su festividad, con una romería a la ermita que tiene dedicada junto a los baños que llevan su nombre. Es de suponer que nos encontremos ante un verdadero caso de sincretismo religioso mediante el cual San Gregorio Ostiense vino a sustituir a alguna divinidad precristiana adorada en esta fuente. La relación de San Gregorio con el agua se manifiesta tanto en su hagiografía como en los múltiples milagros que se le atribuyen a su intercesión. En el día campestre los brocenses disfrutan con los desfiles de carrozas y con los becerros que se tientan en la finca Caracino.
No debe extrañarnos que a un santo agropecuario, como es el caso de San Gregorio, le ronden algunas ferias. Son éstas las de ABERTURA, que se extienden del 9 al 11; las de POZUELO DE ZARZON, que van del 9 al 10; y las que entre el 10 y el 12 se desarrollan en NAVAS DEL MADROÑO.
Sin apenas respiro en el calendario festivo se nos presenta, el día 12, San Nereo, que es especialmente celebrado en CASAS DE DON GÓMEZ. Una jornada más tarde nos llega la Virgen de Fátima, cuya devoción, quizás por la cercanía con el país portugués, ha arraigado en la provincia. La hurdana alquería de EL CASTILLO, en el ayuntamiento de Pinofranqueado, y la fronteriza población de CEDILLO la tienen por patrona. Aquí la festejan el segundo domingo de mes. En HERRERA DE ALCÁNTARA hacen romería en su honor por las orillas del pantano de Cedillo. ACEHUCHE también suele dedicarle la correspondiente jira. Es en ZARZA DE MONTANCHEZ donde los festejos en torno a Nuestra Señora de Fátima, que no cesan hasta el domingo que sigue al día 13, alcanzan el máximo colorido. Los zarzeños llevan en procesión a la Virgen hasta una dehesa cercana, colocándola en el tronco de una encina, en cuyas inmediaciones tiene lugar los actos religiosos y lúdicos programados. Gran interés reviste la danza que denominan Jota del Cordón que un grupo de mozas ataviadas con la indumentaria típica interpretan ante la imagen de la Virgen. Consiste en ir trenzando sobre un palo vertical cintas de colores que cuelgan de lo alto del mismo y que, tomada una por cada joven, la mantienen agarradas mientras ejecutan los pasos coreográficos. A esta antigua danza, que cuenta con una amplia tradición en la provincia, le han adaptado en ZARZA DE MONTANCHEZ una letra que se canta mientras las cintas configuran las filigranas, repitiéndose cuando se vuelve sobre los pasos para deshacer el cordón:
Vamos a hacer el cordón
en honor de tanta fiesta;
las zarceñas la dedican
a toda la concurrencia.
Ya llegó la romería,
y vamos con ilusión
a animar esta fiesta
con nuestro humilde cordón.
A nuestra Virgen de Fátima,
patrona nuestra mayor,
le rendimos homenaje
con mucha vida y color.
A nadie escapa que San Isidro Labrador es el santo que en mayor número de localidades se festeja durante el mes de mayo en la provincia cacereña. En ello tiene mucho que ver el que distintas cámaras o hermandades agrarias lo hayan tomado por protector, acudiendo a él con rogativas, ofrendas, misas y novenas o triduos de los buenos temporales. La conocida imagen, que recuerda el más famoso episodio de la milagrosa vida de San Isidro, en la que un ángel conduce la yunta mientras permanece en oración, es la más procesionada en los pueblos cacereños. En AHIGAL se saca el día 15 y, una vez concluida la ronda, el sindicato del campo que regenta la mayordomía invita a los asistentes a vino y galletas de vainilla. Al mismo tiempo se desarrolla una importante feria ganadera a la que acuden tratantes de ésta y de otras provincias limítrofes. También MIAJADAS, entre el 13 y el 15, tiene su Feria de San Isidro, lo que acaece igualmente en MALPARTIDA DE CACERES. En esta última localidad el santo labrador es objeto de otros singulares festejos. El segundo sábado de mayo la imagen, colocada sobre un tractor, es acercada hasta el casco urbano desde la ermita de la dehesa boyal. Las gentes aguardan en La Cañada y a partir de aquí se lleva a hombros hasta la iglesia por unas calles engalanadas. En ningún momento del recorrido falta la compañía de los jinetes ni se deja de ver la presencia de las féminas que lucen la tradicional vestimenta. Compónese ésta de refajo de encajes y puntillas y adornada de lentejuelas, mandil con remate de puntilla, faltriquera bordada, pañuelo o pañoleta que va del mil colores hasta el "sandía" y las medias negras de lana caladas de espigas. A la llegada del santo al templo parroquial se dice la misa y se da comienzo al novenario. En la mañana de domingo se ejecuta un pasacalle en el que jóvenes y mayores, al ritmo de música, recorren el pueblo pidiendo limosna para el mantenimiento de la ermita. Al final de este paseo esperan los aperitivos a los que invita la cofradía. Habrá de llegarse a otro domingo para que San Isidro Labrador sea devuelto al santuario, celebrándose una particular romería en la que toman carta de naturaleza la subasta de ofrendas y el baile del cordón, en el que interviene un grupo de mozas vestidas con el apuntado traje típico.
Ya sea el día 15 o el domingo más inmediato a esta fecha nos toparemos con romerías a San Isidro en LOSAR DE LA VERA, GALISTEO, LA CUMBRE, ALIA, BERZOCANA, NAVEZUELAS, NAVALMORAL DE LA MATA y SAN MARTÍN DE TREVEJO, lugar este último donde hay procesión de animales a la ermita que se localiza en el lugar de Los Pajarillos. En VILLANUEVA DE LA VERA sale la víspera la Hermandad de San Isidro a dar un pasacalle que se cierra con el correspondiente convite. Al día siguiente hay procesión alrededor de la ermita, bendición de los campos, misa y ofrenda de productos y subasta de los mismos. El resto del día campestre transcurre entre bailes, juegos populares y comidas.
Festejan a San Isidro en VALENCIA DE ALCÁNTARA con diana floreada, misa en el parque de España y procesión con carrozas engalanadas y con jinetes vestidos con la clásica chaqueta corta de paño negro sin cuello y polainas de piel de cabra. La novillada y el baile acaban colmando las necesidades fiesteras de los valencianos en este día. En MOHEDA DE GATA San Isidro conjuga los actos religiosos (misa, procesión y subasta de "brazos" y "piernas") con los puramente recreativos. Lo mismo ocurre en ALDEA DE TRUJILLO, donde el santo fue nombrado patrono y las fiestas a él dedicadas se alargan durante varias jornadas. No olvidan tampoco al santo en GATA, SIERRA DE FUENTES, TALAYUELA, ARROLOBOS y TORREORGAZ.
Es el día 16 cuando CADALSO ensalza a San Ubaldo. Y, como toda celebración que se precia, este santo tiene su víspera. En ella se desarrolla la vela, consistente en bailes en la plaza a los sones de la gaita y el tamboril y en el encendido del capazo. Cuando el fuego se extingue principia la animada verbena. Los actos religiosos del día vienen marcados por la misa solemne y la procesión. En ésta, al llegar a la plaza, se ejecuta el tendido de la bandera ante la imagen del santo. La enseña es ondeada al ritmo de la peculiar música que interpreta el tamborilero. Un ingrediente consustancial a esta celebración patronal es la comida a base de carne tierna, ya que los agricultores aprovechan tales festejos para matar los primeros cabritos del año e invitar a los amigos y a los familiares que visitan la localidad.
Tres días más tarde, el 19, HERNÁN PÉREZ honra a Santa Prudencia, y en la misma comarca de la Sierra de Gata VILLAMIEL hace lo propio con San Pedro Celestino. Suelen los guritus recurrir en rogativa a su patrón, que nunca se ha negado al reclamo de la súplica. Antaño, cuando el santo remoloneaba, los paisanos no se las andaban con bromas y, puesto que la imagen tiene cabeza postiza, le quitaban la testa nueva y le ensartaban la deteriorada, y ello cuando no le colocaban con los ojos hacia las espaldas.
La búsqueda de emociones festivas nos acerca, el día 20, a CABAÑAS DEL CASTILLO, donde se venera a San Bernardino de Sena, y, el día 22, a SANTA CRUZ DE LA SIERRA, la histórica y típica localidad que se viste de gala para honrar a su patrona Santa Rita, siendo numerosos los devotos de la comarca de Trujillo que hasta aquí se acercan en tal fecha. El culto a la santa de Casia, abogada de lo imposible, en esta villa parece tener sus orígenes en la fundación del hoy arruinado convento de los agustinos. Actualmente su valiosa talla barroca, que se procesiona el día de la fiesta, se conserva en la iglesia de la Santa Vera Cruz.
Buenos son los finales de mayo para los encuentros feriales, que cada vez tienen menos de ganadero y más de festivo. He aquí las ferias de ROBLEDILLO DE TRUJILLO (del 19 al 21), VALDEOBISPO (el 19 y el 20), CAÑAVERAL (el 20 y el 21), IBAHERNANDO (el 22 y el 23), TORREMOCHA (el 23), TEJEDA DE TIETAR (el 25 y el 26) y CACERES (la última semana). La capital cacereña en estas llamadas Ferias de San Fernando desarrolla una serie de actividades jaraneras y recreativas, entre las que no faltan los toros, las vaquillas del aguardiente, las verbenas, los conciertos, los deportes, los concursos y los desfiles de gigantes y cabezudos. Algunas fechas antes se suelen revivir las Fiestas Medievales con conciertos ambientados en la parte antigua, teatros de la época en las calles, torneos y toda una parafernalia que nos acerca a los tiempos de la reconquista de la ciudad. También TRUJILLO rememora siglos pasados si recorremos su incomparable plaza durante el Mercado Nacional del Queso que se celebra, sin días precisos, en este mes.
Dos romerías tienen a bien despedir el postrero domingo de mayo. SERRADILLA, como ya lo hicieran antes otras poblaciones cercanas, se desplaza masivamente hasta el santuario de Nuestra Señora de Monfragüe. Por su parte, CASTAÑAR DE IBOR hace la jira del Cristo de Avellaneda, trayéndonos el recuerdo del antiguo poblado, hoy desaparecido, que se alzaba a las faldas de la Sierra Vieja.
Una de las más simpáticas fiestas cacereñas, la de Las Flores, tiene lugar el último día del mes en la pequeña localidad de CASAS DE DON GÓMEZ. Intervienen en la misma doce jóvenes, las floreras, ataviadas de trajes típicos, cuya misión es la de transportar ramos de flores. Junto a ellas participan doce niñas, las serranas, vestidas de blanco, que tienen por principal cometido el recitado de unos versos. Por la mañana asisten a misa y con cánticos reciben al sacerdote, cánticos que vuelven a desgranar al término de la celebración eucarística:
Se acabó la Santa Misa,
ya nos podemos marchar;
a la tarde volveremos
este templo a visitar.
Y llegada la tarde floreras y serranas en doble fila marchan al ayuntamiento y, cantando, solicitan a las autoridades que se les unan y asistan a los festejos que siguen:
Todas juntas os pedimos
con mucho placer y amores
que ustedes nos acompañen
a la fiesta de Las Flores.
El ruego no se hace esperar. Las veinticuatro muchachas, a la que ahora siguen autoridades y pueblo en general, se dirigen a la casa del cura, a cuya puerta entonan la correspondiente cantata:
Con varias niñas venimos,
a esta puerta hemos llegado.
Tenga, usted, muy buenas tardes,
señor cura, bien hallado.
Venid, pastor de este pueblo,
venid a nuestro rebaño,
a echarnos la bendición,
y seguimos vuestros pasos.
Se encamina la comitiva, entonando todo un florilegio de canciones alusivas a la fiesta, a la iglesia de San Gabriel Arcángel.
Las coplas que allí se escuchan ilustran una ritualización que ya hemos visto en otras celebraciones cacereñas:
Aquí nos tenéis. Señor,
con todo el ayuntamiento,
a pediros la licencia
para entrar en vuestro templo.
Madre del Amor Hermoso,
con vuestra licencia entramos,
porque sin vuestra licencia
no seguiremos los pasos.
Ya estamos en vuestro templo
y en vuestra divina casa;
Virgen Santa de las Flores,
dadnos vuestro amor y gracia.
Tomemos agua bendita,
hombres, mujeres y niños,
que por el agua bendita
se perdonan los delitos.
Humildes y arrodilladas,
aquí estamos con fervor
a cantaros alabanzas
Virgen Santa del Amor.
Al ministro del Señor
ya quedamos en su casa;
le pedimos con fervor
que nos perdone las faltas.
Soberana Emperatriz,
Madre del Amor y Gracia,
aquí tienes a tus devotas
humilladas a tus plantas.
Sigue el rezo del rosario y, a la conclusión, las serranas de dos en dos pasan ante la imagen de la Virgen, a la que ofrecen un ramo de flores y le recitan unos emotivos versos. Cuando vuelven a donde se encuentran las floreras, éstas las reciben con una lluvia de pétalos de rosas. Nuevamente una canción pone las notas de la despedida:
Adiós, del Cielo Encanto,
delicia de mi amor;
adiós, oh Madre mía,
adiós, adiós, adiós.
La Ascensión, en la actualidad trasladada a domingo, es una de las llamadas "fiestas movibles”, ya que su celebración tenía lugar cuarenta días después de la Pascua de Resurrección. En consecuencia es una de las fiestas abonadas al mes de mayo. Por lo que respecta a la provincia, su situación en el calendario sirve de pauta para algunas otras fiestas, como es el caso de la que en JARANDILLA se le hace a la Virgen de Sopetrán, que se protagoniza el jueves anterior al de la Ascensión. Es objeto Nuestra Señora de la correspondiente novena en la ermita, donde cada día se cantan la mitad de los dieciséis himnos a ella dedicados. Estos y otros actos están promovidos por la Cofradía de Sopetrán, de la que se eligen cuatro mayordomos anuales que tienen entre sus cometidos los de servir graciosamente a la Virgen e invitar a los hermanos a limonada en la víspera de la fiesta. En esta misma jornada hay petición de roscas con los gigantes y cabezudos.
El día de la Virgen la imagen de Nuestra Señora de Sopetrán es traída desde la ermita a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Torre. El recorrido se anima por un grupo de jóvenes, en su totalidad vestidos de blanco, con cintas cosidas al traje, faja verde y pañuelo atado a la cabeza. Viene ejecutando la Danza de las lanzas, sin que en ningún momento dé la espalda a la talla de la Virgen. Tres son las variantes de esta danza: el paloteo, el pañuelo y la rosca. En la primera los danzantes chocan, cruzan y entrecruzan los palos que toman del cesto del zurronero, logrando con sus rápidos movimientos una bella coreografía. En la segunda variante los palos son sustituidos por los pañuelos que penden de la cintura de los danzantes. En la rosca cada bailarín sujeta una de las cintas que cuelgan de lo alto del mástil que un mozo sujeta verticalmente, tejiendo un cordón multicolor que forra el palo. Los danzantes se acompasan por los toques de sus castañuelas y por los sones que marcan la flauta y el tamboril.
Los actos religiosos de la mañana concluyen con la misa solemne. Para la tarde se dejan el rosario y el ofertorio. Las fiestas se completan con una serie de actividades sociales, recreativas y culturales: concursos, deportes, bailes, juegos, fuegos artificiales... La patrona jarandillana no volverá a su ermita hasta el domingo siguiente.
Otra fiesta movible por excelencia es la de Pascua de Pentecostés, en la que la Iglesia celebra la Venida del Espíritu Santo y que tiene lugar cincuenta días después de la Pascua de Resurrección. Fecha de romería es este domingo en la ermita de Monfragüe, a donde acuden los vecinos de MALPARTIDA DE PLASENCIA. Los de BROZAS se desplazan a la del Padre Eterno. El lunes tienen su gira los habitantes de VALVERDE DEL FRESNO al santuario del Espíritu Santo. Los lugareños de LA GARGANTA, a caballo o a pie, cruzan en este lunes la sierra por el alto de Peña Negra para acercarse al santuario de la Virgen del Castañar, ya en tierras salmantinas, en memoria de que su imagen se apareciese a un pastor de esta localidad en el año 1446. Una nota pintoresca la constituye el que los alcaldes de Béjar, de donde Nuestra Señora del Castañar es patrona, y de LA GARGANTA intercambian sus bastones de mando. Por la tarde, ya finalizados los actos religiosos y agotada la carne del cabrito o del cordero, regresan los papúos o garganteños a sus hogares por el mismo camino, saliéndoles al encuentro los que quedaron en el pueblo. ALDEANUEVA DE LA VERA, entre el domingo y el martes, celebra el Santísimo Cristo del Sepulcro, fiesta que también es conocida como Día de Pentecostés. Este Cristo yacente cuenta con dos artísticas urnas y es costumbre que mientras las fiestas sea trasladado con una pomposa ceremonia de una a otra. Durante la procesión del Sepulcro un grupo de danzantes, provistos de las correspondientes castañuelas, danzan de cara a la imagen. Visten de modo semejante a los danzantes de JARANDILLA y los bailes que ejecutan (paloteo y trenzado del cordón) participan de una gran similitud con aquéllos. Al término de la procesión se desarrolla el ofertorio, sin que tampoco los danzantes dejen de bailar en este momento.
No olvidamos la costumbre que HOLGUERA mantiene por Pascua de Pentecostés. Consiste la misma en sacar a San Roque el Mayor en procesión y meterlo en todas las casas, siendo “saludado" a la salida con una lluvia de confituras.
El domingo siguiente a Pentecostés, conocido como Domingo de la Santísima Trinidad, BELVIS DE MONROY hace fiesta con romería a Nuestra Señora del Berrocal, cuya devoción y ermita, que se encuentra a poco más de dos kilómetros de la población, se remontan a épocas medievales. Apunta Madoz que la citada romería fue instituida "en memoria de un fuerte pedrisco que hubo en tiempos remotos y asoló las cosechas, cuya desgracia se repitió el mismo día del año 1829". En esta fecha GUADALUPE lleva a buen término el voto popular a la Santísima Trinidad, por lo que hay misa y procesión vespertina con rezo del rosario en el barrio del Alamillo. Puesto que el voto lo contempla, a los actos religiosos debe acudir al menos un miembro de cada familia. La jornada se cierra con verbena. El lunes de la Santísima Trinidad en LA GARGANTA se bendicen los campos desde la iglesia de San Antón de la Redondilla.
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NOTA La tonada del Ramo fue recogida por Bonifacio Gil e insertada en su Cancionero Popular de Extremadura.