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La forma de construir pipas para dulzaina que describo a continuación es la que he visto realizar a mi padre, Mariano Contreras García, dulzainero de profesión, durante los casi veinte años que he estado acompañándole con el tambor, para amenizar las fiestas de los pueblos de Castilla y, especialmente, los de la provincia de Segovia, que es donde hemos nacido.
El material utilizado para la construcción de las pipas es la caña vegetal bien curada y seca. Una caña recién cortada en el cañaveral no sirve, pues se deforma al secarse. Las de mejor calidad son las de color amarillento; cuanto más amarilla sea, mejor calidad y robustez tienen las pipas. Las cañas de color claro, tirando a blanco, tienen menos consistencia y se rompen pronto.
El diámetro y grosor deben ser los suficientes para poder obtener de la pared de la caña, una tablilla del mismo ancho que la pipa y aproximadamente 2 mm. de grueso. Normalmente el grosor va ligado al diámetro, de tal forma que cuanto mayor es el diámetro, mayor es el grosor de la pared de la caña.
Teniendo en cuenta esto último, y como información orientativa, las cañas que se utilizan son las que tienen un diámetro superior a 25 mm. (Ver figura 1.) Otro tipo de caña con la que posiblemente se obtengan buenos resultados, es el bambú, por su mayor consistencia y dureza que la caña vegetal; pero este material hasta la fecha.no se ha probado, en parte por su escasez y en parte por su mayor dificultad a la hora de trabajarlo.
Los útiles y materiales usados para construir las pipas son:
-Un cuchillo o navaja perfectamente afilado.
-Un recipiente ancho con agua para remojar las cañas.
Unas tijeras.
-Cabo o bramante untado ligeramente con pez.
-Pequeños trozos de madera para construir los soportes.
-Papel de periódico.
-Una piedra de afilar plana de grano fino.
-Y, por supuesto, la caña vegetal.
Todas las medidas que se indican, están expresadas en milímetros y son orientativas. (Ver figura 2.) Sólo pretenden dar una idea aproximada de tamaño, ya que las pipas, debido a su construcción manual, están sometidas a muchas variaciones en cuanto a la exactitud de las medidas.
El fin principal a conseguir de las pipas es su sonido y éste se obtiene del afinado que se indica más adelante.
Una vez expuesto el tipo y características del material y los útiles usados, paso a describir el proceso de construcción.
1. Limpieza de la caña.
Después de seleccionar la caña seca, teniendo en cuenta lo que hasta ahora se ha indicado, limpiarla de todas las ramas y hojas que contenga, a fin de observar su estado y seleccionar el tramo de la caña que más nos interesa.
2. Preparación de la tablilla.
Cortar un tubo de caña de 80 mm. de un tramo que no tenga nudos.
Dar un corte tangencial a la circunferencia interior y a lo largo del tubo, para obtener una tablilla de lados curvos, tal como se ve en la figura 3.
Labrar con el cuchillo cada uno de los lados curvos de la tablilla hasta conseguir que su superficie sea plana.
Eliminar las muescas dejadas por los cortes del cuchillo frotando cada lado de la tablilla contra la piedra de afilar, hasta que sus superficies sean perfectamente lisas, sin ningún hueco. (Ver figura 4.)
Las muescas también se pueden eliminar raspando a lo largo de la tablilla con el corte de un cristal.
3. Remojo de la tablilla.
Meter la tablilla en un recipiente con agua hasta que se empape bien. Si fuera necesario colocar un objeto pesado encima para que se hunda.
El tiempo que debe estar en agua es de un día y medio; aunque este tiempo se puede reducir considerablemente si se introduce la tablilla en agua cociendo durante 15 minutos.
Esta operación se realiza para obtener que la tablilla seca y rígida se transforme en flexible y se pueda moldear con más facilidad sin peligro de que se rompa o astille.
4. Doblar la tablilla.
Dividir la tablilla en dos mitades iguales de 40 mm. haciendo una incisión con el cuchillo en la parte central de una de sus caras y sin llegar a producir el corte total. (Ver figura 4.) Doblar hacia sí las dos mitades y hacerlas coincidir. (Ver figura 5.)
Es muy importante tener en cuenta en estas dos últimas operaciones que el corte no debe ser total y que el doblez debe hacerse hacia el lado contrario de donde se ha efectuado el corte. Con ello conseguimos tener un eje de giro y fijación entre las dos mitades durante el resto de las operaciones.
A partir de ahora cada una de las dos mitades la llamaremos lengüeta.
Producir un corte total a ambos lados de las lengüetas dobladas hacia sí y obtener dos lengüetas de forma trapezoidal, tal como puede verse en la figura 5.
5. Soporte.
El soporte consiste simplemente en un cilindro de madera de las mismas dimensiones que el tubo del tudel en el que encaja la pipa. Su misión es dar robustez a la pipa durante su construcción y formar el hueco interno donde se alojará el tudel. (Ver figura 2)
6. Atado.
Colocar el soporte entre las dos lengüetas por la parte más estrecha de las mismas y atar con el cabo las dos lengüetas al soporte. (Ver figura 6)
La forma de efectuar el atado consiste en dar cuatro o cinco vueltas con el cabo para sujetar las lengüetas ligeramente al soporte, y el resto, hasta aproximadamente 20 vueltas, fuertemente para conseguir que la parte inferior de cada lengüeta se arquee y rodee al soporte en toda la superficie, a fin de crear el hueco donde luego encajará el tudel. (Ver figura 7.)
Al arquearse las lengüetas por su parte inferior suelen aparecer grietas en esta zona. (Ver figura 8.) Si estas grietas son muy grandes, es síntoma de que no se ha remojado bien la tablilla.
El atado con cabo cumple dos funciones principalmente: dar sujeción y forma a la pipa y tapar las posibles fugas de aire que por esta zona pudieran ocurrir. Las fugas de aire que aparezcan por las grietas o por cualquier otro motivo se tapan fácilmente con papel de periódico mojado.
7. Rebajar el espesor de las lengüetas.
Una vez atada la pipa se procede a rebajar el espesor de las dos lengüetas por su parte superior. Para efectuarlo, se van cortando con el cuchillo poco a poco astillas hasta conseguir un espesor de entre 0,5 y 1 mm. en los 15 mm. superiores de cada lengüeta. (Ver figura 7.) " Rebajar el :1' espesor de las lengüetas
Esta operación también se puede efectuar, apretando con un dedo en una lengüeta y frotando la otra contra la piedra de afilar, hasta conseguir el espesor deseado.
Para igualar la parte superior de las lengüetas se cortan éstas con unas tijeras. (Ver figura 8.) y se introduce entre ellas un pequeño separador o astilla de madera que las mantiene separadas una de otra.
En estas condiciones, con el soporte y el separador introducidos, se guarda hasta que se seque por completo.
8. Afinado.
Una vez que la pipa ha tomado la forma definitiva al secarse, se procede a probar su sonido y a realizar su afinado.
Para hacer sonar la pipa, se sacan de su sitio el separador y el soporte y se introduce en la boca, humedeciendo ambas lengüetas con saliva. Se da un soplido de aire fuerte y continuado durante dos o tres segundos, apretando fuertemente con los labios en la parte gruesa de la pipa inmediatamente anterior al atado y dejando que vibren libremente las lengüetas en la boca.
En estas condiciones, será necesario echar mucho aire para hacer sonar la pipa y el sonido que obtengamos será muy grave.
El afinado consiste en obtener de la pipa el sonido más óptimo con el mínimo esfuerzo. Para ello será necesario conjugar tres factores principalmente, aparte del gusto personal de cada dulzainero. Estos tres factores son: el tono del sonido, la cantidad de aire y la duración de la pipa.
El tono del sonido se regula modificando la longitud de las lengüetas; así, con lengüetas largas el sonido que se obtiene es grave y con lengüetas cortas el sonido es agudo.
La cantidad de aire se regula modificando el grosor de las lengüetas; así con lengüetas gruesas se necesita echar mucho aire para hacer sonar la pipa y con lengüetas finas el aire que se necesita es menor.
La duración de la pipa está en función lógicamente del grosor de las lengüetas, de tal forma que a medida que el grosor disminuye, aumenta el riesgo de rotura de la pipa. Así que, teniendo en cuenta estos factores, si el sonido que obtenemos de la pipa es grave, cortaremos las lengüetas con unas tijeras como se indica en la figura 9 y si necesitamos echar mucho aire para hacerla sonar, rebajaremos el grosor de las lengüetas frotando cada una de ellas contra la piedra de afilar, como se indica en el punto 7, pero sin hacerlo excesivamente porque corremos el riesgo de que la pipa se rompa a las pocas horas de tocar .
El afinado óptimo, como se comprenderá, no es fácil de explicar con palabras, pues por un lado lo da el oído de cada dulzainero y por otro la experiencia a la hora de conjugar los tres factores que antes se citan. Todo ello, unido a la construcción manual de las pipas, colabora en la dificultad de expresar el afinado en términos exactos.
Espero que estas notas que he explicado puedan servir de utilidad a las personas que se sientan interesadas en la construcción de pipas para dulzaina.