Revista de Folklore • 500 números

Fundación Joaquín Díaz

Si desea contactar con la Revista de Foklore puede hacerlo desde la sección de contacto de la Fundación Joaquín Díaz >

Búsqueda por: autor, título, año o número de revista *
* Es válido cualquier término del nombre/apellido del autor, del título del artículo y del número de revista o año.

Revista de Folklore número

117



Esta visualización es solo del texto del artículo.
Puede leer el artículo completo descargando la revista en formato PDF

ACEÑAS EN BADILLA DE SAYAGO (1751-1988)

MARTÍN FERRERO, Mª Angeles

Publicado en el año 1990 en la Revista de Folklore número 117 - sumario >



Badilla, pequeño lugar de la comarca zamorana de Sayago dependiente del municipio de Fariza, del cual dista tres kilómetros, está situado en la frontera portuguesa, frente a Miranda do Douro, y entre los municipios de Torregamones, Argañín, Fariza y Cozcurrita. Es en esta localidad de Badilla donde centro el estudio sobre los «molinos» y aceñas. Hago esta distinción no porque sean diferentes, puesto que Aceña es un molino movido por agua, sino que esta diferencia en la denominación, es la que dan los naturales de la zona y los estudiosos -a lo largo de la historia- dependiendo de su localización.

Si nos pusiéramos a estudiar el mapa topográfico nacional número 395, a escala 1:50.000 del Instituto Geográfico Nacional -llamado Muga de Sayago- y cuya segunda edición es de 1965, en el término de Badilla, veríamos que aparecen señalados ocho molinos y dos aceñas. Los molinos se encuentran en el Arroyo del Mimbrero, mientras que las aceñas están situadas en el río Duero, en la zona denominada Arribas -cerca del Embarcadero- frente a Miranda (ver mapa topográfico).

Comienzo el trabajo con El Catastro del Marqués de la Ensenada (1751), en él, aparecen seis molinos en la Ribera, que muelen con una muela y dependían del agua de lluvia para poderlos utilizar, pues tendremos que decir que el Arroyo del Mimbrero, es de aguas intermitentes. Estos «molinos» molían un mes al año y cada uno de ellos, daba de útil a su dueño cuatro fanegas de centeno. En el Libro de Respuestas Generales del citado Catastro, aparecen los nombres de los propietarios: Molino Ambroja (Alonso Simón), Molino Valmuyado (Juan Ramos), Molino Pachón (Manuel Prieto), Molino Ribera de Arriba o Matarranas (Manuel Bartol, que era tutor de la menor María Ramos), Molino Carrizo (Francisco Ferrero) y Molino Cabildo (Juan Carrasco). Como podemos observar, eran todos de propiedad particular y concretamente cada uno de ellos pertenecía a un solo señor. Es importante resaltar esto, pues en la actualidad -como veremos más adelante- son varios sus propietarios.

Volviendo al Catastro del Marqués de la Ensenada, aparece una sola Aceña que está situada en el río Duero y muele dos meses al año con tan solo una muela. El hecho de su situación hace que pertenezca por igual a España y Portugal, cosa que apreciamos al ver el nombre de sus dueños: D. Manuel Marcos (vecino de Palaçoulo, reino de Portugal) y D. Antonio Vicente (capellán de las Religiosas Agustinas Recoletas de la villa de Vitigudino en Salamanca). Esta aceña les daba de beneficio a cada uno cuatrocientos sesenta reales.

Si pasamos a la segunda mitad del siglo XVIII -concretamente en 1790- apreciamos en los Protocolos (en una compra-venta), un nuevo molino denominado Molino Ribera de Abajo o Molino de la Raya. Se encuentra en el límite de los pueblos de Badilla y Cozcurrita. El citado molino no pertenece a un solo dueño, sino que existe una división en cuartos vendiéndose en esa forma media parte de un cuarto de molino. Ya el beneficio del molino no se da en fanegas de centeno, sino en reales vellón, siendo en este caso de 226 rs.

En otro Protocolo de 1794, se vende una parte de Aceña en el río Duero y que «está por bajo de la Aceña Nueva» (1), esta última nos era desconocida. A partir de ahora, la Aceña que nos aparecía en 1751 se denominará siempre Aceña de Abajo.

En el siglo XIX, Madoz (1847) no cita ningún molino ni aceña, y en 1884, Gómez Carabias -respecto a los molinos harineros- sólo cita cuatro (Cabildo, Ambroja, Matarranas, Valmoyado). Es extraño que dicho autor no se molestase en preguntar si solamente eran los molinos o había más en el citado lugar, ya que supongo que posiblemente no llegase a visitar el pueblo, pues los molinos que cita están en la parte de arriba del Arroyo del Mimbrero -yendo hacia Torregamones- mientras que olvida los situados en el mismo «casco» del pueblo como son: Molino Carrizo, Molino Pachón y también el situado en la linde del término con Cozcurrita (Molino de la Raya). Tampoco Gómez Carabias cita ninguna Aceña en Badilla. Todo ello me hace suponer que no visitó la localidad para su estudio y le dieran la información.

A comienzos del siglo XX, en 1929 -en los Protocolos- aparece un nuevo molino denominado Molino Caballero, propiedad de Angel Ballesteros y que estaba en la raya o linde de Badilla con los pueblos de Torregamones y Argañín.

En el libro que edita en 1935 la Cámara de Comercio e Industria de Zamora titulado «Zamora, 1934» se dice que la mayor parte de los molinos de la provincia eran de piedra y que algunos eran sólo trituradores, sin aparatos de limpia y clasificación. Cosa que se cumple en los molinos del pueblo que estudiamos, pero no debía darse en las aceñas que, según las personas encuestadas, poseían limpia.

Llama la atención que autores como Olmedo (1903) no citase los molinos y tampoco lo hiciera en 1924 Ricardo Ballesteros al hablar de Badilla. En 1946 se hace un «Mapa Nacional de Abastecimientos del Partido Judicial de Bermillo», en el que tampoco aparecen los molinos y las aceñas. Igualmente son ignorados en el diccionario que Arcos de las Salinas publica en 1957.

En 1986 las Aceñas han desaparecido y según un vecino del lugar -Manuel Ferrero Martín- la Aceña Nueva aún funcionaba a mediados de este siglo, dato que se corrobora con el Mapa Topográfico Nacional que como vimos era de 1965. Respecto a los molinos sitos en la Ribera -como llaman los lugareños al Arroyo del Mimbrero- algunos han desaparecido: Molino de la Raya, Molino Caballero y Molino Ambroja. La piedra de los primeros se la llevaron para la fábrica harinera de Torregamones (según me indicaron). El Molino Caballero fue quizás el más avanzado de todos ellos, pues de moler por la fuerza hidráulica pasó al gasóleo y posteriormente a electricidad. Este molino dejó de funcionar hace aproximadamente veintiocho años, época en que también dejaron de hacerlo el Molino de la Raya y Molino Valmuyado (del cual aún hoy existe el edificio). El Molino Matarranas también lo hizo tan sólo hace ocho años.

Los restantes: Molino Cabildo, Molino Carrizo y Molino Pachón, todos ellos, muelen actualmente.

Cada molino pertenece hoy día a varias personas, como dijimos en un principio. No se sabe si en algún momento uno de ellos haya sido comunal, pues Badilla es un pueblo con características comunales. Los propietarios eran gente del pueblo o pueblos colindantes -según las épocas-; actualmente, todos son del pueblo. El uso del molino se regulaba por maravedíes y blancas. Un molino se corresponde con cuatro cuartos, estos cuatro cuartos con ocho ochavas, que son iguales a dieciséis maravedíes y estos maravedíes se corresponden con treinta y dos blancas. Estas diferentes medidas son las que utilizaban a la hora de vender o comprar parte de un molino.

Respecto al derecho de moler, en Molino Pachón: «se reparte el tiempo con la parte del molino hasta terminar las primeras vueltas...» «Si has terminado de moler y hay uno que necesita, se le dejan los días» (Manuel Ferrero Martín). Un maravedí de molino corresponde a un día de molienda, y de igual forma, una blanca es medio día. El número de días depende del agua que tenga la Ribera, y si el molino necesitara reparación se hace también a partes iguales.

En los molinos Carrizo y Cabildo, depende de la parte de molino que se posea para que se muela más días o menos. Si hay que arreglarlo, se rigen de igual forma.

Según me explicó el citado Manuel Ferrero, por la molienda no se cobraba nada en los molinos, pues cada uno molía lo suyo. Los de los pueblos cercanos y los de Badilla que no poseían molino, iban a la «fábrica» o «Aceña Nueva» -que pertenecía a Angel Ballesteros- o bien a la «Aceña Vieja» o de «Portugal» (la llamada Aceña de Abajo). En las Aceñas esta molienda se cobraba en especies, por cuartillos. Cada saco eran cuatro ochavas, pero no recordaba -y no pude encontrar quién lo supiera- cuántos cuartillos tenía una ochava.

El peso de una ochava dependía del tipo de grano: centeno (21 Kg.), cebada (de 18 a 19 Kgs. según la variedad) y de trigo (de 22 a 22 1/2 Kgs. según la variedad). Y todo lo que se molía, era destinado a piensos.

El edificio de todos ellos era de mampostería de granito, cubierto con tejas, bajo las cuales aparece un techo de «ripios» (escobas...). Estaban situados en el arroyo y poseían una presa para embalsar el agua, después -por una compuerta- penetraba el agua hacia el rodezno y de esa forma, comenzaba a moverse el molino y se podía moler. El agua, después de pasar por el rodezno, volvía a la ribera.

El molino está formado por las siguientes partes:

Muela.-Constituida por dos piedras circulares de grandes dimensiones, denominadas: volandera (la de arriba) y solera o cama (la de abajo).

Tolva.-Lugar donde se echa el grano para moler y que en estos casos es de madera.

Canaleja.-Especie de caja de madera que dependiendo de la abertura que le demos caerá mayor o menor cantidad de grano en las piedras.

Fornal.-Lugar tallado en la piedra donde cae la harina o el salvado.

Y también, junto a la muela, hay una tuerca que es la que hace que la distancia entre una y otra piedra sea mayor o menor, dependiendo del grosor que queramos darle a la harina (ver esquema de un molino).

Una o dos veces al año, los dueños del molino deben picar las piedras (volandera y cama). Estas piedras tienen 32 radios o «estaciones», que se corresponden con las partes de un molino, pues cada radio o «estación» es igual a una blanca.

Para moler, se echa el grano en la TOLVA, de ahí pasa a la CANALEJA donde con una cuerda -que al final tiene una piedra para peso- se gradúa la caída del grano «para que no caiga demasiado ni quede escaso» .De la canaleja va al centro -en un agujero- de la PIEDRA VOLANDERA, que lo recoge poco a poco y lo van moliendo con la PIEDRA FIJA o CAMA. Ya molido, pasa al FORNAL (hoyo que aparece a un costado de la piedra).

____________
NOTAS:

1) Protocolos Sig. 8.734. A.H.P. de Zamora.

FULENTES INEDITAS:

PROTOCoLOS. A.H.P. de Zamora. Sig. 8.736 (pág. 160), Sig. 8.740 (pág. 121), Sig. 8.734 (pág. 103 y pág. 104).

CATASTRO MARQUES DE LA ENSENADA de Badilla 1751. Libro de Respuestas Generales. Sig. 135. A.H.P. de Zamora.

MAPA NACIONAL DE ABASTECIMIENTOS DEL PARTIDO JUDICIAL DE BERMILLO DE SAYAGO, 1946. A.H.P. de Zamora.

BIBLIOGRAFIA:

ARCOS DE LAS SALINAS: "Diccionario Geográfico de España", Ed. Movimiento. Madrid, 1957 (págs. 514-515).

BALLESTEROS ESCALENO, Ricardo: "Alma Sayaguesa". Gráficas Hermes. Zamora, 1982 (original 1924) (pág. 73).

MADOZ, Pascual: "Diccionario Geográfico, Histórico y Estadístico". Tomo II. Madrid, 1847.

GOMJEZ CARABIAS, Faustino: "Guía Psinóptica Estadístiro-Geográfica de la Provincia de Zamora". Zamora, 1884.

OLMEDO Y RODRIGUEZ, Felipe: "La Provincia de Zamora: Guía Geográfica, Histórico y Estadística de la misma". Imp. Castellana. Valladolid, 1903.

VV.AA.: "Zamora, 1934", Cámara Comercio e Industria de la Provincia de Zamora. Imp. Calamita. Zamora, 1935.

OTRAS PUBNTES:
MAPA TOPOGRAFICO NACIONAL número 395 (llamado Muga de Sayago) del Instituto Geográfico Nacional (2ª edición). Madrid, 1965.

ENCUESTA EN BADELLA (mayo 1986):

-Manuel Ferrero Martín (18 mayo 1986).
-Mateo Blanco Ferrero (enero 1990).



ACEÑAS EN BADILLA DE SAYAGO (1751-1988)

MARTÍN FERRERO, Mª Angeles

Publicado en el año 1990 en la Revista de Folklore número 117.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz