Por las calles de Madrid
se pasea un cebollero
que va vendiendo cebollas
para sacar el dinero.
-Señora la del balcón
¿da posada al cebollero?
-No está mi marido en casa
suba, suba el cebollero.
Se pone a hacer la cena,
dos perdices y un conejo;
las perdices para el ama,
el conejo el cebollero.
Se ponen a hacer la cama
por no dormir en el suelo;
El ama cayó de espaldas
de cabeza el cebollero.