El cura Perico tiene una criada
le cose y le lava y le hace la cama.
A la media noche llama a la criada
-Dame chocolate, -Yo no tengo agua.
-Sácala del pozo. -La soga no alcanza.
-Estírala un poco. -Ahora si que alcanza.
Y al brocal del pozo la picó una rana;
a los ocho meses la criada mala,
a los nueve meses la criada mala
y parió un curica con capa y sotana.
-Llévale al hospicio. -No me da la gana
que tengo dos tetas como dos campanas
que tengo más leche que el río trae agua.