Era la raposa, que cuando nieva y eso, pues claro
no encontraba comida, y ve en una peña puesto un
gavilán, así, va por detrás:
Aum, se lo cogió y le tenía todo en la boca, y va el
gavilán y dice:
Ay raposita, ya que me comas dí: Al gavilán comí...
Y claro, al abrir la boca para decir , dice:
A otro tonto, pero no a mí.
Y se marchó.