No llores niña, no llores,
no llores que yo no lloro;
mañana voy a la guerra
a pelear con el moro
A pelear con el moro
y también con el prusiano.
A las doce de la noche,
niña, te daré la mano.
Niña, te daré la mano
y no me has de conocer,
cuando vuelva de la guerra
vestido de coronel.