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Una fatal ocasión
Affinités
Compact Disc
1995 -
Cascabel
Intérpretes: Guitarra y voz: Joaquín DíazLaurent Tixier: Clarinete
Jean François Rambaud: Guitarra
Paul Grollier: Acordeón
Productor: Joaquín Díaz
Técnico de sonido: Raul Ferreras
Reedición:
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Triste de la que va sola
de la que sola camina,
lleva la saya de a rastra
la hierba se la enrocía.
En esto la vio un galán
que era el que la pretendía
le hizo señas con la mano
aguárdame, blanca niña.
La niña de que lo vio
dejó de andar y corría
él como iba de a caballo
la alcanzara en la montiña.
Aquí pagarás niñeta
deseos que te tenía.
Anduvieron siete vueltas
cuál de abajo, cuál de arriba
y al llegar para las ocho
ya la niñ va rendida
quiso Dios y su fortuna
que un puñal se le caía.
La niña que no era boba
para sí o recogía
se lo metió por un lado
le salió por la costilla.
Te lo pido la niñeta
por Dios y Santa María
no lo digas en tu tierra
no te alabes en la mía
que has matado a un caballero
con las armas que él traía.
Yo no lo diré en tu tierra
ni me alabaré en al mía
que si una vez te he matado
doscientas me pesaría.
Lo amortajó como pudo
con la ropa que él traía
lo pusiera en el caballo
ylo subió un cerro arriba
donde estaba un ermitaño
haciendo su santa vida.
Te lo pido el ermitaño
por Dios y Santa María
que me entierres este hombre
que amortajado venía.
Triste de la que va sola
de la que sola camina,
lleva la saya de a rastra
la hierba se la enrocía.
En esto la vio un galán
que era el que la pretendía
le hizo señas con la mano
aguárdame, blanca niña.
La niña de que lo vio
dejó de andar y corría
él como iba de a caballo
la alcanzara en la montiña.
Aquí pagarás niñeta
deseos que te tenía.
Anduvieron siete vueltas
cuál de abajo, cuál de arriba
y al llegar para las ocho
ya la niñ va rendida
quiso Dios y su fortuna
que un puñal se le caía.
La niña que no era boba
para sí o recogía
se lo metió por un lado
le salió por la costilla.
Te lo pido la niñeta
por Dios y Santa María
no lo digas en tu tierra
no te alabes en la mía
que has matado a un caballero
con las armas que él traía.
Yo no lo diré en tu tierra
ni me alabaré en al mía
que si una vez te he matado
doscientas me pesaría.
Lo amortajó como pudo
con la ropa que él traía
lo pusiera en el caballo
ylo subió un cerro arriba
donde estaba un ermitaño
haciendo su santa vida.
Te lo pido el ermitaño
por Dios y Santa María
que me entierres este hombre
que amortajado venía.