Joaquín Díaz

Belarde y Valdovinos


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Belarde y Valdovinos

Romances de allá y de acá (Sicilia y España)

Vinilo
1991 - Fonomusic

Intérpretes: Guitarra y voz: Joaquín Díaz
Productor: Joaquín Díaz
Técnico de sonido: Raúl Ferreras

Reedición:
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Tan alta iba la luna como el sol al mediodía
cuando el buen conde Belarde de sus batallas venía.
Cien caballos trae de rienda todos los ganó en un día
y los echara a beber a la reguera de Hungría.
Mientras los caballos beben de esta manera decía:
- Si cien gané en una hora ¡cuántos ganara en un día!
Bien lo oyera un tío suyo y uno de ellos le pedía.
- Téngalos todos mi tío, yo ¿para qué los quería?
-Detente un poco, Belarde, no hagas tanta valentía
no hagas lo que Valdovinos, que se fue y que no volvía
o le cautivaron moros o en Francia tenía amiga;
vete a buscarle, Belarde, ve a buscarle, por tu vida.
- Eso no lo haría yo por cuanto en el mundo había
¿cómo he de ir a buscar a quien tan mal me quería
que me robó anillo de oro y un diamante que tenía
que me iba a buscar a casa y al campo me desafía?
- Vete a buscarle, Belarde, llevarás bendición mía.
- Si llevo bendición suya yo a buscarle marcharía.
Le busca de valle en valle y de vallina en vallina
y luego lo viera estar a la sombra de una oliva.
- ¿Quién te ha herido, Valdovinos, que te ha hecho mortal herida?
- Del moro que a mí me hirió líbrete santa María,
comer comía por ocho, vino por nueve bebía
y el aliento de su boca parecía una nublina.
Asomóse a una collada la más alta que veía
y allí le fuera a encontrar en casa de la su amiga.
- He matado a Valdovinos tras de Belarde corría...
- Mientes, mientes, perro moro mientes, mientes y es mentira;
en mi tierra había un uso y aquí no sé si lo había
que el que a otro dice mientes al campo lo desafía.
Monta el moro en su caballo parece una torre erguida,
monta Belarde en el suyo parace una palomita;
toma el moro la su lanza viene el aire y la desvía,
tira Belarde la suya la tiró con gallardía:
Le quita pecho y espalda y el galardón de la silla.
Le cortara la cabeza la lleva a casa su amiga.
- Ah, malhayas tú Belarde y toda tu valentía
que has matado al mejor moro que había en la morería.