Santo Cristo del Amparo
nuestro padre redentor,
amarrado a una columna
danos el agua, Señor.
Danos el agua, Señor,
aunque no lo merezcamos
que si por merecer fuera
ni aún la tierra en que pisamos.
Por la corona de espinas
que en tu frente penetró,
los dolores de mis culpas
dadnos el agua, Señor.
Santo Cristo del Amparo
que estás entre dos caminos
danos el agua, Señor
que se nos secan los trigos.
En Cuba tenemos guerra,
llevan de España la flor,
y si no llueve, Dios mío,
será nuestra perdición.
Mirad por los angelitos
que piden el pan llorando,
y no lo podemos dar
porque se nos seca el campo.