Estando yo en mi rebaño
pintando la mi cayada
yo ví bajar a una loba
derechita a mi majada.
Ha dado la media vuelta,
no ha podido sacar nada.
Ha dado la vuelta entera,
sacó la cordera blanca.
Arriba, siete cachorros,
arriba, perra guardiana;
si me traeis a la loba
os daré ración doblada;
y si no me la traeis
con el gordo e la cayada.
Han corrido siete reinos
y no han podido alcanzarla.
Ande la vino a coger,
al subir una majada.
- Toma, toma tu cordera
de mi boca baboseada.
Lo que quiero es tu pellejo
pa el pastor una zamarra;
de tu boquita los dientes
para que pueda abrocharla.