Era un gallo capón que le echaron -no le quería ninguna gallina -y se fue por ahí por los mundos de Dios, y llega a un molino y había un gallinero:
-Ca ca ca ca ca ca, ábreme, ábreme...
Que que no.
-Co co co co co co co, ábreme que soy capón.
-Po po po po po por eso no te abrimos.