Padrenuestro chlquitín,
Dios nos libre de un mal fin;
en aquellos olivares
hay unos ricos altares;
hay una paloma blanca,
más blanca que los cristales.
En el pico lleva oro,
en las patas pan y clemen;
clemen mí, clemen tí,
clemen todos los que estamos aquí
menos en aquel perro judío,
que a Jesucristo enclavó,
Jesucristo era mi padre;
Santa María mi madre;
los ángeles mis hermanos
me llevaron a Belén,
desde Belén al Calvario,
desde el Calvario a la fuente,
allí estaba San Vicente
con una cruz en la frente
pa que el diablo no le atiente,
ni de día ni de noche
ni en la hora de la muerte. Amén.