La Virgen se está peinando
debajo de una alameda,
los peines eran de plata,
la cinta de primavera.
Pasó por allí José.
La dijo de esta manera
-Cómo no canta la linda?
¿Cómo no canta la bella?
-¿Cómo quieres que yo cante
si estoy cargada de pena?
¿Si un hijo que yo tenía,
más blanco que la azucena
me le están crucificando
en una cruz de madera?