Pepito subió a la vía
por ver si venía el tren:
venía con violencia,
Pepito vino a caer.
El maquinista que vio
la vía llena de sangre
puso un parte a la estación:
Que venga el señor Alcalde.
Ya viene el señor Alcalde
con toda la policía,
guardias y municipales
a reconocer la vía.
Ya reconocen la vía
con muchísimo cuidado
y encontraron a Pepito
que le faltaban los brazos.
Le suben a la camilla,
le llevan al hospital
y en el hospital le dicen
que no le pueden curar.
-Si no me pueden curar
que me peguen cuatro tiros
que yo no puedo vivir
con los dos brazos partidos.
La novia que estaba al lado,
la novia que estaba enfrente
ha caído desmayada
como si fuera la muerte.
-Cuando a tí te estén poniendo
el hábito blanco y negro
a mí me estarán llevando
caminito del cementerio.
Cuando tú estés comiendo
el cocido en cá tu suegra
a mí mes estarán comiendo
los gusanos de la tierra.
Chin, pum, fuera.