Joaquín Díaz
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Albricias
Cuaresma, Semana Santa y Pasión en Castilla y León
CD
2003 - Openfolk
Intérpretes:
Voz y guitarra: Joaquín Díaz
Productor:
Fundación Joaquín Díaz
Técnico de sonido:
Michel Lacomba
Reedición:
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Su navegador no soporta el reproductor.
¡Oh, qué mañana de Pascua
ha amanecido, señores!
Y la reina de los cielos
por el campo tira flores.
Recibe, Jesús amante,
nuestros tiernos sentimientos,
pues por eso hoy de mañana
te salimos al encuentro.
El dolor de vuestra Madre
conviértase en alegría
por haber resucitado
dentro del tercero día.
Alarga, María, el paso,
que reconozco, sin duda,
te encontrarás con tu Hijo
en la calle la Amargura.
Ya se cumplió la palabra
que antes de morir nos dio:
se estremecieron los guardias
y el muerto resucitó.
Contened, Madre amorosa,
nuestra excesiva alegría
para poder celebrar
el misterio de este día.
Mil parabienes os damos,
gloriosa sin semejante,
por haberos encontrado
con vuestro Hijo triunfante.
Ya cesaron vuestras penas
y toda vuestra amargura,
y todo será placer
y eternamente dulzura.
Quita, María, ese manto,
y revístete de gala,
que viene resplandeciente
el que tú muerto llorabas.
Hoy, Domingo, de mañana
del monumento salió
tan alegre y tan gozoso
como el que nunca murió.
Ya cruzabas, pues, las calles
de aquella ingrata ciudad,
anegada en sentimiento
y en profunda soledad.
Ninguno te satisface
sino aquellas tres Marías
que, apenas rayaba el alba,
del sepulcro ya venían.
Brillante y lleno de gloria
luego se te apareció
a consolarte en tus penas
y a calmar tu gran dolor.
Regocíjate, María,
y alégrate el corazón,
y alégrese todo el mundo
de su gran resurrección.
Pero no mires el precio,
mira nuestra redención,
por la que tanto anhelaba
y ardía tu corazón.
Resuciten nuestras almas,
que hasta aquí estaban dormidas
y quiera Dios, desde ahora,
quedemos arrepentidas.
Camina con Dios, María,
camina gozosa el templo,
que nosotras, doncellitas,
vamos en su seguimiento.
A todos cuantos hallabas
preguntabas afligida
si acaso habían hallado
a aquel Hijo de tu vida.
Testigos somos, te dicen,
que Cristo resucitó,
porque un ángel del cielo
así nos lo anunció.
Ya he triunfado, madre mía,
te dice con gran amor,
de la muerte y del infierno
mi pena ya terminó.
Ya abrió las puertas del cielo
que el pecado nos cerró,
porque es cierto, Madre mía,
que bien caro te costó.
Pedid, Madre venturosa,
por nosotros, miserables,
para que resucitemos
de nuestras culpas mortales.
Y todos los que con gusto
escuchan nuestros acentos,
allá también nos escuches
gozando de tus portentos.
Hombres, niños y mujeres
que presentes han estado,
pidamos al Niño Dios
nos perdone los pecados.
Buenas Pascuas, buenas pascuas
tengan todos los presentes,
y el Señor Cura el primero,
porque bien se lo merece.
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